El embalse de Arriaran cumple hoy 25 años

Trajo de la mano la garantía, seguridad, la solución a un grave problema, el de la falta de agua potable que venían padeciendo, en pleno estío y en otoño, miles de domicilios, comercios, sociedades, colegios y un largo etcétera, de buena parte de la comarca del Goierri. A partir de aquel 28 de julio de 1991 abrir un grifo o una fuente y beber agua potable y de calidad ya era todo uno.

Décadas de carencia de agua potable que Beasain ya había solucionado, una década antes, con la aparición y captación de las aguas subterráneas de Makinetxe, que eran bombeadas al depósito de Loinaz.

El embalse de Arriarán y su estación de tratamiento, que garantizan la llegada del agua potable, a gran parte de la comarca del Goierri, en extraordinarias condiciones sanitarias, hoy, 28 de julio de 2019 cumplen 25 años.

Tal día como hoy del año 1994, al filo del mediodía, se llevó a cabo su inauguración, protocolario acto que contó con la presencia del entonces Viceconsejero de Obras Públicas, José Félix Basozabal, Diputado General, Eli Galdos; el Diputado Foral de Obras Hidraúlicas, Jorge Letamendia; el de Urbanismo, Antton Arbulu; Técnicos del Departamento; el Presidente del Consorcio de Aguas, José María Bastida, Directivos de las empresas constructoras que participaron en la obra, responsables del ente que entonces gestionaba los temas ligados al suministro de agua potable; el alcalde de Beasain, José Luis Arriola, y los de los municipios goierritarras beneficiados de la misma, es decir , Ordizia, Lazkao, Olaberria, Idiazabal, Segura y Ormaiztegi.

Fue una obra faraónica la de la construcción del recinto, sobre el barrio beasaindarra de Arriaran, que albergaría 3.200.000 m3 de agua, procedente de la lluvia y la que llega de los 14 riachuelos existentes entre Mariarats y Arriaran, que llegan al embalse a través de un gran tubo aplicándose la teoría de los vasos comunicantes.

Era y es una presa especial construido bajo la entonces muy novedosa técnica de hormigón compactado con rodillo, sistema mucho más rápido en su ejecución y de menor coste frente a las de hormigón convencional. Hoy en día existen en más de 40 países del mundo más de 400 presas de hormigón compactado, siendo China, el país líder a nivel mundial en esta tecnología de construcción de presas.

El muro gigante de 57 metros del embalse de Arriaran, proyectado por el Ingeniero de Obras Hidraúlicas José María Elosegui, cambió la foto de ese valle. Justo en los meses veraniegos de 1991, tal como muestra una de las fotografías, se iba cimentando su base para soportar no solo el gran paredón y las dos esculturas anexas de Basterretxea sino los 3.2.000 m3 de agua que puede llegar a embalsar.

Si el levante del gran muro dio mucho que hablar, hace ahora 25 años, no fue menos la técnica empleada para la ejecución del mismo, que a la postre fue inédita en Gipuzkoa, en el Estado y en parte de Europa.

La técnica empleada en su levante se conocía como de 'hormigón comacto o compactado mediante rodillo'. Permitía una mayor rapidez en la ejecución aunque había que materializarla de manera totalmente continuada. La construcción del levante de la gran pantalla se llevaba de forma continuada, a lo largo de las 24 horas, de día y de noche (de ello saben mucho los vecinos de Arriaran). Durante muchos meses fue un continuo ir y venir de los camiones-hormigoneras para depositar el hormigón al tiempo que una gran apisonadora (rodillo) iba compactando el mismo.

Cabe destacar que el muro de contención fue levantado al mismo tiempo que la obra de arte del escultor Néstor Basterretxea, dos elementos asimétricos que alcanzan 24 metros de altura (costaron 31 millones) de pesetas). En medio de ambas está el aliviadero que puede soltar 57.000 litros de agua por segundo.

Si el levante del muro arrancaba mediados el año 1991, éste llegó a su cota de 57 metros de altura en 1993, y un año más tarde, el 28 de julio de 1994, primero la Estación de Tratamiento del Agua que tuvo un presupuesto de 1.000 millones de pesetas incluidos en los 3.400 millones del montante total de las entonces pesetas. La obra fue confinanciada (hasta 2.400 millones) al 50% por el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa.

La pista perimetral llegaría años más tarde. El embalse y su interior, en estos 25 años ha sido objeto de numerosas visitas guiadas, destaca la organizada por Lemniskata en 2015. Este mes le han dado cobijo a una vanguardista exposición.