Hay un consenso casi universal de que esta pandemia va a cambiar nuestra vida para mucho tiempo. Yo mismo, en esta columna, he 'jugado' a ... hacer de futurólogo y dije que, probablemente, el trabajo a distancia se consolide como una opción válida para ciertos sectores de actividad. Soy consciente de que no es una transición sencilla. Para que funcione con éxito hay que cumplir una serie de requisitos que no siempre son posibles.
La BBC ha pedido a una docena de sus especialistas que valoren en qué va a cambiar la sociedad tras el SARS CoV 2. La primera opinión la da Zoe Kleinman y, literalmente, la titula «Seremos dependientes de la tecnología durante un largo tiempo». Sus opiniones son interesantes, entre otras cosas nos dice que «para muchos de nosotros las plataformas digitales se han convertido en la única forma en la que podemos trabajar». Y nos dice que eso significa un gran cambio cultural. Estoy de acuerdo; pero con lo que discrepo totalmente es con el título. No, no seremos dependientes de la tecnología durante un largo tiempo, lo seremos para siempre, y lo hemos sido desde que somos humanos. El ser humano, el 'Homo sapiens', es dependiente de la tecnología desde mucho antes de que apareciera nuestra especie. Tecnología son las herramientas de piedra, los anzuelos y arpones; las primeras formas de tratar alimentos y de cocinar. Y, no nos olvidemos, nuestro lenguaje es una tecnología.
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