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El silencio, la mirada para contemplar el mundoPara Enrike e Itziar, el bullicio de la plaza Jemaa el Fna de Marrakech, la serenidad de la cordillera del Atlas y la calma ... del desierto de Merzouga comparten un mismo significado: un silencio absoluto. Durante 50 años han vivido inmersos en esa quietud, que ahora cobra vida en un nuevo documental titulado 'Isiltasunetik' (Desde el silencio), dirigido por Telmo Basterretxea, que se presentarán el próximo jueves, día 24, a partir de las 20.00 horas en el teatro Leidor.
El documental narra la crónica de un viaje «lleno de contrastes», en el que el tolosarra Enrike Ceberio y la lizartzarra Itziar Agirrebarrena, personas con discapacidad auditiva, emprendieron una travesía durante la Semana Santa de hace dos años, acompañados por el viajero tolosarra Josu Iztueta. Más allá del recorrido físico, el audiovisual teje un relato profundo sobre la convivencia entre personas sordas y oyentes, el delicado puente tendido por los intérpretes, los encuentros con la comunidad sorda de Marruecos, las reflexiones que surgen al conectar culturas, realidades y formas de entender el silencio, así como las inquietudes compartidas que se funden en un diálogo universal, lleno de silencios que también tienen voz.
Qué Proyección del documental 'Isiltasunetik munduari begira' dirigido por Telmo Basterretxea, y coloquio posterior con el director y miembros del proyecto.
Cuándo 24 de enero a las 20.00 horas en el Leidor. Entrada gratuita, disponible en la taquilla del teatro y a través de internet.
Participantes El tolosarra Enrike Ceberio, la lizartzarra Itziar Agirrebarrena, Josu Iztueta, y música de Juantxo Zeberio Etxetxipia.
Josu Iztueta, miembro de Antxon Bandres Bidariaren Txokoa, es el impulsor del proyecto, cuyo origen se remonta a la infancia de sus dos protagonistas. Cuenta que a lo largo de su vida ha realizado varias expediciones: Tres Pasos, Tres Direcciones; Pangea... Siempre ha tenido otras inquietudes desde niño, y en ese camino, cuando tenía 21 años, conoció a Enrike e Itziar, dos niños de 7 y 8 años, cuyos padres acudieron a él para darles clases de gimnasia y psicomotricidad. Cuarenta años después, decidió emprender un viaje especial con las mismas personas que había conocido siendo niños. Durante la Semana Santa, viajaron juntos a Marruecos.
Desde su silencio emprendieron este viaje con el objetivo de conocer otra cultura, creencias, formas de vida, descubrir otro mundo y mostrar a la sociedad cómo miran estas personas el mundo desde su silencio. Iztueta afirma que este trabajo le ha permitido conocer un mundo, en parte «desconocido». Acompañados por dos intérpretes de lengua de signos, recorrieron las montañas del Atlas, cruzaron el desierto, convivieron con comunidades nómadas y viajaron en furgoneta durante quince días que fueron, «sin duda, los más intensos» que ha vivido en ese lugar.
Los protagonistas no solo han aprendido a habitar ese silencio, sino a convertirlo en una herramienta para explorar, comprender y comunicarse con el mundo de manera que muchos no alcanzan a imaginar. Esta experiencia, en forma de documental, cuenta un viaje que solo es una travesía física, sino una experiencia que invita a mirar más allá de lo que se escucha, hacia lo que realmente se percibe.
Según cuentan sus protagonistas, el propósito principal del documental no solo es narrar el viaje, sino también permitir que cada espectador se ponga en la piel de las personas sordas y experimente sus emociones. Durante el recorrido, la convivencia entre oyentes y personas sordas fue posible gracias a la labor de varias intérpretes de lengua de signos, ya que, de otro modo, esos dos mundos no habrían logrado comunicarse con tanta facilidad. Tras la experiencia recalcan que aunque Euskal Herria y Marruecos existan lenguas y culturas distintas, cuando se encuentran dos personas sordas de ambos lugares, se crea una conexión basada en una identidad compartida. Si bien hay diferencias entre los lenguajes de signos de ambos sitios, la comunicación entre personas sordas resulta más sencilla que entre personas oyentes.
En 2023, el proyecto recibió la beca Joxe Takolo, otorgada por el Ayuntamiento de Azpeitia, la Federación Vasca de Alpinismo y Lagun Onak. Esta beca está destinada a iniciativas relacionadas con la alta montaña, la aventura, la ciencia, la exploración o la divulgación. En este caso, se concedió para la creación de un documental protagonizado por dos tolosarras con discapacidad auditiva, que relatan su experiencia durante un viaje a Marruecos.
La beca busca contribuir a la difusión de la experiencia tanto durante el desarrollo de la actividad, a través de la colaboración de los representantes institucionales, como al finalizar la misma a través de la red de proyecciones.
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