Antxon Elosegui | Una vida en frases

«Ojalá me recuerden como alguien que amó a su pueblo y fue bravo, noble y con casta»

Incansable gestor de actividades culturales, festivas y sociales a lo largo de toda su vida, fundador del CIT, impulsor de todo tipo de iniciativas, reconocido por su implicación en el carnaval, promotor de utopías, empresario taurino... Antxon Elósegui ha sido, ante todo, un espíritu independiente que ha mantenido intacta, hasta el final, su capacidad de ilusionar.

El mayor reconocimiento que le podemos tributar desde esta página es plasmar algunos de sus pensamientos, extraídos de largas conversaciones mantenidas con él, de entrevistas y homenajes. También de sus reflexiones contenidas en el magnífico libro que escribió Joxemari Iturralde. Porque demasiadas loas sonarían a impostadas y no le gustarían a Antxon, poco amante de las 'handikeris', como decía él.

Así que.... 'Goñi, apunta'.

La importancia de la utopía. «Mi afán ha sido convertir las utopías en realidades, pero siempre desde un soporte humanista. Hemos organizado actividades no para obtener éxitos, sino para trascender el mensaje que mandas a través de ellas. Es decir, buscar la profundidad y el calado que tienen, pensar en el mensaje que mandamos a las nuevas generaciones y a los futuros tolosarras. Me han interesado mucho más las personas que los cargos. Tratando siempre de debatir y no de rebatir».

Pertenencia al grupo. «El mayor mérito que puedo tener es el de haber formado equipos de personas que han tenido siempre sensibilidad, cultura, y amor al pueblo; ha sido un lujo haber convivido con ellas. Me acuerdo especialmente del primer equipo del CIT, que tuvo que sacar adelante el proyecto en una época muy dura. Eran años convulsos, de conflictos permanentes».

Espíritu independiente. «Nunca he estado afiliado a ningún partido político, porque entendí que no hacía falta tener un carnet para trabajar en positivo por el pueblo».

Carnaval de Tolosa. «Para mí, es un sentimiento. Cuando escucho las canciones de los Iñauterik me emociono. El carnaval tiene que seguir por la senda correcta porque tengo la sensación de que nos hemos desviado del camino. Antes que incrementar presupuestos y de pensar en cualquier otra cosa para mejorar la fiesta, hace falta generar el sentimiento. Después llegarán las ideas y el dinero».

La Tolosa de hoyT. «Tolosa tiene una gran riqueza social, festiva y cultural. Se celebran muchas actividades. No dudo de que sean valiosas, pero me pregunto si no son demasiadas. A mí me gustaría que fueran más importantes, más señaladas, más singulares... aunque haya menos. Tenemos una gran riqueza en Tolosa, hay mucha capacidad de gestión, de generar actividades. Debemos aprovechar esta fuerza motora para impulsar algo fuerte, señalado, distinto. Tenemos un buen ejemplo en nuestros antepasados, que fueron capaces, por iniciativa privada, de crear el estadio Berazubi, la plaza de toros o el frontón Beotibar».

La fundación del CIT. «Cuando me preguntan cómo surgió el CIT, siempre me viene una palabra a la mente: sentimiento. Queríamos crear una asociación guiada por el componente humano y que, al mismo tiempo, tuviera la creatividad de impulsar actividades para el pueblo, con inquietud, personalidad, atracción y amplitud de miras. Se trataba de crear un centro independiente que creyera en sus posibilidades, humilde pero ambicioso al mismo tiempo, que tuviera acendrado sentido cultural, festivo, y que estuviera muy arraigado en la villa. El CIT fue un proyecto en el que muy pocos creían en aquellos primeros años. Arrancamos con ilusión, ganas, fuerza.. y siempre guiados por esa creencia en el fomento de las relaciones personales, entre nosotros y también de cara al exterior».

La falta de industria. «Echo en falta más industria en Tolosa. Se dice que no contamos con espacios para que se instalen grandes empresas, pero tendríamos que haber sido imaginativos en el momento en que se hundieron las papeleras. Tenía que haber habido una visión de futuro en torno, por ejemplo, a la creación de empresas de «bata blanca». Atraer empresas pioneras, que no polucionan, con gente joven muy cualificada, industrias que no necesitan grandes espacios».

Espíritu inquieto «Siempre he tenido una actitud positiva para creer y crear cosas. Y me he rodeado de gente que ha sabido entenderme y, de paso, también me ha aguantado. Siempre he tratado de moverme por la ilusión. Guiados por este impulso, hemos logrado que objetivos que parecían utopías también hayan acabado conviertiéndose en realidad, como el propio CIT».

Los toros. «Cuando ya tenía 60 años, por mi afición a los toros y el cariño a mi pueblo, pensé que San Juan tenía que tener otro protagonismo, de acuerdo a su historia. Nos reunimos unos cuantos amigos aficionados de Tolosa, Haro y San Sebastián. Impulsamos unas 40 o 50 corridas entre Tolosa y Haro. En sanjuanes de 1992, pusimos el primer cartel de 'No hay billetes'. Le echamos mucho valor, por el fuerte presupuesto de los festejos, pero estoy muy orgulloso de lo que hicimos. Nuestro objetivo era no tener pérdidas económicas».

La carta de ETA. «Ahora lees que hacen un homenaje oficial a tal, o que van a hacer otro homenaje a cual. Todo eso está muy bien pero tú piensas. ¿Dónde estábais todos entonces? ¿Qué hacíais en aquel momento? Y eso que a mí, a fin de cuentas, no me mataron, pero a la gente que mataron y secuestraron.... sus familias tuvieron el mismo vacío. Nosotros éramos como leprosos entonces».

La carta de ETA.. «Hubiera ido con cualquiera de los dos hasta el fin del mundo. Seguro que, entre todos, con el corazón y el empuje de Patxi y la sonrisa y ternura de Francisco Javier Gómez Elósegui, sacarán una charanga mejor que la de aquí abajo. La vida es dura y corta. Esforcémonos para que el paso por ella sea amable y generoso».

Un lema de su vida «Trabaja como si fueras a vivir siempre, y diviértete como si fueras a morir mañana».

La felicidad. « Si tomamos conciencia de cómo vive la mayor parte del mundo, ser feliz es muy difícil y hasta resulta un poco egoísta. Lo que sí me considero es afortunado por el lugar donde he nacido, he luchado, he convivido, me he divertido y he sufrido, afortunado por la salud y la familia que tengo».

La religión y la muerte. «Todas las religiones se han apoyado en la idea de que la vida es efímera, y nos ofrecen consuelo ante la incertidumbre de no saber lo que hay después de la muerte. Tuve la suerte de conocer en Chile la gran labor que realizaban los religiosos de aquí. Tienen toda mi admiración. La religión tiene valores muy positivos, y aunque soy mal practicante, creo en ellos».

Cómo me recordarán. «Me deben valorar los demás. Habré hecho algunas cosas bien y otras mal, cada uno tendrá su opinión y me juzgará por ello. Porque aunque eres amado cuando naces y cuando mueres, es de ti de quien depende todo lo que hayas hecho en el transcurso de la vida. Las personas, como los árboles, se conocen por sus hechos, por sus frutos y no por sus raíces. Quiero que recuerden que he sido una persona que amó a su pueblo y fue bravo, noble y con casta».

Antxon, amigo, descansa en paz. Dale un abrazo al aita. Y brindad juntos allá donde estéis.