Medalla al Mérito Ciiudadano: Ángel Rueda | Electricidad Ruca

«Mi tienda es pequeña pero da un servicio muy grande»

– Ha estado toda la vida detrás de un mostrador en la Parte Vieja...

– Sí. 53 años en la calle Fermín Calbetón y 21 en la calle Narrika. 74 años en total. Estuve empleado en una tienda de electricidad en la esquina con la calle Pescadería y, cuando vi que era el momento nos pusimos por nuestra cuenta y cogimos el local de Fermín Calbetón.

– ¿Recuerda el año?

– Lo inauguramos en 1969. Al principio estuvimos de alquiler y al final, eso quedó en propiedad de unas iglesias y nos lo vendieron hace unos 14 ó 15 años.

– Y ahora toma el relevo su hijo.

– Lo lleva ya todo él. El año pasado me retiré. Ando con una hernia discal, pero si no hubiera sido por eso, habría continuado en la tienda.

– ¿Cuál es el secreto de que les haya ido bien durante más de medio siglo?

– Gracias a la Parte Vieja hemos salido adelante. No se me olvidará el recibimiento que me dispensó la gente. Eso nos dio alas. Nos especializamos en ciertas cosas que muchos no saben llevar: repuestos de material pequeño, de alumbrado, de cristalería. En aquellos tiempos se vendía mucha lámpara, lámpara de colgar, de brazos , de cristal y de bronce. Pero eso ha ido poco a poco desapareciendo.

– Ahora están más centrados en las bombillas...

– Tocamos todo tipo de bombillas y nos dedicamos también a hacer reparaciones eléctricas, cosas pequeñas, puntuales, en las que somos más rápidos que los bomberos. En cuanto nos avisan, vamos a todo correr.

–¿Qué tiene su tienda que no tienen las grandes superficies o los Amazon de turno?

–Nuestra tienda es pequeña pero da un servicio muy grande. La gente está encantada y vuelve.

–Ha cambiado mucho la Parte Vieja desde entonces...

– Ha dado un cambio increíble. Han entrado unos comercios que hoy están y mañana se van. El comercio generacional queda muy poquito y ya no volverá nunca más.

– Salvo ustedes...

– Pues, gracias a Dios, sí. Y mi hijo sigue con las mismas directrices: lo primero, la atención al cliente. Cuando yo era un chaval un señor me dijo 'tú no vas a ir a la universidad, ¿verdad? pero donde estás ahora, detrás del mostrador, eso sí que es una universidad. Ahí vas a aprender muchas cosas que no vas a aprender en ningún otro sitio' y le doy toda la razón.

– ¿Qué le recomendaría usted a alguien que quiera iniciarse como comerciante?

– Lo primero, que se preparen; lo segundo, que lo piensen bien; y lo tercero, que las cosas no se hacen en un día, se hacen poco a poco. Las generaciones de ahora lo quieren hacer todo rapidísimo. Les recomendaría paciencia, que las cosas no se hacen al día siguiente, se hacen poco a poco. Como dice la canción, se hace camino al andar.