Waff, el método con colchonetas que busca modelar el cuerpo

«Durante el proceso de investigación y desarrollo y, tras el paso de la realidad virtual al mundo real, se analizaron todo tipo de materiales y se llegó a la conclusión de que lo que mejor envuelve la ergonomía corporal es el aire», revela Gema Olavarrieta, CEO de WaffStudio Spain. Y así es como nació esta firma de cojines hinchables para el entrenamiento funcional que debe su nombre, Waff, a una anécdota, pues surgió cuando uno de los probadores se sentó en la versión «Max» del producto y pronunció un sonoro «Waaaaff!» para describir su sensación de comodidad.

El diseño de los Waff (disponible en tres tamaños, «Max», «Medium» y «Min») es ergonómico, enfocado al cuerpo humano, es posible su uso sobre cualquier superficie, se pueden usar combinados o por separado y su forma es similar a una vértebra, estable en el centro y móvil en el exterior.

Una vez que desarrollaron el producto, Fabrice Gautier, osteópata de la selección francesa de baloncesto (y de varias estrellas de la NBA) creó el método Waff, un entrenamiento funcional de equilibrio y estabilidad que, según explican desde la firma, «mejora la fuerza física y la tonificación, los reflejos y el control del movimiento, la coordinación y la postura, además de minimizar el estrés en las articulaciones».

Otros beneficios que citan en la firma es la capacidad para reeducar una articulación o un músculo, favorecer el desarrollo psicomotriz en la infancia, facilitar la actividad deportiva durante el embarazo (así como en el posparto para reeducar el perineo) y optimizar la autonomía de las personas mayores.

Pero, ¿en qué se basa la eficacia de los cojines como accesorio para poners en forma? Según explican, como todo movimiento humano depende de la contracción muscular o de la producción de fuerza y estas a su vez deben recibir una señal del sistema nervioso, la clave está en que al realizar un ejercicio en una superficie inestable (como la que aporta el Waff) se envía una señal mecánica de inestabilidad al Sistema Nervioso Central. «El SNC procesa la información y transfiere a los músculos la necesidad de contracción para controlar el desequilibrio, lo que requerirá el uso de más fibra muscular para mantener la estabilidad», revelan.

Además, el hecho de introducir una inestabilidad permanente en las tres dimensiones del entrenamiento diario, permite que el sistema nervioso almacene un plano interno de la sensación recién aprendida, lo que, según aseguran en la firma, ayudará a moverse de una manera más eficiente. «El cuerpo se volverá más inteligente gracias a la mejora de las habilidades motoras, las conciencia cinestésica (sensación de movimiento o tensión en músculos, tendones y articulaciones) y el equilibrio», aclaran.

El método se ha desarrollado de forma paralela en Estados Unidos, Canadá y Francia y acaba de introducirse en España. «Nuestra intención es estar presentes como una nueva disciplina disruptiva del deporte, la salud y el bienestar en todos los gimnasios y centros boutiques, centros de fisioterapia, entrenamientos funcionales, pilates y yoga, así como en clubes deportivos», manifiesta Gema Olavarrieta, que además afirma que prevén llegar más adelante a Italia, China y Rusia.