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Sobresalientes. Los universitarios premiados ayer por Kutxa posaron tras la entrega de galardones en Donostia. :: MICHELENA
Los primeros de la carrera
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Los primeros de la carrera

Kutxa entregó ayer los premios a los mejores expedientes de Gipuzkoa

ARANTXA ALDAZ

Martes, 23 de noviembre 2010, 09:12

No son esos empollones de libro, a los que uno imagina encerrados en casa hincando codos. Los mejores expedientes universitarios de Gipuzkoa estudian, sí, pero también disfrutan y más de uno compagina una segunda titulación con el trabajo y la familia. De perfiles totalmente diferentes, 42 licenciados recibieron ayer los premios que anualmente entrega Kutxa a los universitarios más sobresalientes. A la «satisfacción» de saberse los primeros de la carrera se unió un premio económico de 1.400 euros en el caso de las licenciaturas, ingenierías y arquitecturas, y 1.200 euros para las ingenierías y arquitecturas técnicas, diplomaturas y magisterios.

«En época de crisis, el dinero me viene como caído del cielo», se alegraba la zarauztarra Ruth Aristondo, que terminó en junio la licenciatura de Humanidades y Comunicación en Deusto, una formación complementaria a sus primeros estudios de Diseño y Producción Multimedia. Dice que el secreto para acabar la carrera con matrícula de honor se resume en una combinación de «currículum y suerte». Ella no dejó escapar la oportunidad de un puesto de trabajo. «Hice prácticas en una agencia de comunicación y al mes me ofrecieron un contrato. Es difícil encontrar un empleo. Hay que estar en el momento y sitio oportunos», desvela.

De las dificultades del mercado laboral les advirtió ayer Pedro Miguel Etxenike, presidente del Donostia International Physics Center, quien felicitó en el acto de entrega de premios organizado en Donostia a los alumnos y también a las familias. «Si se ven obligados a emigrar, que lo hagan para aprender con la intención de regresar. Garantizar ese regreso es responsabilidad de las instituciones y de todos cuantos estamos en condiciones de trabajar para hacerlo posible», admitió el catedrático de la UPV. También intervino el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, quien destacó los valores de la colaboracíon, la creatividad y el aprendizaje continuo, entre otros.

Anaitz Goia, de Segura, es uno de los que ha optado por poner tierra de por medio para intentar labrarse su futuro profesional. «El proyecto de Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones lo hice en Irlanda -cuenta este ex alumno de Mondragon Unibertsitatea- y después de hacer los estudios superiores en organización empresarial decidí probar suerte en Londres», de donde regresó expresamente para recoger ayer el premio.

José Miguel Sánchez no pudo llegar a tiempo desde Sao Paulo, adonde se ha desplazado como consultor de una empresa de Madrid. Su madre, Teresa Berrueta, presumió de hijo: «Ha sido un buen alumno -de Tecnun-, trabajador y ordenado, con trece matrículas de honor». José María Arrieta sí pudo desdoblarse de su triple papel de alumno, trabajador y padre. «Decidí estudiar pedagogía en la UPV mientras daba clases de informática -cuenta este licenciado de 46 años-. El premio me hace muchísima ilusión precisamente porque ha sido muy duro compaginar la carrera con el trabajo y la familia».

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