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TERESA FLAÑO
Miércoles, 2 de febrero 2011, 02:54
Eider Elizegi pasó cuatro meses en el refugio de montaña de Goûter, el más alto del Mont Blanc. De esta experiencia resultó un libro, 'Mi montaña', que el año pasado ganó el Premio Desnivel de Literatura de Montaña y que se ha editado hace un mes, lo que le ha animado a comenzar una carrera como escritora.
-¿Qué le llevó a tomar la opción de vivir a 3.817 metros de altitud y luego escribir este libro?
-Tenía muy claro que quería vivir una experiencia muy estática en alta montaña. Sentir cosas muy diferentes a las que experimento cuando subo una montaña y enseguida la abandono. Lo que sucedió es que la actividad era tan intensa que no me dio tiempo a tomar ninguna nota. A mi vuelta recuperé los mensajes que había enviado desde el móvil y, junto con las fotografías que había tomado, me puse a revivir la estancia en la montaña.
-¿Antes de partir al refugio tenía claro que iba a escribir un libro sobre su estancia allí?
-Sí. Me parecía una vivencia bastante original. En la literatura de montaña se suele trabajar más en aventuras o escaladas extremas. Creo que queda un hueco, lo que es una pena porque las experiencias más sencillas son las que me llenan más. Me fui con la idea de estar ahí arriba, mirar la montaña con calma y ver cómo el mismo paisaje va cambiando. Tenía claro que merecía la pena plasmarlo. En realidad lo que se cuenta es muy monótono, pero ha requerido un esfuerzo explicar las cosas: por ejemplo describir el frío de ochenta formas diferentes. El libro está lleno de cosas pequeñas y sencillas.
-¿Y ha conseguido ese objetivo?
-Sí, el libro es bastante poético. Está formado por fragmentos muy pequeños que configuran un puzzle. Cuento cómo es la vida en un refugio, historias de gente que he encontrado y momentos sencillos como pisar la nieve. Quería que el entorno, que es muy duro, fuera el verdadero protagonista del libro.
-¿Escribió 'Mi montaña' con la idea de que el público leyera esos textos o sólo era una manera de plasmar por escrito unas sensaciones únicas?
-Para mí, desde muy pequeña, la escritura es muy importante. Escribir es casi un acto involuntario. Entiendo la vida a través de la escritura. Nunca me había atrevido con un texto tan largo y, al principio, me sentía incapaz. Tenía muchos miedos a corregir lo que había puesto en el ordenador. Era una asignatura pendiente y además consideraba que era una apuesta original, así que me lancé a trabajar en ese aspecto que tenía pendiente. Después lo moví por editoriales. Me decían que estaba muy bien pero no acababa de cuajar nada concreto hasta que surgió el premio, lo presenté y gané. Nunca hubiera imaginado que iba a publicar en Desnivel, que para mí es una de las editoriales más importantes.
-¿Y qué ha costado más: terminar el libro o vivir en el refugio?
-Las dos cosas han sido muy complicadas, pero también igual de satisfactorias. En Goûter, el día a día era muy dificil porque cualquier actividad costaba mucho. Por otro lado, escribir el libro suponía enfrentarme a muchos miedos internos que tenía, el primero de ellos saber que una idea es buena y ser lo suficientemente fuerte para ponerme a trabajar en ella. Además, en 'Mi montaña' me muestro muy desnuda, pero tampoco es algo que me preocupe demasiado.
- ¿Y más difícil escribir el libro o la tesis doctoral 'Expresión y actividad biológica de los péptidos derivados de la proadrenomedulina en tumores pulmonares. Nuevos marcadores neuroendocrinos'?
-No lo sé. Son dos historias y dos momentos personales muy diferentes. Estudié Biología, que me resultaba apasionante, y por eso hice el doctorado, pero la vida me ha llevado por otros caminos. En la investigación no me quedaba casi tiempo, tanto material como mental, para dedicarme a la escritura.
- Después ha estado unos meses en los Andes. ¿Va a contar en un libro esa experiencia?
- Mi intención es dedicarme a escribir. Cuando me fui a Suramérica puse en marcha un blog, 'Vagamontañas'. El libro se ha publicado hace un mes y por tanto el primer contacto con la gente que me leía fue a través de la red. Ha resultado muy gratificante. Ahora trabajo en varias cosas que están tomando forma. También tengo otro libro escrito hace tiempo que, si todo va bien, verá la luz este año.
-¿También sobre la montaña?
-Gira alrededor de la escalada en roca, pero desde un punto de vista muy subjetivo y bastante poético.
-¿A la hora de escribir tiene algún referente?
-Consciente no. Me gusta mucho leer, pero tengo tan mala memoria que se me olvida enseguida. Cuando escribo es como si escuchara palabras y por eso luego tengo que enfrentarme a ellas y reescribir el texto para que tome forma.
-¿Y una novata cómo lleva la promoción de su primer libro?
-Ha sido una sorpresa. Soy muy tímida y me cuesta hablar en público. Estoy un poco extrañada con todos los medios que me están llamando. No tenía ni idea de la cantidad de emisoras de radio que existen. Está siendo muy agradable y me anima a seguir.
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