Tolosa
Cálida despedida a los niños saharauisHubo juegos, música, talleres infantiles, cena popular, kalejira, y también hubo espacio para la reivindicación y la solidaridad
El Tinglado de Tolosa acogió este fin de semana una cálida fiesta de despedida a los niños y niñas saharauis que han pasado este ... verano en la comarca, y que regresarán este jueves, día 29 de agosto, a los campos de refugiados. El acto resultó bonito y entrañable, con juegos y talleres infantiles, kalejira, cena popular y música. En Tolosaldea ha habido nueve niños y niñas que han pasado estos meses en familias de acogida. La fiesta organizada por Tolosaldea Sahararekin finalizó con la música a cargo de Ali Seidah.
Veintitrés años llevan ya indisolublemente unidos Tolosaldea y el Sahara. Fue en 2001 cuando la comarca comenzó a participar y a colaborar con el programa de acogida temporal 'Oporrak Bakean' (Vacaciones en Paz), que, tras una nueva campaña de captación de familias para este verano, ha conseguido acoger en julio y agosto a nueve menores en diferentes puntos de como Tolosa, Anoeta, Gaztelu, Larraul, Aduna, Asteasu, además de Beasain.
El objetivo inicial era acoger a 15 menores. No se ha podido llegar a esa cifra. Se han implicado varias familias de acogida involucradas, la mayoría repetidoras, aunque este año también ha habido 'fichajes' encantados con la experiencia, que seguro repetirán. Respecto a los niños y niñas que han venido , cuatro de los menores son repetidores y los cinco restantes han enido por primera vez.
'Oporrak Bakean' es una iniciativa que se desarrolla con la ayuda de los ayuntamientos de Tolosaldea y la asociación Tolosaldea Sahararekin a través de la cual los niños y niñas de entre 10 y 12 años que viven en los campos de refugiados de Tinduf en el Sáhara Occidental tienen la opción de pasar los meses de junio y agosto fuera del calor del desierto en compañía de familias residentes en la comarca. Este año, la campaña ha avanzado muy lentamente, pero el fenómeno ha sido de carácter general, tanto en Tolosaldea como a nivel de Euskadi.
«Hemos echado mucho de menos a la gente llamando para pedir información. En otros años, muchas personas llamaban y, aunque finalmente decidían no apuntarse lo hacían tras recibir información, al menos mostraban interés. La campaña no ha funcionado como esperábamos», han admitido desde esta ong tolosarra.
Desde la asociación reflexionan que la sociedad tiende a olvidar las crisis antiguas y con poca visibilidad tan pronto como ocurre una nueva guerra o una catástrofe natural. Pero los niños saharauis necesitan este 'balón de oxígeno'. Sufren un calor extremo y tienen poca comida, y todo eso se refleja en los problemas de salud que se detectan durante las consultas médicas.
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