«Sobran oficinas pero no personas» en la fusión Caja Laboral-Ipar Kutxa

«En la fusión entre Ipar Kutxa y Caja Laboral sobran oficinas pero no personas». El tranquilizador mensaje para la plantilla llega de uno de los artífices de la operación, Carlos Osés, director general de la caja rural vizcaína. Así lo aseguró ayer durante la asamblea general de Ipar Kutxa, en la que el ejecutivo explicó las bondades de la alianza que alumbrará la segunda entidad financiera en Euskadi y la segunda cooperativa de crédito en España, con unos activos superiores a los 25.500 millones. El 'alma mater' de Ipar Kutxa aclaró después que «si alguien, voluntariamente, quisiera salir, se le buscarían soluciones; pero en principio, no sobra nadie». Esas salidas pactadas quizás sean más factibles en Caja Laboral, donde la media de edad de la plantilla es superior a la de Ipar Kutxa (39 años, frente a 46)

Los planes iniciales pasan por presentar el protocolo de integración al Banco de España antes del 31 de mayo, obtener después las pertinentes autorizaciones y el sí de las asambleas en el entorno del verano, y comenzar a operar en el último trimestre del año. Caja Laboral e Ipar Kutxa parecen tener resuelto uno de los escollos más importantes de la alianza: el que se refiere a la diversidad de tipos de socios cooperativistas. Según Osés, todos pasarán a formar parte de la nueva estructura, incluidos los muchos propietarios de la caja rural que no son trabajadores sino clientes, un modelo que 'chirría' un tanto en la estructura de la cooperativa del Grupo Mondragón.

La solución pasa, reveló, por hacer un «mix» de cooperativistas. «Ellos (por Caja Laboral) se tienen que abrir a los clientes, y se van a abrir», señaló.

Ipar Kutxa, que ha cerrado la puerta tanto a nuevas incorporaciones de socios como a posibles aumentos de aportaciones al capital -algo lógico, para evitar la especulación de cara la fusión-, sí ha dejado un pequeño hueco para ese 11% de su plantilla que aún no es socio. Estos trabajadores (siempre que cuenten con un contrato indefinido) pueden comprar hasta 5.000 títulos (5.000 euros) para convertirse en socios de pleno derecho.