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Veterano. El alpinista abulense Carlos Soria seguirá en su carrera particular por los 14 ochomiles. :: DV
MONTAÑA

Soria, con 72 años, sigue en la carrera de los ochomiles

El veterano alpinista abulense intentará la próxima primavera su undécimo en el Kang

JUAN MANUEL SOTILLOS

Viernes, 3 de diciembre 2010, 04:03

Ganas, motivación, incluso fuerzas,y mucha, mucha ilusión, no le faltan a Carlos Soria, el veteranísimo alpinista abulense que con 72 años se propone ascender la próxima primavera al temido y terrible Kangchenjunga, la tercera elevación del planeta con 8.598 metros, o en su lugar, al Lhotse. Y así nos lo explica: «Mi idea es ir al Kang pero tengo que contar con que vaya alguna expedición puesto que voy solo, por eso no estoy seguro si iré o no. Si no, iré al Lhotse».

Ya ven ustedes, a Carlos Soria, hoy en día con 71 años, proyectos no le faltan: «Vamos a ver si van saliendo. Hay que conseguir dinero y no es fácil...» nos dice, añadiendo, refiriéndose a la edad que «en febrero hago los 72, y así empezaré la temporada, a ver qué pasa....»

El pasado mes de octubre Carlos Soria lograba su décimo ochomil en la cumbre del Manaslu, una montaña que le trae grandes recuerdos: «Le tengo mucho cariño al Manaslu porque fue a esta montaña cuando fui por primera vez al Himalaya, allá por 1973. Pudimos hacer muy poca cosa porque aquél año hizo un otoño muy malo. Fue una expedición en la que pasé mucho miedo. Volvimos en 1975 y ya se hizo cima, aunque yo no pude por un edema que tuve a 7.200 metros. Lo pasé muy mal. Ahora ¡37 años después! he vuelto y esta vez con la cumbre... Ya está hecho... Ha sido un pico muy importante para mí».

Fue, como decimos, su décimo ochomil. Hay que tener en cuenta que del Shisha Pangma hizo la cima secundaria, la que no cuenta entre los 14; pero él mismo se la autovalida como ochomil, porque verdaderamente tiene más de ochomil metros. Le quedan por tanto cuatro: Kangchenjunga, Lhotse, Annapurna y Dhaulagiri.

Después de la primavera que viene, tiempo en que intentará o el Kang o el Lhotse, quiere viajar a Alaska: «Hace 40 años que hice el McKinley y nos gustaría volver este año a rememorar aquella bonita ascensión del año 1970». Y si esto le parece poco, el incombustible Carlos, con esa cuerda que tiene, que nunca se le acaba, irá en otoño a otro ochomil: «Si todo va bien, intentaremos en otoño del próximo año el Dhaulagiri». Dejará para el final de sus 14 el peligroso Annapurna.

Ir al límite hasta con la edad

Es cierto, y además es ley de vida, que pasan y pesan los años conforme uno los va cumpliendo. Y en Carlos Soria esto no es una excepción, aunque casi...: «¿Que si me pesan los años?, ¡ya lo creo!, sobre todo en la rodilla, aunque trato de disimular. Cuando entreno aquí, me duelen y lo paso mal; allí, en las montañas, me siento mucho mejor. ¡Me voy a tener que ir a vivir a la altura!». Hoy por hoy y de continuo no parece que haya gente tan veterana escalando ochomiles. Soria es la gran excepción: «Hay gente muy mayor que sube al Everest o al Cho Oyu, pero no creo que hay ningún caso como el mío». Y piensa continuar en primera línea: «En este momento no hay quien me pare...», dice Carlos, todo orgulloso con lo que hace: «Lo paso bien, es lo que me gusta, y disfruto».

En montaña, se tenga la edad que se tenga, en muchas ocasiones se va al límite de las fuerzas e incluso de las posibilidades de cada uno. Carlos Soria esto lo sabe muy bien, desde que empezó a hacer ochomiles ya con 50 años: «Siempre me ha gustado ir al límite y ahora el límite es la edad». Quizás es una forma de dar ejemplo a la gente más joven. «Si se quiere y se cuida uno se pueden hacer cosas». Desde luego el de Carlos Soria no es un caso normal, es extraordinario que siendo septuagenario siga haciendo expediciones a las montañas del mundo, incluyendo las más altas, los ochomiles. Precisamente, como caso extraordinario que lo es, la pasada semana fue llamado a participar en un congreso de cardiólogos: «Me llevan allí como un bicho raro... La cardióloga que me trata en el Consejo Superior de Deportes, cree que puedo aportar algo y me presto a ello». Su caso puede que sea el único y así nos lo comenta: «No hay nadie con esta edad que esté haciendo estas cosas».

¿Jubilarse de la montaña? Ni lo piensa Carlos Soria. El veterano alpinista seguirá intentando cimas, de ochomil, o más bajas. En dos años le gustaría terminar el proyecto de las catorce cumbres de más de ochomil metros: «Seguiré intentando ochomiles hasta que se me quiten las ganas». Desde luego tiene ganas de terminar con los 14 porque «también me apetecen otras montañas...», dice. De momento, 71 años. Y con 72 dos objetivos por delante, dos ochomiles más por coronar. Efectivamente, todo un caso.

1990: NangaParbat (con 50 años).

1994: Gasherbrum II.

1999: Cho Oyu.

2001: Everest (con 62 años).

2004: K-2 (con 65 años).

2005: Shisha Pangma.

2007: Broad Peak.

11 de mayo de 2008: Makalu.

3 de agosto de 2009: G-I.

1 de octubre de 2010: Manaslu.

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