Tolosa
Educación canina tolosarraConvivencia. Xabi Moyua imparte clases de educación canina que cada vez tienen más adeptos. «Los perros siempre están aprendiendo y dispuestos a hacerlo», asegura
Tolosa
Sábado, 15 de junio 2024, 21:04
A Xabi Moyua no le gusta hablar de 'adiestramiento', sino de educación canina. Este tolosarra se encarga de educar a los canes, siempre con la intención de mejorar su convivencia en el día a día. Son muchos los dueños que acuden a sus clases, que siempre comienzan fuera de la calle. Porque lo primero, dice, es entrenar con los animales fuera de estímulos. Una vez se han asentado las bases educativas y que los perros las han interiorizado, las clases pasan al exterior, donde se exploran las situaciones reales que van a surgir.
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Cada vez hay más perros censados en Tolosa. Xabi cuenta lo que cree que aportan al ser humano. «Si nunca has compartido tu vida con uno no lo vas a entender. Las cifras no engañan y por algo cada vez más gente quiere tenerlos. El perro es un ser vivo que te da todo a cambio de nada o casi nada, una caricia, una mirada, un gesto de aprobación, alimento, paseo. Te aporta compañía y lealtad hasta límites inimaginables». Pero, ojo, aquí está el matiz interesante que apunta el propio educador de 'Urubi'. «Podemos llegar a confundirnos con una interpretación errónea de sus necesidades básicas y acabar humanizándolo, lo que puede acarrear futuros problemas en la convivencia y en su bienestar».
Las clases se organizan de manera grupal. Todos aquellos que han pasado ya la primera fase pueden acudir a los grupos, en dos horarios de mañana o tarde, normalmente martes y jueves.
Los ejercicios están enfocados a situaciones que se nos pueden presentar a diario. «Queremos tener perros con los cuales poder convivir sin causar molestias y así poder disfrutar con ellos formando parte de nuestras actividades. En resumen, perros educados. No hay mayor satisfacción para quien acude a nuestras clases que poder entrar a un comercio, por ejemplo, y que los feliciten tanto a él como a su perro por su buen comportamiento», expone Moyua.
«Cada perro es diferente»
No hay una media de tiempo para saber cuánto necesita un perro para adquirir los conocimientos necesarios. Influyen muchos factores. Se suele trabajar durante tres meses una hora semanal, pero esto no garantiza al 100% que el proceso después de este tiempo esté finalizado. «Si pusiéramos una fecha tope, las consecuencias las sufrirá el perro, ya bien sea por prisas o por poder alcanzar un objetivo ya marcado con anterioridad. No corremos; vamos poco a poco; tiene que ser un proceso flexible y asumible, sobre todo para el perro. Desde la tranquilidad y comprensión llegarán los resultados», asegura Xabi.
Preguntamos también al educador si, una vez acabadas las clases, el can adquiere ya para siempre los conocimientos. «Lo aprendido no se les olvida, otra cosa es que vuelva a repetir conductas anteriores debido a que las familias dejan de ser constantes en el entrenamiento del aprendizaje. Si hemos construido bien todo y somos constantes, tenemos que disfrutar ofreciéndole momentos de interactuación con nosotros. Esto será bueno para él, tanto a nivel social como mental». Y he aquí la clave: «No sólo puedes cubrir sus necesidades soltándole en el parque media hora al día. Es importantísimo nutrirle de más experiencias».
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He aquí otra pregunta recurrente. ¿Hay razas que aprenden antes que otras? «Tenemos que tener en cuenta», dice Moyua, que no sólo entran en esta ecuación el perro o su raza. «Hay un papel muy importante por parte de la familia con la que vive». «Su implicación en el proceso es de gran ayuda, ya que podemos tener un perro complicado, y con un buen trabajo podemos apreciar grandes avances. Por el contrario, un perro a priori con una mayor predisposición y muy poco empeño prospera menos en todo el proceso educativo».
Los cursos sirven para canes de cualquier edad, pero Xabier aconseja traerlos cuando son más jóvenes. «Si empezamos desde muy temprano, las clases ayudarán en su educación. También es verdad que al tratarse de perros y debido a su elasticidad y capacidad de adaptación no podemos encerrarnos en una sola creencia», apunta. «Los perros siempre están aprendiendo y dispuestos a hacerlo», expone Xabi. Por eso a él también le gusta mucho trabajar con perros veteranos o adultos, ante los que sus familias creían no se podría hacer nada con ellos por que ya era tarde. «Se sorprenden al ver que estaban equivocados», concluye emocionado el educador.
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