

Secciones
Servicios
Destacamos
BORJA SANTAMARÍA
Lunes, 28 de noviembre 2011, 10:15
El Lagun Aro GBC cayó ayer ante el Alicante en uno de esos encuentros en los que no debe fallar. Es la segunda victoria que se deja en Illumbe ante un rival, sobre el papel, con objetivos parecidos. El margen de error prácticamente ya no existe si el equipo quiere escapar de la zona peligrosa.
Los guipuzcoanos han perdido ante los dos equipos que ocupan las plazas de descenso, el Obradoiro y el Valladolid. También frente el Estudiantes. Demasiados pinchazos que minan la moral y que van a perseguir a los de Sito Alonso hasta que consigan enlazar una buena racha.
Ayer tenía problemas en el juego interior y terminó acusándolos, a pesar de la generosidad de su esfuerzo. Se enfrentaba a la revelación del inicio liguero y jugó a remolque desde el final del segundo cuarto, aunque sin perder la cara al encuentro. Era un duelo de personalidades, de estilos, de ritmos. El lento de los de Vidorreta y el rápido de los locales.
El que se quedase con el reloj tendría mucho ganado. Y tras un notable inicio del Lagun Aro y el festival de triples de mediado el segundo cuarto, el cuadro visitante se lo puso en la muñeca. Lo hizo con el argumento más sólido que se puede tener para controlar el tempo de un partido: el rebote.
En el primer cuarto, el Alicante cogió un rebote de ataque. El Lagun Aro mandaba y podría haber abierto un hueco mayor si Baron hubiese acertado desde más allá de 6,75. El Búho firmó un 2/9 en triples.
En el segundo, los visitantes cogieron siete rechaces ofensivos, por sólo tres defensivos del GBC. En total, diecisiete rebotes de ataque del Alicante de los 41 que hubo bajo el tablero guipuzcoano.
Tras el 30-20 inicial, una racha ofensiva de Rafa Freire abrió la defensa del Lagun Aro, hasta ese momento sobresaliente. Ivanov y Kone lo aprovecharon para castigar al GBC en la pintura, donde de nuevo sufrió demasiado.
El dominio reboteador se sumó a las pérdidas. En total, dieciocho para el Lagun Aro por sólo diez del Alicante, algunas en momento realmente inoportunos.
Una situación que obligó al GBC a jugar a rachas. Su carácter le permitió mantenerse vivo, pero a posesiones largas, no encontraba el camino. Más sin acierto exterior. Prueba de ello es el tercer cuarto. En los primeros siete minutos, anotó once puntos; todos en transición.
El GBC jugaba a tirones. Incluso se colocó por delante al final del tercer cuarto (53-49), apoyado en una defensa zonal. Pero el show de Singler ya estaba en marcha.
Dichoso lockout
Si usted estuvo ayer en Illumbe, que volvió a registrar un buen ambiente también gracias a que las peñas fueron colocadas en el primer anillo, más cerca de la pista, es probable que le hiciese a su compañero de fatigas del asiento de al lado el siguiente comentario: «esto del lockout podría haber terminado antes...». El de ayer fue el penúltimo o el último partido de Singler en la Liga Endesa. Serán ocho los equipos que no tengan que enfrentarse a este crack. No parece justo.
Pero es así. El alero del Alicante, de los Detroit Pistons a partir del 9 de diciembre, demostró ser un jugador superior. Metió 22 puntos, catorce tras el descanso y nueve en el último cuarto.
Buen tiro, juego cerca de canasta, un par de rebotes ofensivos, una gran lectura, juego tras bote... Una colección de fundamentos infinita a la que el Lagun Aro sólo supo hacer frente en la primer mitad.
Porque a partir del tercer acto, el dúo Singler-Ivanov se mostró dominante. Llompart puso el 59-65 que parecía decantar definitivamente el partido a falta de tres minutos.
No tan rápido. David Doblas no estaba por la labor. El cántabro firmó un final excelso. Puso dos tapones, cogió un par de rebotes, metió un dos más uno... Salgado, que sustituyó a un Baron negado en el tiro, recogió el testigo. Tuvo un triple que hubiese, probablemente cerrado el partido con 68-67.
Pero lo falló y Singler metió una canasta celestial con el de Santutxu encima. Quedaban 31 segundos. Era el momento decisivo. Y el Lagun Aro no lo supo gestionar.
La jugada clave acabó con un triple de Neto. No es su especialidad y tampoco era la mejor opción con Panko, Vidal, Salgado y Doblas en pista. Singler metió un tiro libre y con 68-70, a falta de cinco segundos, la descoordinación entre Vidal y Baron hizo que el Lagun Aro no llegase ni a tirar a canasta. Baron tuvo una última, con 68-71, muy forzado... Y no entró.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.