Arantzazu saca sus libros a la calle

«Hemos realizado una gran actividad cultural, pero no hemos sabido venderla, por lo que gran parte de nuestro trabajo se ha quedado en los almacenes», reconocía ayer Iñaki Beristain, miembro de Arantzazuko Lagunak y de la comunidad franciscana del santuario de Arantzazu. Y no lo decía en sentido metafórico, sino de modo absolutamente literal, ya que durante los festivos de octubre -los cinco domingos que le corresponden y el día del Pilar-, la I Feria del Libro del Fondo Editorial de Arantzazu sacará a la calle -en concreto, al claustro del Santuario- parte del producto de esa actividad cultural que se ha quedado durante años en los almacenes, poniéndolo a la venta «a precios simbólicos».

Esta peculiar feria es una nueva iniciativa de la asociación de amigos de Arantzazu que, como recordaron en la presentación de la iniciativa tanto Iñaki Beristain como M. Cruz Gordoa, miembro de la junta directiva, se fundó en 2005 «para ayudar a sostener, actualizar y promover la identidad y valores que la historia de Arantzazu y de los franciscanos nos ha legado».

Dado que el valioso patrimonio cultural que los franciscanos han ido atesorando a lo largo de los más de cinco siglos que llevan en Arantzazu es una parte muy importante pero poco conocida de ese legado, su difusión es uno de los objetivos de Arantzazuko Adiskideak.

Libros de todo tipo

Los libros siempre han sido importantes en Arantzazu. Básicamente, porque Arantzazu ha tenido una importancia capital en la formación de los religiosos de la orden franciscana, lo que obligaba a tener una biblioteca bien provista, y también porque han formado parte de la comunidad de Arantzazu intelectuales y escritores que han dejado mucha huella impresa.

Tras haber tenido que resurgir de las cenizas en cinco ocasiones después de haber sufrido otros tantos incendios , la biblioteca de Arantzazu es uno de los tesoros del santuario. Gestionada desde hace más de dos décadas por Joseba Etxeberria, conserva unos 100.000 ejemplares, destacando su fondo antiguo -posee medio centenar de incunables u obras anteriores al siglo XV- y por sus materiales relacionados con la cultura vasca y el euskera. La de Arantzazu no es una biblioteca pública al uso, pero nunca cierra sus puertas y sus recursos a quien necesite consultarlos.

A partir de mañana, durante los días festivos de octubre esas puertas se abrirán un poco más, y algunas valiosas piezas incluso saldrán de sus estanterías al claustro que acogerá la feria, donde también puede verse una interesante colección de fotos antiguas de Arantzazu.

Si por algo destacan los fondos que podrán conocerse y adquirirse en esta primera edición de una feria que, como indican sus promotores, es «pequeña y modesta» es por su variedad. Podrán encontrarse en la misma materiales recientes, como el lujoso libro relativo a San Francisco de Asís publicado por la editorial italiana FMR, que teniendo en cuenta cuál es su precio 'oficial' se venderá a un precio muy interesante. Los habrá también que, sin ser tan recientes, forman parte de la historia del santuario y de la cultura vasca, como obras de literatos e investigadores franciscanos de la altura de Salbatore Mitxelena, Luis Villasante o Bitoriano Gandiaga, entre otros. Los precios también variarán en función de las características de los libro pero, en términos generales, se mantendrán dentro de la moderación.

En la feria, que como ayer destacaron sus promotores es un aliciente más para acercarse a un lugar que se ha transformado profundamente en los últimos años, también tendrán su stand otras entidades vinculadas a Arantzazu como la revista del mismo nombre, Baketik o la tienda del Santuario.