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ELENE ARANDIA
TOLOSA.
Domingo, 17 de junio 2018, 00:12
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A pesar de no contar con buen pronóstico para el día de ayer, el sol brilló como lo deseado, y es que finalmente, a partir del mediodía, el sol se asomó como de costumbre en esta jornada para dar paso a un día de las cuadrillas lleno de fiesta y buen ambiente.
La edición de esta vez ha servido como precedente; ya que hace seis años, en el 2012, se celebró en la víspera de San Juan. Este día, sin embargo, se ha convertido en uno de los ejes de esta fiesta patronal, y debido a la fuerza que ha adquirido entre los tolosarras, especialmente entre el público joven y adulto, este año, la comisión de cuadrillas decidió dejar en manos del público la decisión sobre qué día se iba a celebrar, a través de una encuesta online.
A pesar de los días soleados de los últimos días, la previsión meteorológica se cumplió, y la lluvia estuvo presente durante toda la jornada, aunque no fue motivo alguno para dejar de celebrarlo. La temática de este año, las tribus, dio una vez más juego a los grupos más imaginativos, y se pudieron ver adornos de todo tipo.
Este año, de nuevo, las entradas para participar en la comida se han agotado en cuestión de pocas horas. Varias cuadrillas se dieron cita por la mañana en la plaza Nueva momentos antes del chupinazo para realizar varios juegos entre cuadrillas, y así nombrar a las que el próximo año organizarán la fiesta, idea ya se ha convertido en una costumbre en los últimos años.
La comida popular de la plaza Euskal Herria, que este año se ha cubierto con más carpas de lo habitual, es uno de los momentos más esperados del día. En la jornada de ayer se reunieron alrededor de 120 grupos en total, y más de 1.400 jóvenes. A pesar del elevado número, esta cifra, en cambio, no es representativa del ambiente que se genera, ya que debido al límite establecido son muchas las cuadrillas que deciden reunirse fuera de este recinto y unirse a la fiesta posteriormente, por lo que la cifra asciende a 2.000 personas a lo largo del día, una vez que el ambiente se extiende por las calles de la Parte Vieja.
Tras una breve y musicalizada sobremesa, el grupo de percusión tolosarra Mulambo congregó a toda la gente, y desde la plaza Euskal Herria realizaron su recorrido por toda la Parte Vieja.
Al término de esta kalejira tradicional, la electro-charanga Burrumba recorrió las calles desde la plaza Nueva, y para los que aún tenían ganas de más fiesta, pudieron disfrutar el concierto de Gabezin y de más sonido de charanga, de la mano de Jainekin.
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