Como en casa en ningún sitio

Con el paso del tiempo cambiamos, algunas capacidades se potencian mientras que otras se pierden. Por eso, nuestro hogar también debe cambiar y adaptarse a quienes somos en cada momento.

Cuando las escaleras de casa o la comunidad pasan a transformarse en un problema hay dos opciones: considerar un cambio de residencia. O adaptar tu hogar y recuperar la tranquilidad.

Las sillas o plataformas salvaescaleras, ambas herramientas son muy valiosas para subir o bajar escaleras de una manera cómoda y segura.

Las primeras son más adecuadas para las personas mayores con movilidad reducida y se instalan habitualmente en hogares privados, tanto en escaleras rectas como en escaleras curvas, sin necesidad de realizar ningún tipo de reforma.

Las segundas son la solución ideal para personas usuarias de sillas de ruedas. Éstas, junto con las plataformas verticales o pequeños ascensores de corto recorrido, son soluciones habituales y preferentes en espacios públicos y portales en comunidades. Las plataformas permiten su uso a todo el vecindario; mayores, personas en sillas de ruedas, mujeres embarazadas y familias con carritos de bebes.

Gracias a estas ayudas técnicas, las personas usuarias mejoran su grado de independencia y su calidad de vida recuperando la participación en actividades y estancias antes inaccesibles. Son de manejo sencillo e intuitivo, todas muy seguras que no conllevan ningún tipo de esfuerzo físico o riesgo para quienes las utilizan.