Maitena Monroy. IÑIGO ROYO

Maitena Monroy: «No hay que combatir el miedo, sino lo que produce el miedo»

Experta en violencia de género y autodefensa feminista ·

Ofrecerá esta semana en la Casa de Cultura el taller 'Autodefensa feminista en las fiestas y nuestras vidas', de la Escuela de Empoderamiento

E. Arandia

Tolosa.

Miércoles, 20 de octubre 2021, 00:10

Continúa el curso de otoño de la Escuela de Empoderamiento. Hace 16 años que la experta en violencia de género y autodefensa feminista Maitena Monroy ( ... Bilbao, 1972) comenzó a impartir el taller en Tolosa, y lleva más de tres décadas con los talleres de autodefensa feminista. El viernes y el sábado volverá a ofrecer un taller de autodefensa feminista de la Escuela de Empoderamiento, esta vez centrado en el ámbito diario y festivo.

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–El taller se va a centrar en las agresiones machistas en el ámbito diario y festivo. ¿Por qué?

–Porque pese a que la violencia sexista tiene el mismo origen sus expresiones son múltiples. Creemos que había y hay una demanda, pese al período de pandemia vivido, de seguir conquistando espacios libres de violencia contra las mujeres en la noche, la fiesta, los espacios de ocio como pueden ser las lonjas, etc. ¿En qué consistirá? En analizar qué es lo que pasa en esos espacios, cómo se ejerce la violencia simbólica y/o material contra las mujeres y cómo podemos enfrentar cualquier situación de discriminación o violencia. Generar espacios libres de violencia nos compete a todas y a todos, es decir, repensar los espacios, las estructuras, la organización de las fiestas, etc, para que la violencia no tenga espacio y si se produce saber cómo actuar colectivamente.

–¿Cómo se refleja la desigualdad en el contexto festivo?

–Hay una primera parte invisibilizada que tiene que ver con los mensajes que reciben por un lado las mujeres, muchas veces a través del terror sexual, y por otro los hombres a los que no se les suele cuestionar sus comportamientos 'en la fiesta'. Son muy importantes los mensajes que se lanzan por las instituciones y las comisiones de fiestas para garantizar que en la fiesta no hay espacio para la violencia. Luego, puede haber una parte física, de diseño de estructuras que pueden facilitar no solo las agresiones sino la impunidad de las mismas al ser espacios alejados de las zonas concurridas, por ejemplo, dónde se colocan los wc, si son suficientes o no. Lo que ocurrió en Lugo con la grabación de decenas de mujeres cuando iban a orinar en la calle, es solo un ejemplo de ello. Y podríamos seguir con la música que escuchamos, que bailamos, si promueve la violencia sexista, con la ocupación de la calle y el aprovechar los espacios concurridos para abusar de las mujeres que se encuentran en ellos y así un largo etc.

–¿Qué herramientas ofrecerá?

–Primero de identificación del derecho a una vida libre de violencia en cualquier espacio y circunstancias, luego como señalaba antes analizando cómo se expresa la desigualdad y la violencia en las fiestas para a partir de ahí diseñar las estrategias de autodefensa feminista individual y colectiva.

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–¿Cuál es el perfil actual de las mujeres participantes?

–Muy variado, la verdad. Comenzamos a trabajar con las niñas a partir de los 7 años y la mujer más mayor que vino a un taller tenía 88 años y fue en México. Ahora vienen muchas mujeres no solo para sentirse más seguras sino para formarse en feminismo. Acuden muchas mujeres en la franja entre los 30 a los 50 años. Ha dejado de ser una actividad para mujeres que han sufrido violencia o para mujeres jóvenes para pasar a ser una actividad más del paquete de empoderamiento de las mujeres.

Escuela de Empoderamiento

  • Qué 'Autodefensa feminista en las fiestas y en nuestras vidas', viernes de 16.00 a 20.00 horas, y sábado de 10.00 a 14.00 horas, en la Casa de Cultura.

  • Inscripciones Matrícula cinco euros, en tolosakoudala.org/berdintasuna, llamando al 943 61 03 83 o escribiendo a berdintasuna@tolosa.eus.

–Ha impartido muchos talleres. ¿Qué evolución ha visto en los últimos años?

–Sobre todo, de una enorme sensibilización social, al menos en superficie, porque cuando indagamos un poco más y sobre todo cuando los victimarios son de entornos próximos todo se vuelve menos 'sensible' con las víctimas. Hay todavía un gran trabajo, profundo, para desterrar estereotipos y modelos de género que minimizan o incluso normalizan ciertas violencias y en ciertos espacios más.

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–Dice que «las mujeres tenemos que combatir el terror, no el miedo».

–Sí, el miedo es una emoción humana imprescindible para la supervivencia, saber identificar a qué le tienes miedo es fundamental para diseñar la estrategia de supervivencia. El terror, por contra, te lleva al bloqueo, al pánico, nos siguen diciendo a las niñas y mujeres 'cuidado con lo que haces, con quién vas', sin darnos adecuadas herramientas para reconocer el sexismo, que es la base de la desigualdad. Quiero recordar que la violencia no solo es expresión de la desigualdad sino también de la resistencia machista a la igualdad. Acaba de lanzarse una campaña institucional contra la violencia sexual, para mi acertada, que indica que no hay que combatir el miedo sino lo que lo produce. No hay que combatir cómo se sienten las mujeres en una sociedad patriarcal sino acabar con el patriarcado.

–Todavía hay quien confunde los conceptos autodefensa feminista y defensa personal...

–Es normal, mucha gente al pensar en violencia piensa en el golpe o en un acto violento físico, y por eso les viene a la cabeza la defensa personal, pero eso es solo lo que vemos porque es lo más expresivo y salvaje.En la violencia contra las mujeres se da una característica específica que no se da en otras violencias, y es que los agresores y el sistema patriarcal no buscan acabar con las mujeres sino el control de las mismas y es cuando no pueden cuando cometen los asesinatos. Para entender la violencia sexista es necesario formarse en teoría feminista. Un pequeño ejemplo, en los talleres con chicas adolescentes les suelo preguntar qué harían si un chico que les gusta les comienza a besar pero a ellas no les gusta. Un porcentaje alto, de alrededor del 40%, dicen que no le dirían nada por miedo, bien a no gustarle o bien a que se enfade y ya no quiera estar con ellas. Eso no se arregla con defensa personal sino con feminismo.

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