Bienvenidos a los hogares 'poscovid'

Llevamos un año en el que nos hemos tenido que replantear muchos aspectos de nuestras vidas. El coronavirus apareció, hace ahora exactamente un año, y, en forma de pandemia, condicionó por completo nuestras vidas y cambió, al menos por el momento, nuestros hábitos. 2020 ha sido, para casi todos, el año en el que más tiempo hemos estado en nuestros hogares. El confinamiento, las restricciones y, en muchos casos, el teletrabajo han llevado a que explotemos al máximo nuestras casas. Y, consecuentemente, también hemos pensado mucho qué nos gusta de ellas y qué cambiaríamos.

Es por ello que el paradigma de hogar ha cambiado a raíz de la COVID-19. Los grandes espacios, los balcones y la luz natural son ahora mejor valorados que nunca porque, quizás, hasta ahora no habíamos reflexionado sobre lo importantes que son. Desde hace algunos meses, los profesionales del sector han experimentado cómo las terrazas y los balcones han ganado un sitio preferente entre aquellas personas que están buscando nueva vivienda. También se le da más importancia que nunca a los pisos altos, aunque éstos siempre han sido muy demandados. Además, los profesionales de la decoración también han constatado que los inquilinos apuestan cada vez más por elementos que permitan pasar la luz natural al interior de las viviendas.

Este tiempo también ha servido para que intentemos sacar el máximo provecho a cada metro cuadrado de nuestros domicilios y ello pasa por que cada estancia sea lo más flexible posible. Durante las diferentes fases del confinamiento, hubo quien tuvo que adaptar algún espacio de su hogar para poder realizar ejercicio en él o quien, de la noche a la mañana, se encontró con que su salón o cualquier otra habitación de la casa eran su nuevo lugar de trabajo. Por ello, hemos descubierto que los salones ya no sirven únicamente para ver la televisión o leer en el sofá, lo mismo que los dormitorios ya no se utilizan exclusivamente para dormir.

En esta misma línea, y aunque nunca podamos olvidarnos del diseño, ya que es lo que nos ayuda en muchos casos a dar ese toque personal a cada estancia de nuestras casas, la funcionalidad tiene cada vez más adeptos, sobre todo si vivimos en casas que no sean especialmente grandes. Cada mueble no sólo debe quedar bien, sino que es necesario que tenga una función.

En este sentido, no sólo debemos preocuparnos por los metros cuadrados que tengan nuestros hogares y sus respectivas dependencias, sino también por cómo hacer que parezcan mayores. ¿Dónde está el truco? Colores claros, iluminación… y orden. No tener cosas a la vista nos ayudará a generar mayor sensación de orden y, consecuentemente, que pensemos que vivimos en espacios más desahogados.

Todo lo 'smart', claro está, seguirá siendo tendencia en lo que a hogares se refiere en este 2021. Esta tecnología ha llegado para quedarse y parece que nada podrá parar la irrupción de los hogares inteligentes. No piense en grandes inversiones ni enormes robots paseando por su casa, la domotización se ha democratizado y lo bueno es que, poco a poco, uno puede ir convirtiendo su hogar en una casa inteligente sin necesitar tampoco grandes conocimientos de tecnología.

Los altavoces inteligentes nos pueden servir como puerta de entrada a este mundo. No son sólo dispositivos muy útiles por sí mismos, ya que les podemos preguntar cosas, les podemos pedir que nos pongan una determinada música, nos pueden avisar a una hora concreta de lo que debemos hacer o nos pueden apuntar en nuestro móvil qué necesitamos en nuestra lista de la compra; los altavoces inteligentes pueden ser también un centro de operaciones a la hora de dotar de inteligencia a nuestra casa.

Con ellos (o con nuestro teléfono móvil, por supuesto, tanto si estamos en casa como si nos encontramos fuera de ella) podremos activar con la voz la bombilla inteligente que tenemos en un determinado lugar o incluso programarla para que se encienda en los momentos que queramos. A ese altavoz le podremos pedir también que nuestro robot aspirador comience a limpiar las diferentes estancias de nuestra casa, por poner un ejemplo, o incluso que nuestro lavavajillas o lavadora 'smart' comiencen a funcionar a una hora concreta.

En cualquier caso, más allá de que nuestros hogares tengan espacios versátiles o estén domotizados, lo importante es que nos encontremos cómodos en ellos y los sintamos como propios. Ésa es la única tendencia que no pasa de moda.

Nuestras casas se tienen que adaptar a nuestras nuevas inquietudes y éstas no sólo pasan por el coronavirus, sino que cada vez son, por suerte, más las personas que se preocupan por nuestro planeta y el medio ambiente. Hacer de nuestros hogares espacios sostenibles está en nuestras manos y no sólo depende de la eficiencia energética o de no gastar en exceso luz o calefacción, sino que hay algunos gestos que nos ayudarán a contribuir con el medio ambiente y hacer que nuestros hogares, y quienes los habitan, tengan menor impacto en la naturaleza.

Estos gestos comienzan en nuestras despensas y en cómo las llenamos. Es importante que no compremos en exceso, por los desperdicios que ello supone, y que procuremos hacerlo a granel, para evitar la generación de residuos de plástico.

En este mismo sentido, deberemos apostar por usar tuppers de vidrio y, en general, deberemos escapar de la compra de productos de un solo uso, como tenedores o platos de plástico. Todo lo lavable y reutilizable es una gran ayuda para nuestro planeta, pero también están cada vez más de moda los envases ecofriendly.

También deberemos controlar el gasto de agua, intentando también poner el lavavajillas o la lavadora cuando estén realmente llenos, algo que también agradecerá nuestro bolsillo. Al hilo de esto, deberemos tener en cuenta también que es mejor encender la plancha sólo cuando tenemos la suficiente ropa para planchar, ya que su gasto energético, al igual que el de la secadora, es importante.