Tolosa

47 edificios podrían ser protegidos

De esta manera, el Ayuntamiento de Tolosa ha decidido poner en marcha un estudio sobre la conveniencia de incluir en el catálogo el resto de chalets y villas, así como algunos edificios residenciales y otros institucionales de la localidad, que puedan albergar algún tipo de interés arquitectónico.

Atendiendo a las propuestas realizadas por las y los arquitectos municipales y la Dirección de Patrimonio Cultural del Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, se analizarán un total de 47 edificios: 19 edificios de tipología chalet (entre ellos, las casas Arkaute, Izaskun, Villa María, Ibai-gain, Itxaropena u Oriaburu), 25 edificios residenciales colectivos y otros tres edificios institucionales. «Se realizará un estudio de cada uno de estos edificios y se elaborará la ficha correspondiente para comprobar cuál sería el grado de protección de cada edificio o de sus elementos», explicó el concejal de Urbanismo, Ander Figerido.

Mientras tanto, se suspenderán las licencias de demolición total de estos edificios o las autorizaciones para obras que afecten a fachadas durante un periodo máximo de un año. Es decir, hasta que se adopte el acuerdo de aprobación inicial de la modificación del Catálogo del PGOU de Tolosa.

Joxemari Villanueva, del PSE-EE, mostró su preocupación por la decisión adoptada. En su opinión, un acuerdo de este tipo podría dificultar el acceso a la vivienda de la ciudadanía. «Estamos construyendo la casa por la ventana y las prisas son malas consejeras. Para empezar, tendríamos que evaluar cuántas viviendas son necesarias en Tolosa en el futuro, antes de lanzarnos a proteger inmuebles, teniendo en cuenta que muchos de ellos tienen fijado legalmente un aprovechamiento urbanístico».

El concejal socialista puso el ejemplo de la zona cercana a la rotonda del puente Nuevo, donde «una empresa promotora tiene la intención y el aprovechamiento adquirido para construir unas sesenta viviendas en sustitución de varias villas», algunas ya abandonadas, una acción que esta nueva estrategia le impediría aunque, según Villanueva, «la empresa tendría todo el derecho porque el Plan General así lo posibilita y ganaría cualquier pleito al Ayuntamiento con el coste que ello supondría».

Villanueva argumentó que una estrategia similar impulsada por el Ayuntamiento de Donostia estaba trayendo muchos problemas legales al Ayuntamiento y, como está ocurriendo en la capital, cree que en Tolosa supondría también el abandono de muchos edificios que serían protegidos y que acabarían abandonados, además de provocar que ningún promotor urbanístico tuviera, a partir de ahora, el más mínimo interés de invertir en Tolosa».

Xarles Iturbe, del PNV, cree que se puede conjugar la protección a los edificios que su grupo defiende, con un planteamiento más racional. «Aprobar la protección sin seguir las directrices del Plan General de Ordenación Urbana, norma que está por encima del Catálogo, puede acarrear conclusiones nefastas al municipio». «Hay inmuebles que tienen reconocidos aprovechamientos urbanísticos y podría propiciarse un camino legal complicado para el consistorio. Sería mejor dejar el tema sobre la mesa, aprobar primero el nuevo Plan General, recabar la información de expertos en la materia, y después decidir sobre el Catálogo Municipal», opinaron desde el PNV.

Desde el gobierno municipal consideraron que los grupos de la oposición estaban mandando un mensaje «catastrofista» a la opinión pública. «Se trata de establecer prioridades. Hacer un nuevo Plan General es un proceso largo y laborioso. Lo que vamos a hacer es emprender a un camino para saber con exactitud qué grado de protección necesita cada edificio», precisó Figerido, que tampoco vio la necesidad de contratar a otros expertos, «teniendo en cuenta que en el Ayuntamiento -dijo-, contamos con técnicos sobradamente entendidos en estos asuntos».

En opinión de EH Bildu, la solución al problema de la vivienda no «es construir y construir viviendas y más viviendas, teniendo en cuenta además la cantidad de pisos vacíos existentes». Ander Figerido dijo que un pueblo como Tolosa «no podría tener 30.000 habitantes». El alcalde, Andu Martinez de Rituerto, apuntó que este tipo de promociones no son la solución al problema de acceso a la vivienda que tienen los jóvenes, y consideró relevante que el futuro de Tolosa también recogiese el pasado, a través de la salvaguarda de los edificios emblemáticos que tiene el municipio.

Sobre el ejemplo puesto por Villanueva en relación a la zona del puente Nuevo, Figerido recordó que existe un propietario que vive y quiere seguir viviendo allí, y «le asiste todo el derecho a hacerlo».

En el Pleno se trataron además otros asuntos, como el reforzamiento de la ayuda a domicilio o el Plan de Euskera, que serán objetivo de análisis en posteriores crónicas.