Tolosa

El Pleno confirma la protección para la villa Sagrado Corazón de San Francisco

Se ha aceptado un punto de las dos alegaciones presentadas tras su aprobación inicial. Por ello, las comunidades de las viviendas colindantes han sido consideradas como partes interesadas. De esta forma, se ha puesto a su disposición el expediente, y tendrán la información de las acciones administrativas en todo momento.

Durante este tiempo también se han recibido respuestas de la Diputación Foral de Gipuzkoa y del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. La Diputación recomienda, entre otras cosas, que se elabore una ficha del edificio. El Ayuntamiento tiene previsto poner en marcha el nuevo procedimiento para completar el catálogo municipal del patrimonio, donde se completarán las fichas de cada edificio, incluida la de la Villa Sagrado Corazón.

Desde el gobierno municipal destacaron que el Gobierno Vasco ha visto con buenos ojos el paso dado por el ayuntamiento. «Propone incluso un mayor grado de protección del edificio, e incide en que su inclusión y protección en el catálogo municipal del patrimonio es destacable», comentaron desde EH Bildu.

Hay que recordar que el anterior proyecto de urbanización contemplaba la creación de dos bloques de viviendas tras el derribo del chalet. Uno daba al mismo paseo San Francisco, y el segundo a la trasera, al hotel Oria, abriéndose entre ambos una nueva calle. El proyecto contemplaba 23 viviendas dotadas de garajes.

Con el nuevo planteamiento, se quiere construir el mismo número de viviendas, pero manteniendo intacto el chalet, sin demolerlo ni si quiera en su interior. Eso quiere decir que el nuevo edificio de la parte trasera será bastante más grande que el que se preveía. Contará con dos plantas más e incluirá algunas otras modificaciones.

La oposición volvió a expresar sus dudas sobre la solución adoptada. A juicio del PNV, ha sido la promotora quien ha marcado las directrices, y no se ha tenido en cuenta el impacto urbanístico que va a tener la construcción de «un piso de semejante altura» en la zona, ni se ha contado con la opinión de los vecinos. Consideran los jeltzales que lo lógico hubiera sido hacer un estudio pormenorizado del valor real del edificio para saber si había algún elemento susceptible de ser salvaguardado y protegido.

El PSE-EE puso en duda semejante operación de «impacto urbanístico» para proteger un chalet que, a su juicio, carece del valor que se le atribuye. El concejal socialista cree que es imposible proteger todo el patrimonio, y se pregunta qué sería de los cientos de tolosarras que viven en San Francisco y en la avenida de Navarra si se hubieran protegido todas las villas existentes. «Sería un parque jurásico de edificios abandonados», expresó. También reiteró sus dudas en torno a que el Ayuntamiento se haga con la propiedad de un nuevo inmueble teniendo en cuenta los muchos municipales que están vacíos: Iturriza, Arkaute, Sevendenea, Iurreamendi...

EH Bildu replicó al PNV mostrando su extrañeza de que pusiera en cuestión el trabajo de los técnicos que han valorado la importancia que tiene el edificio y han apreciado que el Ayuntamiento esté dando pasos de cara a su protección. Y contestó al PSE-EE señalando que los usos para los edificios municipales están fijados con sus proyectos rehabilitadores fijados, como el museo de Arkaute o la casa del euskera en el palacio Iturriza.

El edificio número 37 de San Francisco data de 1905 y es el último de los chalets que originariamente distinguían el paseo San Francisco. Su construcción fue promovida por Guillermo de la Lama, juez municipal, como residencia privada, y diseñada por el maestro de obras Julián Eizaguirre. El inmueble, que durante los últimos años ha servido como Dispensario de la Cruz Roja atendido por la Compañía de las Hijas de la Caridad y la labor de la Fundación Etxaniz.