Resaca de una fiesta excepcional
Balance ·
La Tamborrada del reencuentro se salda con éxito de público y crítica y unas cifras de participación de récordLa Tamborrada del reencuentro, de los abrazos y las emociones, ha sido también la Tamborrada de las cifras y los récords. Más compañías que nunca ... han desfilado por las calles de la ciudad -157 adultas y 53 infantiles-, con más participantes que nunca -20.339 mayores y 5.438 niños- que han estado un total de 77.331 horas tocando las melodías de Raimundo Sarriegui, tiempo equivalente a casi nueve años de vida.
En la plaza de la Constitución, 9.200 personas asistieron a la Izada y 9.700 a la Arriada -con los accesos llenos-, según los datos aportados por el concejal de Cultura, Jon Insausti. Se calcula que en la Tamborrada Infantil hubo 30.000 espectadores.
La víspera se subieron al tablado 422 personas, entre los integrantes de Gaztelubide -40 tambores, 65 barriles y 35 aguadoras-, los representantes de las tamborradas del resto de la ciudad y el Coro Easo, invitado de honor como Medalla al Mérito Ciudadano. A ellos hubo que sumar a la banda de música, los dantzaris de Kresala y los profesionales de los medios de comunicación acreditados, un gentío que dificultaba los movimientos y por un momento provocó el enfado del Tambor Mayor con los fotógrafos. Aunque la cosa no pasó a mayores, la ocurrido sí merecería una reflexión por parte de Donostia Festak para ediciones venideras.
A pesar de las multitudes que se concentraron en la Parte Vieja y el Centro, principalmente, el balance de seguridad no recoge incidentes de importancia. La Guardia Municipal practicó seis detenciones (tres el día 19 y otras tres el 20) por diversos delitos menores. Según el concejal del PNV Martin Ibabe, fueron «noches tranquilas para la acumulación de personas que había».
El transporte público también ha vivido dos jornadas de gran actividad. Así, los servicios de Dbus -con búhos que funcionaron durante toda la noche- fueron utilizados el jueves por 116.642 viajeros, mientras que el viernes hicieron lo propio 68.350, lo que suma un total de 184.992 viajes realizados.
«El balance de la Tamborrada es sin duda excepcional», subraya Eneko Goia. «Hemos vivido 24 horas muy intensas y emocionantes. Las ganas que teníamos acumuladas durante tres años han aflorado con una participación récord y emotivas ceremonias de entrega del Tambor de Oro y las Medallas al Mérito Ciudadano», apunta el alcalde, quien destaca la «imagen excelente que nos ha vuelto a ofrecer la Tamborrada Infantil» y que «no ha habido que reseñar incidentes dignos de mención». «Durante toda la jornada ha reinado el buen ambiente y el buen humor. Y encima ha acompañado el tiempo. Ha sido un día excepcional en el que hemos recuperado toda la fuerza que tiene esta fiesta», concluye.
Una de las novedades que mayor impacto ha causado es el uso de un dron en la retransmisión en directo de la Izada, la Arriada y la Tamborrada Infantil. Las espectaculares imágenes captadas desde el aire y nunca antes vistas han recorrido el mundo gracias a las redes sociales. A los mandos de este aparato estaba Juantxo Sardon, creativo del estudio de producciones audiovisuales Pixel de Andoain, quien llevaba años detrás de la idea de ofrecer «una perspectiva diferente de la fiesta».
Tradición a vista de dron
Sardon cuenta que se ha pasado «dos meses» rellenando papeles para obtener los permisos de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), la Ertzaintza y la Guardia Municipal y al fin ha podido poner en práctica su idea: «Complementar» la señal de realización -que pudo verse en diariovasco.com- con una «décima cámara» que ofreciera «imágenes 'beauty', de postal». El dron empleado, un Mavic 3 Cine, pesa menos de un kilo y ha sido operado desde la azotea de la Biblioteca y desde la terraza de Alderdi Eder, junto al Náutico. En el primer caso, Sardon -con titulación especial para este tipo de vuelos- tenía una limitación expresa de no salirse de la vertical de los tejados y no alejarse más de 60 metros de la zona de despegue. En el segundo, el radio de acción se restringía a la azotea del ayuntamiento y la línea de mar hasta la noria. Por razones de seguridad, no se le permitía sobrevolar al público. Un exitazo.
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