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JORGE SAINZ jordisainz@diariovasco.com
Domingo, 11 de septiembre 2011, 14:59
A poco más de dos meses de las elecciones generales, Rufi Etxeberria (Oiartzun, 1959) fija la postura de la izquierda aber-tzale ante el cambio de ciclo que se puede abrir con el nuevo Gobierno central. El dirigente independentista, que se prodiga poco en los medios, analiza todos los ángulos del escenario de posible fin de la violencia.
- ¿La oferta al PNV de alianza electoral no ha sido una envolvente, sabiendo que era difícil que la aceptaran?
-Se daban las condiciones, en una coyuntura histórica, para en estas elecciones alcanzar entre todos cerca de un millón de votos para pedir al Estado que reconozca a Euskal Herria como nación. Con Aralar prácticamente hay acuerdo, pero el PNV ha hecho un análisis partidista, aunque buena parte de su electorado es favorable a una unidad abertzale. La izquierda abertzale, EA y Alternatiba le emplazamos a que tras las elecciones haga causa común.
- ¿Y ve esto posible?
-Esperamos que no se le caduque la propuesta que acaba de presentar en el Congreso a favor de la autodeterminación.
-Se ha cumplido un año del cese de acciones ofensivas de ETA. ¿Qué falta para que dé el paso de deponer las armas para siempre?
-Con las decisiones unilaterales históricas lanzadas este año se dan las condiciones suficientes para entrar en una dinámica compartida para buscar la solución al conflicto. ETA ha manifestado su disposición clara a superar definitivamente el ciclo de la lucha armada, pero esto tiene que estar acompañada por las medidas que superen las consecuencias de tal situación y cierren cuestiones relativas a presos, refugiados, a su militancia, a la desmilitarización...
-¿Condicionar un nuevo paso de ETA a estas medidas, aunque sean de 'carácter técnico', no significa dejar a la organización que tutele el proceso al que usted alude?
-No hay condicionantes. Las resoluciones de ETA las situamos en un estadio que no tiene vuelta atrás, que es irreversible. Hay que entenderlas como las partes de un proceso de cierre definitivo del ciclo armado y sus consecuencias.
-El Gobierno no parece dispuesto a entrar en esta dinámica.
-El conflicto político vasco es un problema de Estado. Estamos de acuerdo en que la paz no debe tener precio político, pero tampoco las legalizaciones o la política penitenciaria deberían estar sujetas a la arbitrariedad política.
-Pero un pronunciamiento definitivo de ETA despejaría muchísimo el camino.
- Consideramos que a corto plazo los gobiernos español y francés deberían reconocer la comisión de verificación para que dé confianza sobre la declaración de alto el fuego. Y también deben darse pasos en cuestiones relativas a la política penitenciaria, ilegalizaciones, mantenimiento en prisión de militantes políticos, y en ese contexto, ETA también tiene que acompañar, sin lugar a dudas, con nuevas decisiones y pronunciamientos.
- ¿Y en qué sentido deben ir estos nuevos pronunciamientos de ETA?
-En su apuesta, ETA está con una disposición clara de superar ya definitivamente el ciclo armado y, en esa perspectiva, las posiciones nuevas que pudiera desarrollar estarían en correspondencia con las decisiones que ha hecho públicas hasta el momento. No hay duda de que ETA debe acompañar un proceso de soluciones, pero los procesos no se construyen de forma unilateral sino bilateral o multilateral. Entendemos que en ese proceso de construcción de soluciones entre las diferentes partes, ETA sin duda deberá manifestar con nuevos pasos que está en este camino.
-¿Puede concretar?
-Debe ir en la dirección del fin de la dinámica de la práctica armada.
-Parece complicado que pueda haber novedades antes del 20-N.
-La resolución del conflicto no debe estar sujeta a avatares electorales. Hay una urgencia social.
-¿Les preocupa este impasse?
-Seguiremos trasladando iniciativas en las elecciones. El Acuerdo de Gernika (firmado junto a EA, Alternatiba y Aralar) seguirá siendo nuestro norte.
-En febrero ustedes fueron claros contra ETA en la constitución de los estatutos de Sortu y parece que tras las elecciones no se percibe esto con tanta nitidez. ¿Han protagonizado una involución?
-La izquierda abertzale adoptó en su día una posición clara de que la lucha por la independencia sólo se debe desarrollar por vías políticas y democráticas, de que ya no ha lugar a la lucha armada, y está en esa posición, ni más adelante ni más atrás. Y entendemos que ETA ha resuelto internamente, y así lo ha hecho público, hacer suya esta decisión adoptada en asambleas con participación de siete mil personas.
-¿Temen una escisión en ETA?
-No contemplamos ningún episodio de ese tipo, ciñéndonos a lo que ETA ha dicho públicamente. Y la izquierda abertzale va a trabajar denodadamente para que no se dé una situación de ésas porque sería uno de los peores escenarios.
«La escisión, en el PNV»
-El PNV ha aludido esta semana a la posibilidad de una ruptura.
-Se antoja más fácil una escisión en un PNV sin rumbo estratégico y con divisiones internas, que en ETA.
-¿Le consta entonces que la mayoría en ETA ha tomado la decisión de dejarlo definitivamente?
-No tenemos ninguna duda.
-¿Los firmantes de Gernika lograrán sumar a los presos al Acuerdo?
-Es fundamental su participación en la resolución del conflicto. Pese al obstruccionismo de Instituciones Penitenciarias, mantenemos relación con el Colectivo de Presos Políticos Vascos y observamos que para ellos Gernika es un referente de análisis. Esperamos que lo firmen.
-¿Será más fácil lograr la pacificación con un Gobierno del PP?
-El conflicto vasco, que es anterior a ETA, no es un problema de un gobierno de un color u otro. Es una cuestión de Estado, que tiene que acometer una segunda Transición, reconociendo el derecho de las nacionalidades históricas vasca, catalana y gallega a decidir su futuro.
- El PP vasco anuncia que si Rajoy llega al Gobierno puede actuar con «mano izquierda».
- El PP ha actuado con desprecio ante las iniciativas de la izquierda abertzale y con menosprecio ante las decisiones de ETA. Pero se ha quedado desnudo porque la sociedad percibe con nitidez que no existe violencia. En el País Vasco el PP es consciente de que su discurso no tiene entronque social y sabe que si no da un viraje va a ir a la minorización política.
- ¿Detecta ese viraje en el partido que lidera Basagoiti?
- Sí. En la fotografía de Donostia (el saludo del alcalde de Bildu y el portavoz del PP) hay un fondo que comparte la sociedad vasca, el de las ansias de construir bases de convivencia democrática y que cada cual defienda su proyecto.
-¿Han explorado ustedes alguna vía de contacto con el PP?
-El PP tiene que ser parte de la solución. En ese sentido, queremos entablar relación con el PP para compartir análisis y desarrollar trabajos conjuntos. La izquierda abertzale cree que es inaplazable abrir dinámicas de relación entre la izquierda abertzale y el PP.
- ¿Han intentado abrir esa vía?
- No. Nosotros en principio hemos trasladado públicamente esa actitud y no hemos encontrado una actitud de respuesta positiva para mantener encuentros ni entablar dinámicas de acción conjunta. Pero va a ser cuestión de tiempo que el PP atienda positivamente a las interpelaciones de la izquierda abertzale.
-¿Qué mensaje enviaría a Rajoy, como posible presidente?
- Tanto el PP, como el PSOE o Rubalcaba, deben reconocer los derechos nacionales de Euskal Herria porque si no auguramos un auténtico choque de trenes político entre el sujeto vasco, catalán o gallego, y Madrid. Y la voluntad mayoritaria estará obligada a adoptar decisiones unilaterales de soberanía.
-¿Qué supone para la izquierda abertzale la marcha de un presidente como Zapatero, que apostó por resolver la cuestión vasca?
- La situación actual ofrece mayores garantías que en 2006. Empezó con una decisión valiente de retirar las tropas de Irak y podría acabar igual dejando un legado histórico de iniciar un proceso para la solución del conflicto vasco.
-Parece complicado con la debilidad actual del Gobierno.
-Desde enero se han dejado pasar meses determinantes.
-¿Sortu será legal para el 20-N?
-Debería ser legal para concurrir a las elecciones. Cumplimentó la legalidad vigente y es inaceptable esta cuarentena solapada.
-¿Qué espera del plan de convivencia del lehendakari?
-La actitud del PSE ha sido obstruccionista. Lo avanzado no da pie a pensar en una propuesta con altura de miras.
-Se achaca a Bildu no haber hecho gran cosa en estos meses de gestión.
- A las pocas semanas de haberse hecho con las instituciones, plantear que la gestión no arroja ningún resultado es patético. Lo que no hay es política de oposición de PSE, PNV y PP, sino de acoso y derribo. Por el contrario, Bildu es el máximo responsable de que se haya vivido una situación de tranquilidad, pese a las provocaciones de Interior, en las fiestas de verano.
- En una tesitura de crisis y con un margen de alianzas limitado, ¿temen no estar a la altura ante su electorado en la gestión?
- Lo que se ha encontrando Bildu son déficits millonarios porque los anteriores gestores, la Diputación del señor Olano y el Ayuntamiento del señor Elorza, vivían por encima de las posibilidades, y ahora responsabilizan a Bildu. En la izquierda abertzale estamos convencidos de que Bildu hará una gestión responsable, transparente y atendiendo a las demandas sociales.
-Hoy se cumplen diez años del 11-S. ¿Supuso el inicio del fin de estrategia armadas como la de ETA, en especial de su apoyo social?
-El primer mundo, exportador de guerras y expoliador de riquezas, se vio asaltado por un acto ciego sin justificación. Si bien ha podido influir en las posiciones de diferentes segmentos sociales sobre la lucha armada también existe una preocupación sobre las nuevas doctrinas de seguridad que cercenan derechos.
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