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Juan José Rezola en 1953.
Nueva cita con el duatlón al Txindoki

Nueva cita con el duatlón al Txindoki

Invitado por la peña Emaneurre, la afrontará el urretxuarra Aritz Egea el 6 de julio

El Diario Vasco

ORDIZIA.

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Domingo, 31 de marzo 2019, 01:10

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Dentro de los actos conmemorativos de su décimo aniversario, la peña realista Emaneurre rescata aquel desafío deportivo que en 1953, llevó a cabo Juan José Rezola, Avenida-Larraitz, en bici, cumbre en el Txindoki, descenso, y regreso en bici desde Larraitz al punto de partida.

El inolvidable Kifi, dejó escrita para la historia local aquel reto, que fue todo un acontecimiento. Kifi sitúa la proeza de Juan José Rezola en aquel ambiente de apuestas y desafíos muy habituales a lo largo de la pasada centuria. Envites deportivos en los que destacaron e inscribieron sus nombres ordiziarras inquietos como, Jesús Munduate (ida y vuelta a San Miguel, 1935), la del propio Juan José Rezola (1953), Ignacio Eskitxabel y Juanito Rubio, en el ahora maratón de montaña, Larraitz, San Miguel, Larraitz (1968) etc.

Recurriendo al ámbito familiar, Kifi recoge que Juanito Ormazabal, pariente de Juan José Rezola, exponía que su tío Juan José era un entusiasta de la bici y del monte; un deportista nato, (poco de bares), actividad a la que se dedicaba con entrega fuera del trabajo. El órdago se lo echó Pedro Ayerbe, futbolista, vecino de la calle Urdaneta: 'a que no, salida de Ordizia, en bici hasta Larraitz, subida al Txindoki y regreso, en menos de tres horas'.

Juanito Ormazabal no solo vivió aquella gesta sino que le acompañó a Juan José. «Era el 6 de septiembre de 1953, domingo, a las 8 de la mañana cuando salimos desde la estatua de fray Andrés, los dos en bici, con la camiseta de todos los días y un pantalón corto como única indumentaria. Ahí se terminaba toda la logística».

En el pueblo hubo mucha expectación, pocos confiaban en que lo conseguiría. En liza, poco más que una chuleta, relata. «Salimos disparados y yo llegué a Larraitz reventado. Había mucha gente. Hasta la cumbre, donde también le esperaban, no le acompañé. Me acuerdo que de Ordizia a Larraitz había ido una buena cuadrilla en la camioneta de Ugalde. Claro, entonces las cosas no eran como ahora. Juan José enfiló raudo hacia la cumbre, le costó subir 48 minutos pero bajar 17. Para la bajada había preparado un palo largo que empleó como freno. Vuelta a coger la bici, de las de entonces, de aquellas que tenían cambio y poco más, y regreso a la línea de meta que hicimos en menos tiempo que a la ida. En total, una hora y 42 minutos, es decir, en Ordizia no nos esperaba, prácticamente, nadie por lo que hubo que repetir la entrada en meta para sacar la foto».

La estadística quedaba de la siguiente manera: Juan José Rezola, edad; 46 años, peso; 48 kg, talla; 1.70. Tiempo: Ordizia-Larraitz; 22.30, Larraitz-Txindoki; 48.30, Txindoki-Larraitz; 17.30, Larraitz-Ordizia; 14.00. Total; 102.30 minutos.

Y lo que son las cosas, 25 años después, se dieron las condiciones, e Iñaki Maiora reeditaba la prueba, intento de récord que, de nuevo fue todo un acontecimiento popular.

En el contexto aparece una figura que resulta clave, José Mari Riaño, un forofo del ciclismo, y en especial del ciclocross, amén del boxeo, etc. Pruebas deportivas, que durante años patrocinó, no sólo en Ordizia sino allá donde las hubiera en la comarca. Titular de la tienda, 'Riaño Electrodomésticos', su furgoneta acreditativa, que incorporaba en la baca del coche una plataforma con 4 altavoces; lo último en megafonía rodante en aquellos años de las décadas 70 y 80 del pasado siglo, se convirtió en una estampa en todo acontecimiento, sobre todo deportivo, que ocurriera en el Goierri.

Y así las cosas, José Mari siempre ha contado que fue el de Ormaiztegi, en aquellos días profesional del ciclismo, Campeón de España de ciclocross, con el que mantenía una estrecha amistad, el que vino un día a reclamarle arrope para intentarlo. Dicho y hecho, furgoneta y megafonía, el 24 de septiembre de 1978, a las 9 de la mañana, Iñaki Maiora; edad; 24 años, peso; 60kg, partía de la Avenida y cosechaba todo un récord: Ordizia-Larraitz; 17.54 minutos, Larraitz-Txindoki; 41.43, Txindoki-Larraitz; 15.13, Larraitz-Ordizia; 11.38. Total: 86.28 minutos.

Una marca, que siempre ha sostenido José Mari Riaño va a ser difícil de batir. Doble hito que inmortalizó, en una de sus creaciones artísticas, Patxi Garmendia (Muebles Barandiaran) reseña enmarcada de la que fue custodio el bar Olano.

Llega el duatlón

Y como no hay dos sin tres, de nuevo con conocimiento público, hace 6 años, Chapel Gorri le dio vueltas a la posibilidad de instaurar la iniciativa como prueba de carácter anual y finalmente, el 15 de junio del 2013, ponía en marcha el que bautizaba como 'I Duatlón Ordizia Txindoki Ordizia'en el que, con salida a las 16.00, concurrieron 40 participantes; 37 chicos y 3 chicas, prueba en la que se imponía, Jon Larruzea (Larrabetzu) que mejoró uno de los parciales de Iñaki Maiora pero no estableció un nuevo récord: Ordizia-Larraitz; 19.20, Larraitz-Txindoki; 38.29, Txindoki-Larraitz; 18.41 y Larraitz-Ordizia; 11.41. En total, 88.11 minutos.

Debido a las trabas administrativas el duatlón no volvió a celebrarse. Tras toda esta secuencia, Emaneurre le ha cursado la correspondiente invitación a Aritz Egea (Urretxu), número 1 de Euskadi como corredor de montaña, quien afrontará el reto el 6 de julio.

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