Rescatan el buitre que se posó en un balcón de una vivienda en pleno centro de Tolosa

¿Cómo llegó el animal al centro urbano de la ciudad? Los profesionales que han coordinado la labor del rescate se agarran a la convicción de que, al tratarse de un ejemplar joven, que hasta hace poco tiempo permanecía aún en el nido, no es diestro en el arte de volar, así que se desorientó y acabó perdido sobrevolando el municipio.

El martes fue visto en algún tejado de la avenida de Navarra, y ya el miércoles por la tarde se apostó en el edificio de la notaría del paseo San Francisco. Aquí permaneció hasta la mañana de ayer. En un principio, se tenía la esperanza de que pudiese descender el miércoles por la noche -con un entorno ya más tranquilo-, donde le esperaban para rescatarlo, pero esta circunstancia no se produjo y hubo que esperar hasta este jueves por la mañana.

Los expertos de la Diputación mostraron su pericia y buen hacer a la hora de capturar al buitre, a través de un gesto rápido y certero desde atrás, sin darle tiempo a reaccionar. Tuvieron que acelerar el proceso al tratarse de un entorno urbano y para evitar que el ave huyese a otro balcón.

En otras ocasiones, donde lo habitual es que buitres jóvenes acaben perdidos en zonas más periféricas o industriales, lo que suelen hacer es esperar pacientemente a que vaya descendiendo por sí mismo, ya que, al parecer, estas aves aún inmaduras no son capaces de remontar el vuelo hacia arriba.

Una vez capturado, el ave fue introducida en una cesta para ser transportada hasta el centro de conservación de fauna y flora de Arrano Etxea, donde será alimentada y cuidada, hasta su suelta en un entorno natural de Gipuzkoa. Los profesionales encargados del rescate comentaron que el buitre se encontraba en buen estado, con lo que no parece que su recuperación resulte problemática.

Con más de 2,5 metros de envergadura y un peso de 6-9 kilos, este carroñero es una de las aves más voluminosas de Europa y también una de las más longevas. Tierra adentro, los buitres son los mejores planeadores terrestres y pueden elevarse hasta tres kilómetros por encima del suelo para detectar desde más lejos la carroña y otros alimentos. Sin embargo, lo habitual es que su altura en vuelo oscile entre los 500 y los 2.000 metros.

En el parque natural de Aizkorri-Aratz se encuentra la mayor colonia de buitres leonados de Gipuzkoa. También se pueden observar bandadas de estos carroñeros que anidan en los roquedos de Jaizkibel.

El pasado 17 de julio una cría de buitre cayó en una céntrica terraza de Beasain. Dos guardas forestales recogieron el ave y posteriormente lo soltaron en un monte alto de los alrededores para que pudiera buscar a la madre.

En mayo fue avistado sobrevolando San Sebastián un buitre negro de más de dos metros de envergadura. Pertenecía a una colonia de la Sierra de Guadarrama, a 300 kilómetros de Gipuzkoa.

En agosto de 2018 un buitre se convirtio en centro de atención en plenas fiestas de Ibarra. Una cría posó en la barandilla de la terraza durante 12 horas, sin apenas moverse. «Y eso que los gaupaseros arrojaron vasos y monedas al animal con la intención de hacerle moverse del lugar», señaló una testigo.