Beasain

'La otra mirada' de Montesinos en el Aterpe

Mikel Montesinos Jesús (Altsasu, 1976) expone estos días en el Aterpe una colección muy personal titulada 'La otra mirada'. Medio centenar de fotografías componen esta muestra, en la que el autor plasma paisajes, rincones urbanos y escenas cotidianas bajo un enfoque íntimo y cargado de sensibilidad. La exposición puede visitarse hasta mañana, 5 de mayo.

Nieto de Julita Zornoza, una de las primeras fotógrafas de Navarra, Mikel siempre sintió una especial atracción por la fotografía, aunque no fue hasta hace apenas cinco años cuando decidió tomárselo en serio. Su inicio fue casual: fue a cambiar un móvil y acabó llevándose una cámara réflex sencilla. Desde entonces, ha aprendido de forma completamente autodidacta, absorbiendo conocimientos a través de tutoriales, vídeos y, sobre todo, de la práctica constante.

Montesinos ha invertido incontables horas en experimentar, investigar y disparar, buscando plasmar en cada imagen algo más que una escena: su propia visión del mundo. La técnica de larga exposición le fascinó desde el principio, permitiéndole capturar efectos imposibles de percibir a simple vista, como el efecto seda en el agua o las circumpolares en el cielo nocturno.

La exposición 'La otra mirada' reúne fotografías de naturaleza, paisajes y también de rincones de Altsasu, vistos desde perspectivas inusuales. Montesinos busca no solo retratar lugares, sino transmitir el latido de cada instante. Para él, la fotografía es un medio para detener el tiempo, «lo más cercano a la inmortalidad y a la eterna juventud que podemos alcanzar». Cada disparo convierte el presente en pasado, capturando momentos únicos e irrepetibles que cualquiera puede contemplar y revivir.

Entre las imágenes destaca un instante especialmente emotivo: un hombre leyendo un libro en un banco mientras recibe quimioterapia. Un encuentro casual que dejó una profunda huella en el fotógrafo. «Me contó que también amaba la fotografía, pero que la enfermedad le había robado la inspiración. Ojalá pronto pueda recuperar su cámara y volver a recorrer las calles de Pamplona», confiesa Montesinos.

En estos años, Montesinos ha logrado reunir más de 12.000 fotografías. Algunas de sus piezas favoritas son un chapuzón de una mandarina en una jarra, conseguido tras múltiples intentos, o un circumpolar que logró planificar apenas dos meses después de iniciarse en el mundo de la fotografía.

Uno de los momentos clave de su evolución fue su encuentro en el dolmen de Sorginetxe con los fotógrafos Maite Vidal y Óscar Ponce. De ellos recibió sus primeras lecciones sobre técnica manual y fotografía nocturna. «Siempre estaré agradecido por aquella clase improvisada», recuerda.

Además de su faceta expositiva, Montesinos ha impartido charlas sobre su trayectoria en Agurain y en el hospital San Juan de Dios, y ha participado en muestras colectivas y exposiciones individuales en distintos puntos de Navarra y Álava.

Consciente de que la fotografía también es una forma de crear comunidad, Montesinos ha impulsado el grupo de Facebook Fotógraf@s de Sakana. El objetivo: compartir fotografías, resolver dudas, organizar concursos y quedadas, y, sobre todo, aprender unos de otros. En pocas semanas, el grupo ha crecido hasta reunir cerca de un centenar de miembros.

Su trabajo también puede seguirse en su página web www.mikelmontesinos.com y en sus perfiles de Instagram: @mikelmont76 (general), @bw_mikel (blanco y negro) y @mikel_motor (dedicado al mundo del motor).

Como gesto de agradecimiento a su tierra, Mikel Montesinos donará la colección 'La otra mirada' a la Residencia Aita Barandiaran de Altsasu. Su deseo es que las personas mayores y sus familiares puedan disfrutar de las imágenes en los pasillos del centro, acercándoles los paisajes y rincones de su pueblo, que para muchos ya no son accesibles físicamente.

Con humildad, pasión y una profunda conexión con lo que fotografía, Mikel Montesinos sigue demostrando que la magia no está solo en la técnica, sino también en la mirada.