Flores y plantas para todos

Amaneció soleado, y poco a poco fue cambiando el viento hasta terminar en una tarde de lluvias y fría, de temperaturas difíciles. Durante toda la mañana hubo mucha, mucha animación en la Azoka, en la jornada de feria extraordinaria de Flores y plantas ornamentales. A los puestos instalados en la plaza del Triángulo se sumaron el que preparó la asociación de apicultores de Gipuzkoa, con abejas vivas, productos y talleres especializados y la propuesta en torno a las bicicletas y la reutilización en frente del archivo. Una mañana especial, centrada sobre todo en las plantas ornamentales.

Se notó que el sol tempranero animó a muchos compradores a hacerse con las especies que van a adornar los balcones y jardines. Eran muchos, los que a las 09.00 de la mañana ya, consultaban y dejaban encargadas sus especies preferidas. A decir verdad, tuvieron mucho dónde elegir y se veía muchos que apostaban por una colección clásica, y quienes se atrevían con especies menos habituales, más sorpresivas. Llamaron la atención los geranios Randy que presentó Azpiazu, esta vez ubicado en el Triángulo. Tuvo también geranios hiedra y normales, alegrías, tagetes o lobelias entre otras. Mostró además una extraordinaria colección de planta aromática, que se salía de las ya convencionales romeros, oréganos, salvias o mentas.

Enamoraba la colección de arces japonese que ofrecen semana tras semana, y que sábado tras sábado se van vendiendo a ritmo constante. Junto a ellos hubo invitados que completaron la propuesta con una amplia diversidad de cítricos, con coníferas enanas, con algunos frutales de pepita y con rosales, hortensias, o distintas plurianuales. Uno de los puestos que atraía muchas de las miradas era el de joyería artesanal basada en plantas.

Pasando al Zerkausi pudimos ver una propuesta cada vez más variada de guisantes del país, de haba del país y de patata nueva que, propias de esta época, despiertan los deseos de los paladares más exquisitos. Hubo lechuga nueva de gran calidad también, así como ajos frescos o cebolletas de gran finura.

Para terminar de redondear el menú muchos pensaron en las zizas de primavera que hubo disponibles. La variedad de precios era amplia; acordes a la calidad del producto, iban desde los 18-20 euros hasta los 60, del producto de más calidad. Los especializados ofrecían también ziza horis, hongos y algunas trompetas de la muerte.