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Carlos Zapatero, en la sede de la Caja Vital, situada en el barrio vitoriano de Salburua. :: IOSU ONANDIA
«Ni siquiera contemplo que Kutxa se descuelgue de la fusión de las cajas»
Carlos Zapatero, Presidente de Caja Vital

«Ni siquiera contemplo que Kutxa se descuelgue de la fusión de las cajas»

Confía en un pacto a tres bandas porque «ayudará a garantizar nuestro futuro» y la entidad alavesa «no debe quedarse sola»

IOSU CUETO

Domingo, 11 de septiembre 2011, 05:19

Carlos Zapatero no deja lugar a dudas. La BBK vizcaína, la Kutxa guipuzcoana y la Vital alavesa, la caja que preside desde julio de 2010, se integrarán en Kutxa Bank. El exviceconsejero de Trabajo asegura que la fusión es necesaria y que no enterrará el carácter de la primera entidad de ahorro de Álava, surgida en 1990 tras la unión de la Caja Municipal, que abrió sus puertas en 1850, y la Provincial, que arrancó en 1918-. «Este proyecto es el único camino posible», advierte.

- El próximo viernes la asamblea de la Vital ratificará el proyecto de integración de las tres cajas vascas. Es una fecha clave tras muchos intentos frustrados, la hora de la verdad. ¿La fusión es realmente buena para Álava?

- Es más que buena, es extraordinaria. Vamos a entrar en una dimensión desconocida hasta ahora. Esto no es un proceso pensado de forma alocada. Es algo que había que hacer; y no lo hacemos por obligación, sino por convencimiento. Álava no puede ni debe quedarse sola. ¿Para qué buscar alianzas fuera de la comunidad autónoma si aquí tenemos la mejor posible?

- Pero es evidente que el 11% de participación de la Vital en Kutxa Bank está lejos del porcentaje que se planteó en el frustrado proyecto de fusión anterior. ¿No denota una merma del peso específico?

- Este proceso no tiene nada que ver con el de 2005. Ahora se crea un banco común y Caja Vital, Kutxa y BBK no desaparecen, sino que pasan a ser copropietarias del mismo. La Vital mantendrá sus mostradores, sus productos y sus servicios. El 2 de enero, cuando alguien vaya a su oficina en cualquier barrio de Vitoria, encontrará el mismo local, las mismas personas, el mismo anagrama y todo lo demás.

- ¿Los cambios de cara al cliente serán mínimos?

- Sí. En su momento se colocará el logo con el nombre del banco, pero poco más. Lo que tenemos claro es que en cada territorio nos vamos a seguir llamando igual -en nuestro caso, Caja Vital Kutxa- y fuera de aquí probablemente llevaremos la marca del banco.

- ¿Hay riesgo de que se diluya el carácter alavés de la Vital en el enorme potencial del nuevo banco y en el indudable poderío de la BBK?

- No. Va a seguir manteniendo su personalidad y sus marcas. Los alaveses pueden estar tranquilos.

- ¿Y la Obra Social?

- Se llevará a cabo de un modo uniforme y cada caja tendrá un presupuesto en función de la rentabilidad que obtenga el banco. Si hay más beneficios, habrá más dinero para repartir entre los socios y para invertir en Obra Social.

- ¿Pero se verá reducido el dinero destinado en Álava?

- Todo lo contrario. La Obra Social se verá muy potenciada. Vamos a coger lo mejor de cada casa, ponerlo en común y desarrollarlo.

- ¿Con el cambio los alaveses podrán obtener un crédito con más facilidad?

- No va a haber una merma. Todos sabemos que los créditos están para devolverlos. Si los ciudadanos y las empresas presentan proyectos ilusionantes, no tendrán problemas. Lo que queremos es, precisamente, que se pongan sobre la mesa planes que generen riqueza y empleo. Y no habrá problemas. Al contrario.

- Si todo se desarrolla con normalidad, las asambleas de la BBK y la Vital ratificarán el viernes el acuerdo de integración. Quedará una semana para que la Kutxa vote sobre la fusión y ahí las cosas no están tan claras.

- Sí, pero yo creo que el día 23 va a salir adelante en Gipuzkoa. Hombre, no es tan sencillo a priori, pero Xabier Iturbe (presidente de Kutxa) está realizando un excelente trabajo y confío en la responsabilidad de todos para que este proyecto sea a tres, y no a dos. Estamos peleando para conseguirlo y creemos que es lo que vamos a alumbrar.

- Pero tienen acordado un 'plan B', una fusión a dos para el caso de que, como ya pasó, la Kutxa se desmarque.

- A mí no me gustaría. Por si ocurriera esa eventualidad, que yo ni siquiera contemplo, se acordó ese aspecto que usted menciona. Pero vamos a pelear por la fusión a tres.

- ¿Y si fuera a dos?

- Por razones técnicas se pactó la previsión de ir a dos, pero el objetivo es ir a tres.

- ¿No considera la otra opción?

- Ni la quiero contemplar. Estoy convencido de que va a ser a tres.

- El compromiso de fusión es un caso singular en Euskadi por haber implicado a los tres grandes partidos vascos: PNV, PP y PSE. Las elecciones de mayo han confirmado una nueva fuerza, Bildu, que domina Gipuzkoa. ¿Sería conveniente que estuviera en este compromiso?

- Esa es una decisión que deben tomar los miembros de la asamblea que pertenezcan a esa coalición.Ya veremos qué pasa, pero nadie debe asustarse de que esté Bildu. Este es un proyecto de país, como dijo Mario Fernández (presidente de BBK), que es deseable y representa el futuro. Es el único camino posible. Por tanto, todas las personas, coaliciones o entidades que quieran sumarse a él serán bienvenidas. Hay que sumar entre todos para que este proyecto llegue a buen puerto.

- ¿Teme que Kutxa Bank se convierta en un elemento de batalla política?

- Yo creo que no. Se trata de profesionalizar al máximo la entidad. Las ventajas de la integración de las tres cajas se han explicado en reiteradas ocasiones. Son tres entidades serias y solventes, de lo mejorcito del sistema financiero español y ubicadas en tres territorios que, afortunadamente, están padeciendo en menor medida los problemas de la crisis. La integración es buena de cara al futuro porque el País Vasco podrá competir con cualquiera. Es una oportunidad inmejorable para alumbrar algo excelente para Euskadi. Es una decisión histórica, sobre todo con las dificultades financieras que existen a nivel internacional. Si se aprueba, las cajas tendremos una posición inmejorable para garantizar nuestro futuro. Si el proceso no se lleva a cabo perderemos muchos trenes.

- El marco laboral de la nueva entidad sigue siendo clave y un factor de controversia, sobre todo en Kutxa. ¿Se llegará a la asamblea del día 23 con un acuerdo cerrado, como reivindica CC OO?

- Todas las opiniones son importantes. Pero la estabilidad laboral no va a ser un motivo de controversia. Los trabajadores pueden estar tranquilos porque no van a tener problemas. Habrá que hacer alguna reorganización, pero no me atrevo ni a decir la palabra 'ajuste'. Se trata de tres entidades perfectamente dimensionadas y, por tanto, no se han hecho locuras ni en el aspecto financiero ni en el de personal. Los responsables de recursos humanos están en contacto con los representantes de los trabajadores buscando el acuerdo. Hay voluntad de solventarlo todo para esa fecha.

Planes de ajuste

- ¿Qué ajustes provocará la fusión? Algunos sindicatos temen la desaparición de oficinas...

- Es pronto para hablar de eso. Ahora arranca un proceso que llevará tiempo. No sólo hay que acordar las cuestiones de personal, sino también las de producto, las de actividades, las de Obra Social, las de informática o las de recursos. Este proceso llevará su tiempo. La previsión es que a partir de enero de 2012 el banco esté en marcha, pero ahí no acaban los problemas. Al contrario. Vamos a crear la primera empresa del País Vasco, con 9.000 empleados.

- ¿Cómo puede influir la nueva Ley de Cajas a la hora de reorganizar los consejos de administración?

- No eludo la respuesta, pero esa ley acaba de entrar en el Parlamento Vasco y veremos cómo se alumbra. Sería precipitado pronunciarme sobre el documento.

- En principio se planteó que el hecho de que el consejo del Kutxa Bank cambiara cada cuatro años era un 'blindaje' contra la izquierda abertzale. ¿Está de acuerdo?

- No, ni se pensó en Bildu ni en nadie. Eso se planteó por una cuestión de estabilidad para llevar a cabo el alumbramiento del banco, que es complejo.

- La neutralidad fiscal es un tema delicado, sobre todo para Álava y Gipuzkoa. ¿Está asegurada?

- Esa neutralidad se pretende en este proceso, pero todavía es algo que no está perfilado.

- ¿Y cómo se consigue?

- Hablando con las tres diputaciones y con los órganos de fiscalidad. Se llegará a un entente. Esa preocupación no debe existir.

- ¿Cuál será la política de expansión del nuevo banco?

-Habrá que ver cómo termina el proceso de fusión, pero la vocación es crecer.

- ¿Habrá compras? ¿En qué plazo?

-Sí, las habrá. Pero con la situación de inestabilidad económica actual la verdad es que ya ni se sabe diferenciar qué es el corto y el medio plazo.

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