Una de cada tres vascas no tendrá hijos en los próximos años

El organismo dependiente del Gobierno vasco, tomando como referencia las tablas de maternidad por edad, calcula que cada mujer registrará 0,63 primeros nacimientos. No llega a uno, por lo que un tercio de las residentes en Euskadi no será madre. Y más de la mitad, de acuerdo a las proyecciones, se plantarán con el primero y no darán la bienvenida a un segundo hijo.

Los investigadores subrayan en una nota que «la fecundidad se halla en límites excepcionalmente bajos en términos comparativos». ¿Y con qué lo comparan? En primer lugar, con las de la Unión Europea. La media en la UE es de 1,50 hijos por mujer. La de Euskadi está «por debajo», en 1,25 nacimientos.

También se fijan en el «reemplazo generacional»: cuántos bebés son «necesarios» para mantener la población. Ese indicador está «muy lejos» de la realidad, en 2,1 nacimientos. En 1976, las residentes en la comunidad registraban una media cercana a los tres hijos (2,7) y ahora apenas tienen 1,25, un dato que, en el caso de Bizkaia, es incluso inferior, con 1,13 nacimientos (en Gipuzkoa la tasa es de 1,30 y en Álava alcanza el 1,34).

La incorporación de la mujer al trabajo, el retraso de la emancipación, el precio de la vivienda... Son algunos de los factores que influyen en la maternidad. Porque es cierto que ya formar una familia no es la prioridad –o la obligación– de miles de vascos, pero también lo es que, esas variables, influyen en algo clave como es el retraso de la edad a la maternidad de quienes sí quieren hacerlo.

Las vascas de hace 46 años ya acunaban a un bebé entre sus brazos a los 25,4 años. Ahora ese momento, en el que nace el primogénito, está en los 32,2, más de dos años por encima de la UE. La media general (contando primeros hijos, segundos...) está en 33,2 años, mientras hace medio siglo apenas se situaba en 28,5. Aunque pueda parecer que esos cerca de cinco años de diferencia no son tantos, la realidad es que en esos 28,5 años también se incluye a quienes tienen tres o más hijos, un fenómeno que a día de hoy ha caído casi un 80% con respecto a finales de los años setenta.

Este cambio cultural también se refleja en los matrimonios. Son muchos menos (de 17.336 han bajado a 5.894) y los hábitos no son los mismos (los enlaces por la Iglesia son solo el 9,5%), pero el momento en el que se da ese paso es mucho más tardío. Las mujeres se casan por primera vez a los 36,7 años y los hombres a los 38,6, diez años más tarde que en 1976. Y ese retraso se ha acelerado a raíz de la pandemia. Desde 2019, ha crecido en 1,2 años para ambos sexos, un aumento importante ya que, en las últimas décadas, el incremento era de dos o tres meses al año.

Otro de los efectos que ha tenido la crisis sanitaria es el de frenar el aumento de la esperanza de vida al nacimiento. Si no hubiera covid, el Eustat precisa que las vascas vivirían hasta los 90,2 años y los hombres hasta los 86,1. Pero la realidad es la que es, de manera que para ellas se queda en 86,4 años y, para ellos, en 80,7.