«Están enfadados porque saben que son inocentes y que el sexo fue consentido»
El padre de uno de los portugueses detenidos por la agresión sexual a dos jóvenes, una de ellas de Bergara, dice que ya han sido condenados «en plaza pública»
marco menéndez
Gijón
Jueves, 29 de julio 2021, 06:47
Mientras dos de los cuatro turistas portugueses que fueron detenidos por una supuesta agresión sexual a dos jóvenes -una chica de Bergara y otra de ... Gijón- han pasado su segundo día en el Centro Penitenciario de Asturias, los otros dos se encuentran ya en sus domicilios de Vila Nova de Famaliçao, en el distrito de Braga. El padre de uno de los que permanecen encarcelados fue muy duro contra las autoridades españolas y criticó ante Sic Tv «la vergonzosa presión de los políticos» en este caso, al tiempo que considera que «hubo un juicio en plaza pública» incluso antes de que la Policía escuchara a los cuatro detenidos.
En la cadena CM Portugal, el hombre aseguró que Renato, de 23 años, y Joao, de 28, quienes ya se encuentran en sus domicilios en el país luso, «están enfadados porque sus amigos fueron detenidos y todos estaban en la misma situación. Saben que todos son inocentes y que el sexo fue consentido». Por eso, este hombre aseguró que en este procedimiento «hay una ventaja política» y admitió la posibilidad de presentar una denuncia contra algunos de los políticos que condenaron la supuesta violación en grupo el mismo sábado, día en el que fueron detenidos los cuatro portugueses. Entre ellos estarían el presidente asturiano, Adrián Barbón; la alcaldesa de Gijón, Ana González, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
La defensa de los cuatro acusados está siendo desempeñada por el letrado gijonés Germán Inclán. Los afectados no se pusieron en contacto con las autoridades portuguesas en España, según asegura 'Expresso', que apunta que la Secretaría de Estado para las Comunidades Portuguesas explicó que «la Embajada de Portugal en Madrid monitorea la situación a través de contactos con las autoridades locales y, hasta el momento, no ha recibido ninguna solicitud de apoyo de ciudadanos nacionales». Eso sí, existió un contacto de un familiar de uno de los cuatro jóvenes portugueses, aunque no solicitó ayuda.
Entre tanto, el equipo del abogado Germán Inclán continúa trabajando en la elaboración de los recursos con los que pretende conseguir que los dos encarcelados sean puestos en libertad bajo fianza o, en su caso, trasladados a un centro penitenciario en Braga, donde esperarían a la celebración del juicio.
Detenidos el sábado
Los cuatro turistas portugueses, de entre 20 y 30 años, fueron detenidos la mañana del pasado sábado acusados de una presunta agresión sexual a dos jóvenes, de 22 y 23 años, que tras recibir una primera asistencia de la Policía Local, se presentaron en la Comisaría de Policía para denunciar lo que en un principio se calificó como una violación múltiple. De inmediato, se activó el protocolo de atención a víctimas de delitos sexuales y las víctimas fueron atendidas en el Hospital de Cabueñes, donde se les realizó un completo examen médico.
El caso está en manos de la jueza sustituta del Juzgado de Instrucción número 5 de los de Gijón, que el fin de semana pasado ejercía las funciones de guardia. Los cuatro portugueses declararon ante la jueza el domingo, que prorrogó su detención. Ya el lunes declararon las víctimas y se realizaron otras diligencias, tras las cuales se decidió la puesta en libertad condicional de dos de los acusados y el traslado a la prisión de Villabona de los otros dos, por un supuesto delito de agresión sexual.
Los dos liberados, protegidos por sus familiares en Braga
Los dos turistas portugueses a los que la jueza dejó en libertad, aunque con unas medidas cautelares como una orden de alejamiento de 300 metros de las dos jóvenes denunciantes y la obligatoriedad de presentarse semanalmente en una comisaría de Policía portuguesa, llegaron a última hora del martes a Vila Nova de Famaliçao, en el distrito de Braga. Se trata de Renato, de 23 años, y Joao, de 28. Según los medios lusos, ambos están en casa «protegidos por sus familiares», ya que en el país vecino también se ha generado una importante polémica en torno a este caso.
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