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SANIDAD

Osakidetza creará un hospital para enfermos crónicos en la zona de Eibar

En la actualidad el Hospital Donostia cuenta con un edificio reservado a estos pacientes. Sanidad reordenará los recursos para hacer frente «al reto del siglo XXI», la cronicidad de las enfermedades

ARANTXA ALDAZ aldaz@diariovasco.com

Jueves, 30 de septiembre 2010, 04:23

La red de centros asistenciales de Osakidetza va a experimentar una profunda transformación en los próximos dos años. Los recursos sanitarios se van a reordenar para hacer frente «al reto más importante de las últimas décadas: la atención a pacientes crónicos». En concreto, el plan presentado ayer por el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, pasa por poner en marcha instalaciones específicas para estos pacientes, de forma separada de los agudos -los que necesitan una atención puntual y no continuada en el tiempo-.

En Gipuzkoa, se construirá un nuevo centro, con capacidad de unas cien camas, en la zona de Eibar. Según fuentes de Osakidetza, la ubicación concreta aún no está definida, pero será, en todo caso, en la zona oeste del territorio. Será el segundo centro de estas características en el territorio. Tras las obras de mejora del año pasado, el edificio Amara del Hospital Donostia se destina exclusivamente para atender a pacientes crónicos.

Según se recoge en el documento con las líneas maestras de la nueva estratagia sanitaria, la idea es «consolidar un nivel intermedio de asistencia entre la atención especializada y la atención primaria». El modelo para crónicos, que Osakidetza llama subagudos, se implantará en hospitales de media estancia, en hospitales comarcales y se creará un nuevo hospital de crónicos en Álava. A falta de más datos, el calendario fija una fecha para que este nuevo modelo esté implantado, diciembre de 2012.

«Los enfermos crónicos no están en el radar del sistema de salud», admite Bengoa en el apartado web creado para informar sobre el reto de la cronicidad en Euskadi, (http://cronicidad.euskadi.net). «Esto es así porque desde hace décadas el sistema se ha construido con una lógica de rescate, de salvar vidas y por ello está centrado en las enfermedades agudas», explica. El avance de las dolencias crónicas urgía al departamento a mover ficha para modernizar el modelo organizativo de 1970 y adecuarlo al siglo XXI. Bengoa no ocultó la urgencia del cambio ya que las enfermedades crónicas son «una epidemia» que hay que afrontar «ya», de lo contrario el sistema sanitario se desmoronaría en diez años. Los datos que se manejan en la actualidad dan buena cuenta de la magnitud del problema. Los pacientes crónicos suponen el 77% del gasto sanitario y el 80% de las atenciones. De seguir así, para 2030 absorberían dos tercios del presupuesto del Gobierno Vasco, lo que es «insostenible», según Bengoa.

Catorce proyectos

Según sus datos, en Euskadi se contabilizan 90.000 enfermos crónicos cada diez años, lo que puede llegar a suponer el 70% de la población, relacionados con patologías osteorticulares, diabetes, asma, enfermedades pulmonares, demencias, hipertensión e hipercolestoremia. «El modelo actual es fundamentalmente reactivo -indicaron desde Osakidetza-, eficaz para el paciente agudo, pero que general hospitalizaciones innecesarias y un incremento del gasto que no se traduce en una mejor atención de la cronicidad.

Para corregir esta situación, la consejería ha diseñado un plan con 14 proyectos clave, entre los cuales destaca la creación de centros específicos para estos pacientes. El objetivo final es mejorar la atención, evitar el uso de recursos innecesarios y, en consecuencia, lograr «una mayor sostenibilidad del actual sistema público».

Entre las herramientas «fundamentales» está la educación al paciente. A partir de este año Osakidetza formará a enfermos crónicos para ejerzan a su vez de guías para otros pacientes, de forma que se consiga mayor adherencia a los tratamientos y un uso apropiado de los recursos. El apoyo a las asociaciones de los pacientes crónicos es otro de los objetivos, al igual que la prevención y la promoción sobre los principales factores de riesgo, a través de proyectos piloto como la reducción del riesgo de padecer la diabetes de tipo 2 o programas de deshabituación tabáquica. Las mejoras serán notables, aseguró, Bengoa. A finales del año que viene ya estará implantada la historia clínica unificada, para ofrecer un tratamiento integral al paciente. También apreciará el uso creciente de la tecnología o los cuidados a domicilio.

La formación de los profesionales en estos nuevos roles ya ha comenzado. En concreto, Osakide-tza ha organizado cursos de formación específicos para enfermeras de cara a la gestión de los crónicos, en particular los casos más complejos. Otros proyectos consisten en mejorar la colaboración sociosanitaria, en ajustar la financiación de los recursos, en implantar la receta electrónica y en crear un centro de investigación para la cronicidad, pendiente de ubicación, como soporte de nuevos conocimientos.

El consejero subrayó que Euskadi es la primera comunidad autónoma que organiza un nuevo sistema de prestación para los enfermos crónicos y ha señalado que, como resultado, se espera que se reduzcan las visitas al médico y las hospitalizaciones, y que los afectados puedan llevar «una vida digna».

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