Borrar

¿Volverá a esquivar la Tierra una tormenta solar catastrófica como en 2012?

Un estudio señala que una tormenta magnética lo suficientemente grande como para causar una interrupción significativa en nuestros sistemas electrónicos y de red se produce en promedio una vez cada 25 años

el diario vasco

Viernes, 7 de febrero 2020, 19:47

Comenta

El 23 de julio de 2012, una nube de plasma o 'CME' salió disparada del Sol a 3.000 kilómetros por hora, más de cuatro veces más rápido que una erupción típica. Atravesó la órbita terrestre, pero, afortunadamente, la Tierra no estaba allí. Según las mediciones satelitales, si hubiera golpeado el planeta habría causado una súper tormenta solar. Afortundamente entonces se logró esquivar el peligro. Las consecuencias hubieran sido catastróficas tanto en daños personales como materiales. «Si nos hubiera golpeado, todavía estaríamos recogiendo los pedazos», han llegado a afirmar los científicos.

Ahora se ha sabido que una tormenta magnética lo suficientemente grande como para causar una interrupción significativa en nuestros sistemas electrónicos y de red se produce en promedio una vez cada 25 años. Al analizar los registros de campo magnético en los extremos opuestos de la Tierra (Reino Unido y Australia), los científicos de la Universidad de Warwick y el British Antarctic Survey han podido detectar supertormentas que se remontan en los últimos 150 años.

Este resultado fue posible gracias a una nueva forma de analizar datos históricos, iniciada por la Universidad de Warwick, de los últimos 14 ciclos solares, mucho antes de que comenzara la era espacial en 1957, en lugar de los últimos cinco ciclos solares utilizados actualmente.

El análisis muestra que las tormentas magnéticas «severas» ocurrieron en 42 de los últimos 150 años, y las «grandes» súper tormentas ocurrieron en 6 de los 150. Por lo general, una tormenta puede durar solo unos pocos días, pero puede ser muy perjudicial para tecnología moderna. Las súper tormentas pueden causar apagones, apagar satélites, interrumpir la aviación y causar una pérdida temporal de las señales de GPS y las comunicaciones de radio.

La autora principal, la profesora Sandra Chapman, del Centro de Fusión, Espacio y Astrofísica de la Universidad de Warwick, ha afirmado que «estas súper tormentas son eventos raros, pero estimar su probabilidad de ocurrencia es una parte importante de la planificación del nivel de mitigación necesario para proteger la infraestructura nacional crítica». «Esta investigación propone un nuevo método para abordar los datos históricos, para proporcionar una mejor imagen de la posibilidad de ocurrencia de súper tormentas y qué actividad de súper tormentas es probable que veamos en el futuro».

La tormenta de Carrington de 1859 es ampliamente reconocida como la súper tormenta más grande registrada, pero es anterior incluso a los datos utilizados en este estudio. Llamada «evento Carrington» por el científico que la estudió, provocó apagones y dejó fuera de servicio a numerosas estaciones de telégrafo en todo el mundo. Algunas de ellas se incendiaron de forma espontánea y se registraron auroras boreales en latitudes nunca vistas, entre ellas Madrid. Más recientemente, en 1989, una tormenta solar logró interrumpir en Quebec (Canadá) los sistemas de distribución de energía eléctrica y creó, de nuevo, poderosas auroras que llegaron a verse incluso al sur de los Estados Unidos, como en Texas.

El análisis dirigido por el profesor Chapman estima qué amplitud se necesitaría para estar en la misma clase que las otras súper tormentas y, por lo tanto, con una posibilidad de ocurrencia que se pueda estimar.

El clima espacial es impulsado por la actividad del sol. Las tormentas más pequeñas son comunes, pero ocasionalmente ocurren tormentas más grandes que pueden tener un impacto significativo. Conforme el nuevo estudio, otras tormentas menos potentes, si bien asimismo peligrosas, ocurren considerablemente más de forma frecuente, aproximadamente una vez cada 3 años.

¿Qué consecuencias tendría una tormenta de Carrington como la de 1859 en la actualidad? Por de pronto, aunque solo durara unos pocos días, millones de personas fallecerían en todo el mundo y las pérdidas económicas serían incalculables. Siginficaría el adiós en nuestra vida cotidiana a los ordenadores, móviles, aviones, barcos, televisión, tostadoras o cualquier otro tipo de aparato eléctrico. Sin olvidar que los satélites, vitales cada día más, no funcionarían. Además, no funcionarían el transporte urbano, ni los hospitales y comercios. Hasta las casas se quedarían sin agua corriente.

Por todo esto cada vez son más importantes estudios como el realizado por los científicos de la Universidad de Warwick y el British Antarctic Survey, que señalan, sin caer en un alarmismo gratuito, que fenómenos solares tan potentes como el 'evento Carrington' podrían ser mucho más comunes de lo que se pensaba en el ámbito de la ciencia. Y lo malo es que puede producirse en cualquier momento y sin previo aviso.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco ¿Volverá a esquivar la Tierra una tormenta solar catastrófica como en 2012?

¿Volverá a esquivar la Tierra una tormenta solar catastrófica como en 2012?