El tríptico de la capilla de San Bernabé ha sido catalogado como Monumento

El retablo ideado por Juan de Anchieta preside el altar mayor de la parroquia San Pedro Apóstol y capta la mirada de aquel que se adentra en la nave central del templo. Además de esta joya datada en el siglo XVI, los imponentes muros góticos de la iglesia esconden en su seno otros tesoros artísticos, caso de los trípticos que se pueden contemplar en las dos capillas que flanquean el altar mayor. Uno de ellos, el tríptico de la familia Elorriaga que se halla en la capilla de San Bernabé ha sido catalogado por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco como Bien Cultural, con la categoría de Monumento. La anterior calificación como Bien Cultural Calificado databa de diciembre de 1999.

Según comenta Miguel Ángel Uranga, quien ejerce de guía en la parroquia, la iglesia de la época fundó ambas capillas en el año 1504 y las 'sorteó' entre las familias adineradas de la época, gran parte de ellas armadores. La capilla de San Antón (a la izquierda de la nave, mirando de frente al altar), fue adjudicada a la familia Sasiola.

«Este hombre procedía de Deba y se casó con una mujer de Zumaia. Entre otras labores, fue embajador en Portugal e Inglaterra». La capilla de Bernabé, por su parte, fue fundada por el armador Juan Martínez Elorriaga, quien encargó la obra ahora catalogada como monumento en un viaje que realizó a Flandes. Se desconoce la identidad del autor del tríptico, pero se sabe que procede de la Escuela de Bruselas. Se presume que fue realizado por un anónimo seguidor de Van der Weyden y Van der Goes a comienzos del siglo XVI, entre los años 1505 y 1510.

«El armador llevó en su viaje las medidas de la capilla y un retrato suyo. Dado que su esposa se quedó en Zumaia, tuvo que elegir entre unas modelos la que más se parecía a su mujer. Los hijos, por su parte, fueron pintados con gran parecido a sus padres».

En la tabla central del conjunto, las figuras de la familia aparecen flanqueando a la imagen de un avejentado San Pedro, quien se alza sobre una estructura que guarda el escudo de armas de la familia de armadores. Los expertos se muestran extrañados ante esta disposición: los donantes (la familia Elorriaga) no aparecen en el reverso de la obra, sino en el anverso, donde iría la escena principal, y en grandes dimensiones, mayores que las figuras que aparecen en el Calvario, en la parte superior de la tabla central.

A la derecha del grupo aparece la figura de Santa Catalina de Alejandría, «quien no tiene ninguna relación con Zumaia, pero sin con Flandes», donde se realizó la obra; en la parte de la izquierda, acompañando a los miembros masculinos de la familia, aparece la imagen de San Bernabé.

Clases entre los 'malos'

Tal como describe Uranga, la imagen del calvario que se alza en la parte superior esconde varias claves: «la gente que aparece a mano derecha de Jesucristo portan ropajes más claros de los que se hallan a su izquierda. Asimismo, el buen ladrón, a mano derecha de Cristo, mira hacia arriba, al cielo; el otro ladrón, quien se encuentra a su izquierda y además aparece reflejado con el pelo rojo, mira hacia abajo. Parece ser que para los autores entre los 'malos' también había clases».

En el ala izquierda del tríptico se pueden admirar el Camino al Calvario y en el paisaje la Oración en el Huerto. En el ala derecha, por su parte, se pueden ver la Resurrección y sobre ella una Piedad. Una vez cerrado el tríptico muestra la escena de la Anunciación, con el ángel y la Virgen, cada uno en una puerta.

Esta obra, así como el templo, se puede visitar de lunes a viernes, de 16.00 a 18.30 horas; los sábados de 10.30 a 13.00 y de 16.00 a 18.30 horas y los domingos después de la misa mayor, de 12.45 a 14.00 horas.