«Se equivocan quienes creen que con la crisis hay que trabajar más tiempo»

Hace una semana, en su único 'cara a cara', tanto Rajoy como Rubalcaba mencionaron la conciliación y la racionalización de los horarios. Que un aspecto como éste haya entrado en la agenda electoral se debe en buena parte a la Asociación para la Racionalización de Horarios (Arhoe) y, muy en especial, al empeño de su presidente, Ignacio Buqueras, para que adoptemos el modelo europeo. Mañana arranca en el Kursaal el sexto congreso nacional (www.horariosenespana.es) en el que distintos expertos abordarán esta cuestión.

- Usted es empresario. ¿Qué horarios tienen en su empresa?

- Primero decir que soy consejero de tres compañías y todas están en línea, mejorando, con muchas de las propuestas que hace la comisión nacional. Aplicamos un horario con entrada entre las 7.30 y 8 de la mañana y salida hacia las 4 de la tarde. Y al mediodía no se dedica más allá de 45-60 minutos al almuerzo.

- ¿Adiós al café?

- Esto aún no lo hemos logrado. Siempre solicito que salgamos ya desayunados de casa, para no hacer un alto a la hora y media de entrar. Una cosa que, por otra parte, está prevista en unas empresas pero en vez de 20 minutos se convierte en 40-50. Consideramos que es muy importante el ritmo de trabajo, la optimización del tiempo.

- Hay que desterrar imágenes como las de 'Camera café'...

- Y no simplemente porque estemos en un momento de crisis, pero consideramos que con unos horarios más racionales se logran tres aspectos muy importantes. Primero, aumentar la productividad; segundo, disminuir los gastos, porque una empresa que cierra a las nueve de la noche en vez de a las cuatro de la tarde gasta más en luz, calefacción, aire acondicionado... y otras muchas cosas. Y en tercer lugar, el gran tema de que la gente se encuentra más motivada, estimulada y más contenta de estar en una empresa en la que se valora el tiempo y no las horas de permanencia en el puesto de trabajo.

- Han realizado un estudio comparativo con otros países. ¿Cuáles son las principales conclusiones?

- Que España es líder en más horas de trabajo y también en poco aprovechamiento del tiempo, poca productividad. Aún perdura la cultura del presentismo, que yo muchas veces he calificado de tercermundista, eso de estar muchas horas en la empresa. Todavía luce aquel empleado que dice 'estoy 10, 11 horas'. En otro país europeo dirían que se trata de una persona que no se sabe organizar, que pierde el tiempo y es poco eficaz. Lo importante es optimizar el tiempo, tener una cultura de eficiencia buscando la excelencia si queremos ser competitivos en un mundo cada vez más globalizado, difícil y encima con una crisis muy profunda.

- Hablando de crisis, ¿cómo está afectando a la conciliación?

- Hay empresarios que creen que en momentos de crisis hay que poner más tiempo al trabajo, y nosotros consideramos que no. Hay que optimizar el tiempo, saberlo aprovechar adecuadamente, ponerle imaginación ... El poner más tiempo al trabajo, por otra parte, es cercenar los derechos de una persona que tiene que conciliar consigo mismo, con su pareja. Incluso en momentos de crisis el tema familiar tiene que estar mejor trabado, porque con 5 millones de parados si tienes trabajo eres casi un privilegiado. Y aún teniéndolo algunos están preocupados con la posibilidad de perderlo, y si encima tienes que hacer más horas y estar menos con la familia, a esa persona le podemos crear frustraciones, así que aún estando más horas en el trabajo rendirá menos. Piense que las personas no somos robots, y espero que nunca lo seamos. Además, está estudiado que a partir de un momento dado hay un rendimiento decreciente. Y luego aumentan la siniestralidad, el estrés...

- Así que no es de los que propugna que con la crisis hay que trabajar más horas...

- Considero que son empresarios que están equivocados. Con la mejor buena voluntad van diciendo que en momentos de crisis tenemos que poner más esfuerzo, más tiempo. Hay que poner más inteligencia, más imaginación también, más creatividad, con el objetivo de aprovechar mejor el tiempo. No todas las empresas lo pueden utilizar, pero hoy en día existe el teletrabajo, que bien utilizado es muy positivo para empresas y personas. Si se articulara correctamente también lo podrían hacer muchos funcionarios. Se ahorran desplazamientos. Eso sí, hay que utilizar adecuadamente las nuevas tecnologías, que no nos esclavicen.

- Ya, porque ¿qué les diría a esos trabajadores que se pasan horas enganchados a la Blackberry, al Iphone o al portátil?

- Que hay que tener muy clara la escala de prioridades. En España normalmente nos fallan tres cosas que considero importantes. Primero es que no damos valor al tiempo, por tanto no somos un país que nos distingamos por la puntualidad. En segundo lugar, nadie nos ha enseñado a gestionar bien el tiempo, y esto es fundamental, que desde pequeños nos lo enseñen en el colegio. Y, tercero, también tenemos que tener clara una escala de prioridades, porque no todo es importante, no todo es urgente. Tenemos que saber que cuando hablamos de conciliación hacemos especial hincapié en la conciliación de lo personal, familiar y laboral.

- ¿Qué le diría a un trabajador a tres relevos o a un autónomo?

- Un país del siglo XXI tiene que tener múltiples horarios, porque un hospital por ejemplo tiene que estar abierto las 24 horas, las fuerzas de orden público tiene que hacer un servicio las 24 horas, los medios de comunicación, algunas fábricas... Eso sí, con los turnos correspondientes. Si yo supiera que un médico que ha estado 24 horas trabajando me va a operar no dejaría que lo hiciese. Creemos que una buena distribución del tiempo es fundamental. Piense que el español medio duerme unos 53 minutos menos que la media europea. Y eso es preocupante, porque si usted o yo no hemos descansado lo suficiente, en nuestro trabajo seremos menos productivos, tendremos más estrés, habrá más absentismo, más posibilidad de siniestralidad laboral y otras cosas que se derivan de una mala distribución del tiempo.

- No sé si sabe que los últimos plenos del Ayuntamiento de San Sebastián están finalizando de madrugada. ¿Qué le parece?

- Hace unos días estuve con el alcalde, que mañana va a estar en el acto de inauguración del congreso, y le hablé de la importancia de que cuando se convoca un pleno, una reunión o cualquier acto se fije una hora aproximada de finalización, de tal forma que las personas se puedan organizar. Hay que respetar el tiempo de los demás, y en España se respeta poco. No solo me he reunido con el alcalde de Donostia, también con el de Madrid, Barcelona o Sevilla, y siempre les solicitamos que en los plenos y reuniones se aproveche el tiempo, que cuando hay que tener entrevistas hay que ser puntual, porque nadie tiene derecho a hacer esperar a nadie. Hay una serie de normas que son de sentido común pero se aplican poco en España. A través de este congreso queremos hacer un llamamiento para dar valor al tiempo, y recordar que la puntualidad tendría que ser una norma de cada uno de los ciudadanos.

- ¿Qué opina de los horarios comerciales?

- Defendemos la libertad y la flexibilidad. Por ejemplo, no es lo mismo el comercio en la zona central de una gran ciudad, que cada día es cruzada por miles de turistas, en el que parece lógico que tengan un horario amplio de apertura, que una ciudad dormitorio, donde me parece un poco absurdo que las tiendas abran desde las 9.30 o 10.00 hasta las 7.00 de la tarde. A lo mejor sería más lógico que abrieran los sábados y los domingos, porque los padres pueden ir a comprar unos zapatos a sus hijos, ya que entre semana no pueden. Tampoco es lo mismo una ciudad en la costa o en la montaña a la que la gente va fundamentalmente los fines de semana o puentes, que es cuando se hace más caja, por lo que parece lógico que bares y restaurantes estén abiertos viernes, sábados y domingos y entre semana cierren algún día.