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JAVIER FRÍAS
Domingo, 10 de abril 2011, 12:55
La subida de los tipos de interés en 0,25 puntos decidida el jueves por el Banco Central Europeo, preludio previsiblemente de otras más a lo largo del presente año, le reafirma a Pedro Esnaola, presidente de la Cámara de Gipuzkoa, en la imperiosa necesidad de que llegue a buen puerto la fusión de las cajas vascas porque entiende que es clave para ayudar a que fluyan más los créditos tanto a familias como a empresas guipuzcoanas y vascas. Por eso pide «altura de miras» a todos los implicados en el proceso. Y frente a un horizonte económico todavía plagado de incertidumbres y sombras, con el añadido del rescate financiero de Portugal, quinto cliente de la exportación guipuzcoana, Esnaola insiste en que la solución pasa por que nuestras empresas fabriquen nuevos productos y busquen nuevos mercados, incluso asociadas en proyectos integrales, para crecer lo suficiente para crear empleo neto.
-¿Cómo valora la subida de tipos de interés decidida el jueves por el Banco Central Europeo y en qué medida cree que afectará a las empresas guipuzcoanas?
-Esta subida de tipos responde a que existen dos velocidades muy claras en la salida de la crisis en Europa. Ante un posible recalentamiento de su economía, los países que ya están consiguiendo un crecimiento por encima del 2% han decidido subir los tipos para que su recuperación sea más sólida. Sin embargo, para aquellas economías, como la española, que todavía no tienen crecimientos sólidos y necesitan un tiempo para alcanzarlos, la decisión del BCE no es positiva. Y desde el punto de vista de la liquidez (la de nuestras entidades financieras, en el caso vasco, es muy importante y muy sólida), está claro que la subida de tipos va a significar el encarecimiento de la financiación porque el coste del dinero será mayor. En este contexto, las empresas guipuzcoanas tienen que plantearse las medidas que venimos anunciando: salidas al exterior, crecimiento, multilocalización y apuesta decidida por nuevos mercados que puedan suplir la rebaja de nuestras ventas en los mercados tradicionales.
-El presidente de Confebask advirtió recientemente que la falta de créditos puede provocar una recaída de la economía...
-Es evidente que a partir de ahora los créditos van a ser más caros. También es verdad que, debido a la crisis, los criterios de las entidades para la concesión de créditos han vuelto a una ortodoxia bancaria muy acentuada y esto hace que miren con lupa cualquier proyecto y no los otorguen con la alegría de antes de la crisis. Yo no veo un problema de falta de liquidez o de falta de capacidad de nuestras entidades financieras para dar créditos, sino de encarecimiento de éstos y de una mayor ortodoxia bancaria.
«Fusión 'sí o sí'»
-¿La anunciada integración de Kutxa, BBK y Vital ayudará a cubrir estas carencias?
-En este proyecto de que las empresas guipuzcoanas vayan a nuevos países a vender sus productos o a instalar plantas productivas allí, va a resultar clave la capacidad financiera de que dispongan. Para nosotros un proyecto de unión de las tres cajas vascas resulta fundamental. Y también responde no sólo a una necesidad de las empresas en general y de la actual coyuntura económica, sino a la necesidad de ellas mismas, de las cajas, de conseguir un tamaño que les permita ser mucho más competetitivas y potentes. Lo que tenemos que hacer es pedir a todos los agentes que intervienen en este proyecto altura de miras y que entiendan que tiene que salir 'sí o sí' para dar respuesta tanto a las familias como a las empresas, que en el fondo son las que generan riqueza y empleo.
-Otro problema para las empresas guipuzcoanas ha surgido con el rescate financiero solicitado a la UE por Portugal, que es nuestro quinto cliente.
-Tampoco es una buena noticia para nosotros. Un cliente con problemas reducirá su nivel de compras, seguro. El caso de Portugal ahonda más todavía la necesidad de que si nuestros mercados tradicionales no solo no recuperan la fuerza que tenían antes de la crisis sino que encima la reducen, la solución hay que buscarla en otro sitio. Un país que tiene que acudir al fondo de rescate es normal que en el medio plazo lo pase mal y no disponga de la capacidad de compra que tenía hasta ahora. Nos comprarán menos.
-Si añadimos la catástrofe de Japón, la escalada de los precios del petróleo por la inestabilidad del Norte de África y Oriente Medio y el empeoramiento de las previsones económicas del Gobierno de Zapatero, las perspectivas parecen poco alentadoras. Todo apunta a que tenemos crisis para años. ¿Tan mal estamos?
-En los mercados tradicionales en los que hemos funcionado hasta ahora, sí, sin duda. Si tuviésemos que esperar la salida de esta situación de lo que han sido hasta ahora nuestros mercados tradicionales y nuestra manera de funcionar, lo tenemos muy complicado. Ésta es la noticia menos positiva. ¿Cuál es la más positiva? Que el mundo está creciendo, que muchos países lo están haciendo por encima del 5% y que tienen unas necesidades clarísimas en infraestructuras, servicios, empresas... y con unos mercados internos muy importantes que atender. Esto les genera unas necesidades que nos ofrecen la posibilidad de colocar allí nuestros productos. En el mundo, cada año entran en la clase media 70 millones de personas, un nuevo mercado de 70 millones de consumidores que tienen necesidad de comprar un montón de cosas. Y tenemos que conseguir que también nos compren una parte a nosotros.
Exportar más
-Igualmente el paro sigue creciendo, aunque no tanto como en otras regiones españolas, pero eso tampoco consuela.
-Es muy difícil generar empleo neto con un crecimiento inferior al 2%. Hoy creamos empleo, pero menos que el que se destruye o el que necesitamos para absorber a los jóvenes que se incorporan al mundo laboral. Para crear empleo neto es absolutamente necesario un crecimiento mayor de nuestras empresas. Y vuelvo a la misma idea. La oferta de nuestros mercados tradicionales es la que es. Por eso tenemos que hacer cosas diferentes que permitan romper esa tendencia a crecer por debajo del 2% y seguir vendiendo fuera, pero en otros países e, incluso, instalando plantas productivas en ellos.
-Al menos, las exportaciones guipuzcoanas nos siguen dando alegrías. Aumentaron un 17,3% en enero y un 35,5% en febrero. Pero, ¿hasta cuándo lo podrán seguir haciendo con semejante entorno?
-Si nos quedáramos exclusivamente en este entorno, en Europa, seguiríamos creciendo porque estaríamos recuperando parte de lo que hemos perdido durante la crisis. Pero el objetivo es que nuestro crecimiento sea mayor, y no sólo desde un punto de vista cuantitativo sino también cualitativo, en base a mantener exportaciones y presencia en nuestros mercados tradicionales, pero generando a la vez un mayor crecimiento en países en vías de desarrollo.
-¿Qué va a hacer la Cámara de Gipuzkoa para ayudar a las empresas del territorio?
-Cuando en marzo del pasado año llegamos a esta casa, comenzamos a trabajar en lo que denominamos 'la Cámara del futuro', los valores con los que queremos que la Cámara se enfrente a la nueva situación de crisis, y la adecuación del Plan Estratégico 2011-2013 a esa situación. En este plan decimos que tenemos que ser eficientes y que la eficiencia se demuestra porque las empresas pagan nuestros servicios, y nuestro objetivo era dedicar la cuota cameral no a pagar nuestra estructura sino a otras actuaciones en apoyo de las empresas. La decisión de Zapatero de suprimir a partir del próximo año la obligatoriedad de la cuota cameral aceleró nuestros planes. Y ahora estamos en fase de desarrollo de diferentes actuaciones, nuevos servicios, acuerdos con empresas de fuera, trabajo con el Gobierno... y esperamos que los resultados se empiecen a ver este mismo año.
-¿Cuáles son las líneas básicas de ese Plan Estratégico?
-Desde el punto de vista de la internacionalización, hemos analizado cuál debe ser la cadena de valor en una empresa para vender mejor y poder estar en los países en vías de desarrollo, potenciando lo que sabemos hacer bien, así como la búsqueda de proyectos a través de la inteligencia competitiva. Asimismo, hablamos de diplomacia corporativa, de que la gente conozca qué significa trabajar con una empresa guipuzcoana, y de que las empresas puedan realizar compras más competitivas a través de sinergias. De financiación, y la constitución de Kufinex de la mano de Kutxa nos permite ayudar a las empresas a estructurar financieramente sus operaciones internacionales. Y de una red de parques empresariales, en colaboración con el Gobierno y el Grupo Mondragón, para que nuestras empresas puedan montar plantas productivas en otros países.
-¿El pequeño tamaño de la mayoría de nuestras empresas no es un serio obstáculo para salir al exterior?
-También estamos trabajando de manera muy intensa en lo que llamamos 'proyectos integrales'. Hoy, los países en vías de desarrollo no buscan comprar las diferentes piezas de un proyecto para montarlas ellos. Lo que te dicen es 'hágame usted el hospital o el aeropuerto entero'. Por tanto, si queremos optar a este tipo de proyectos, tenemos que dar una respuesta integral. Y la Cámara, al ser neutral, tiene esa capacidad para intentar poner de acuerdo a diferentes empresas para hacer 'joint ventures' y acudir unidas a esos grandes proyectos.
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