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Viernes, 7 de marzo 2025, 09:07
A. G. vive en el Camino de los Pinos 27 de Donostia, con su pareja, donde Etxegintza construyó unos pisos de alquiler destinados a personas jóvenes. «Son una gran oportunidad para independizarse con un alquiler barato. Sin embargo, una vez te dan las llaves, quedas totalmente abandonado. Inseguridad, robos, insultos, acosadores y drogas son el pan nuestro de cada día, además de miedo y destrozos a los espacios comunes».
En relación a los últimos acontecimientos sucedidos en el bloque. Es normal encontrarnos con basura por todo el edificio, muebles abandonados o extintores movidos de sitio y vaciados. «Sin ir más lejos, este fin de semana a algún juerguista se le ocurrió que era buena idea vaciar un extintor en el garaje y después fumarse unos cigarrillos en los ascensores».
Este lunes, otro vecino también pensó en nuestro bienestar aporreando la puerta de su casa desde las ocho de la mañana, insultándonos a todos los vecinos, a Etxegintza, y de paso, a todas las mujeres del planeta, todo ello acompañado de manías persecutorias: «Etxegintza ha entrado en mi casa», «me han puesto cámaras» o «me han cambiado la cerradura, hijos de...» entre otras. Tuvo que intervenir la Policía Municipal.
Esta mañana hemos amanecido con pintadas con la misma tipografía que las pintadas de hace pocos meses, en las que se podían leer amenazas tipo «plata o plomo» o «chivatas».
Todo esto se tuvo que limpiar y repintar. Y luego nos sorprendemos porque hemos pasado de unos 37 euros que eran los gastos de comunidad del año pasado a los más de 50 de este año.
Rogamos a Etxegintza, por favor, toman medidas de una vez. Ponen cámaras o seguridad, o las dos cosas, pero esto es insostenible. No por ser personas jóvenes con recursos limitados merecemos vivir con miedo a que nos rayen el coche o nos aporreen la puerta. ¡Merecemos dignidad!. ¡No queremos vivir con miedo!
Llevamos más de un año denunciando a la administración todas estas carencias, además de otras; problemas de aislamiento, inundaciones dentro del edificio cuando llueve.. sin ir más lejos, la entrada del portal parece una cárcel.
En nuestro caso particular, no funciona la calefacción. «Pasamos el invierno con la casa a menos de 16°C. Cuando se nos enseñó el piso se nos dijo que mejor así, ya que gastaba mucho»
Hemos denunciado en el Ararteko pero no llegan soluciones. No sabemos qué hacer. Queremos que esto se sepa. Es dinero público el que se usa aquí, además de nuestras cuotas, y hay meses en los que ni siquiera se limpian los espacios comunes.
«Yo personalmente, vivo asqueado, y muy enfadado con lo público». A quien corresponda.
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