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:: ALFONSO BERRIDI
Cuatro lenguas en España
ARTÍCULOS DE OPINIÓN

Cuatro lenguas en España

«El euskera nos necesita a todos, y necesita, sobre todo, ser utilizado. Es imprescindible mantener al euskera a salvo de cualquier instrumentalización, de cualquier indiferencia y, cómo no, de cualquier agresión»

JOSÉ MANUEL BUJANDA ARIZMENDI

Domingo, 25 de julio 2010, 04:16

El Estado español es una rica Babel en cuanto a las lenguas se refiere. De todas maneras y, quien desconozca el término bíblico de Babel, me refiero al Babel de las lenguas, le recomiendo la lectura del capítulo 11 del Génesis de la Biblia, donde cuenta cómo los humanos pretendían, con la construcción de esta torre, alcanzar el cielo. Y, cómo, de acuerdo también con la Biblia, Yahvé, para evitar el éxito de la edificación, provocó a modo de castigo que los constructores comenzasen a hablar diferentes lenguas, luego de lo cual reinó la confusión y el caos organizativo. Gallegos, catalanes (Valencia-Baleares también) y vascos (Navarra marca la diferencia) en sus respectivos territorios y con realidades sociolingüísticas muy diferentes, tercian, a su particular manera, en tratar sus bilingües situaciones. Algunos, como signo de futuros sociales y lingüísticos más cohesionados, otros, lo reconozco, se me escapan sus últimas intenciones. No entiendo la política educativa-lingüística del PP gallego. Discrepo del Gobierno de UPN respecto a la 'Ley del Vascuence'. Y puestos a dudar, dudo de la voluntad del Gobierno del 'cambio' de Patxi López por su parálisis de la iniciativa 'Euskera 21' (reflexión de consenso respecto al futuro del euskara en el siglo XXI) en su actitud ante el Consejo Asesor del Euskera, responsable de revisar el Plan General de Promoción del Uso del Euskera, tal y como exigía hace ya dos años el mencionado 'Euskera 21'.

Así escribía yo en este medio el 10-10-2008: «Ojalá que la dirección del PSE, por encima de las próximas elecciones autonómicas vascas esté dispuesto sinceramente a compartir estas reflexiones. Ojalá que sus guiños, y la novedad de sus gestos no sean marketing electoral puro y duro. Ojalá no sea una pura táctica coyuntural y sea un giro estructural. Vivir para ver. «Obras son amores y no la proximidad de las elecciones». Y así se me respondió por responsables del PSE: «No es una operación de marketing: Que nadie piense que la operación sea una 'pura táctica coyuntural'. Los principios del manifiesto guiarán nuestra política más allá de marzo de 2009; estemos en el gobierno o en la oposición».

Vivir para ver...pues creo que ya lo estamos viendo. Ciertamente un alto porcentaje de los habitantes de España vive en comunidades bilingües. Siendo esto así, ¿por qué no apostar, con tranquilidad de espíritu y sosiego emocional patrio, por la normalización de su uso, enseñanza, aprendizaje, difusión y promoción, además de atender al compromiso adquirido por el Estado español en la 'Carta Europea de Lenguas Regionales o Minoritarias'? El Gobierno de España debería pues hacer converger lo 'legal' y lo 'real', implementar la normalización de su uso en las instituciones europeas y cumplir las legislaciones autonómicas en materia lingüística en sus administraciones periféricas. Entiendo yo que la normalización del euskara, catalán y gallego no es contra el castellano, no, y me ratifico, que lo que sí se pretende es sus fomentos, enseñanza, aprendizajes, difusiones y promociones, y ello desde la convicción de que las lenguas no sólo no separan, sino que pueden ayudar a integrar, y que la misma acción por revitalizarlas puede constituir también a un saludable factor de mejora en la misma convivencia. Entiendo también que hay algo claro: las lenguas son patrimonio común, son de todos/as, y nadie debe patrimonializar ninguna de ellas, pero tampoco nadie debe sentirse exonerado de asumir su normalización. Y de ahí la necesidad de que los procesos de normalización lingüística tengan los más amplios consensos posibles en sus respectivas comunidades.

Instrumentalizar o estimular las lenguas como armas arrojadizas es estúpido. Y ello es extensible al aquí más cercano y al allá más lejano. Pero existen también personas en las que los prejuicios lingüísticos son más difíciles de destruir que los mismos átomos, ya lo dijo hace tiempo el propio Albert Einstein, sabio que entendía de átomos, del infinito del universo y de la estupidez humana, y de lo limitado, a veces, del sentido común de los bípedos racionales. En este sentido así lo afirmaba Joan Carles Mélich en 'Totalitarismo y Fecundidad': «La barbarie es todo intento de comprender al otro desde lo mismo, la diversidad desde la unidad, la diferencia desde la identidad. La barbarie es el supremo acto de violencia, de poder, en el que se niega lo distinto».

Apuesta radical pues por la diversidad de las lenguas, y rechazo, radical también, a las desigualdades existentes. Creo que debemos implementar nuestro compromiso por una mayor igualdad entre las lenguas y para que en las siete Euskalerrias los vascos que deseamos vivir en euskara podamos hacerlo. Pasos eficaces hacia el bilingüismo real, progresividad y respeto a la voluntad de la sociedad, convencido de que cuanto más bilingüismo real y efectivo haya, más igualdad y cohesión habrá entre nosotros.

El euskera nos necesita a todos, y necesita, sobre todo, ser utilizado. Es imprescindible, entiendo, mantener al euskera a salvo de cualquier instrumentalización, de cualquier indiferencia y, cómo no, de cualquier agresión. Y sería muy saludable trabajar más para que sea asumido por todos como patrimonio cultural activo y propio. Complicado está siendo ciertamente la normalización de tres de las cuatro lenguas en España.

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