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Ada Garrués, junto a las dos telas creadas durante su estancia en Alkiza. A. NÚÑEZ
Ada Garrués representa Alkiza a través de sus colores

Alkiza

Ada Garrués representa Alkiza a través de sus colores

La artista trabajó en su proyecto sobre telas en las tres semanas con la Beca Sormenaren Kabia

Amaia Núñez

Alkiza

Sábado, 11 de enero 2025, 20:36

Otoño es una época creativa y en Alkiza se dan cita los artistas que llegan a trabajar sus proyectos en la beca Sormenaren Kabia. En noviembre, la artista multidisciplinar Ada Garrués realizó su estancia. Su proyecto se centró en llevar los paisajes de Alkiza a las telas que realiza. En este proyecto, tuvo que ajustar tanto los materiales como los procesos que utilizaba habitualmente hasta entonces. «La idea principal era venir y trabajar con formas de plantas, fachadas de las casas...», explica.

Con ello realizó dos grandes telas, con dibujos abstractos en los que ha representado a Alkiza a través del color de sus tierras, casas, campos y bosques.

Las telas, parecidas a la loneta, son las que trabaja habitualmente desde que estudiaba Bellas Artes en la Universidad del País Vasco en Leioa. Aunque normalmente realiza sus estampaciones con difusores, que le ofrecen más posibilidades, durante la beca solo pudo utilizar uno de ellos y, por ello, ha aprovechado para trabajar con otros métodos en su estancia. «Últimamente estaba trabajando con tinte textil, solo con difusores, pero solo me funcionaba uno, así que he optado por otras cosas. Me ha llevado a teñir la tela entera y he metido acrílico y otros materiales, con los que la tela queda más dura», explica.

En su proceso, por primera vez coloreó las telas en la lavadora, para lograr la base que quería. Las telas originales son de un color crudo, ya que normalmente no trabaja con blancas. «Me gusta que sean un poco más marrones. Suelo elegir según el punto, más junto o más separado, que transparenta más o menos», indica.

Las telas ocupaban casi un cuarto de la habitación del Erretoretxe que se convirtió en su estudio durante las tres semanas de estancia. «Estas, de hecho son pequeñas. En la carrera sí que empecé poco a poco a ir agrandando las telas. Solía utilizar de 2x2 metros y, la última creo que era de 11 metros seguidos». En Alkiza se ajustó al espacio y al tiempo del que disponía. «Como no los trabajo en pared, ni están preparadas, si lo hago en pequeño se me queda muy pobre, siento que no tiene sentido trabajarlo de esa manera».

En sus paseos por el pueblo, llamaron su atención los tonos y las texturas que tiene el monte, sobre todo en la época otoñal en la que ella estuvo. «Todo está como más naranja. Esos días incluso había niebla y esa cosa como difuminada me gusta», explica.

Alkiza, fuente de inspiración

En su proceso de trabajo, utilizó tintes textiles, de los que se comercializan en polvo. En su experiencia no tuvo tiempo de realizar tinturas con plantas del entorno, pues hasta ahora los trabajos hechos con este sistema han sido más pequeños. Aunque sí que aprovechó para recolectar plantas y secarlas. «Las he utilizado para algún dibujo, pero irán apareciendo más poco a poco».

En su vuelta a casa, su idea era continuar trabajando en el proyecto de Sormenaren Kabia en la medida de lo posible. «Estoy bastante contenta con lo que he hecho y me gustaría hacer más aún», comenta. «Seguiré trabajando, también con ese registro que tengo de imágenes», por lo que Alkiza seguirá inspirando a Garrués también en el futuro.

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