Piden 15 años para un hombre por violar al hijo de su prima en Donostia entre los 7 y 9 años

Según describe el escrito de acusación, las agresiones se habrían producido en dos domicilios del barrio donostiarra de Egia en los que sucesivamente han vivido la víctima y su madre. En uno de los episodios denunciados, situado «durante la tarde del 29 de diciembre de 2022», el acusado, «teniendo encomendado el cuidado» del menor, con «ánimo de satisfacer sus deseos sexuales y atentar contra la libertad sexual del hijo de su prima», y «aprovechándose del vínculo tío-sobrino» que les une, entró en la habitación del pequeño, «se tumbó en la cama con él y, tras bajarle el pantalón y el calzoncillo, le tocó el culo con el pene y le introdujo su miembro viril en el ano contra su voluntad, llegando a golpear al menor al tratar éste de zafarse» del procesado.

El fiscal añade que estos hechos se produjeron «en diversas ocasiones» a lo largo de 2021 y 2022 cuando el menor «se quedaba a cargo» del encausado.

Mientras su tío llevaba a cabo tales conductas, la víctima «le decía que se fuera y le empujaba». Ante este rechazo, el presunto violador «en ocasiones llegó a agredir» a su víctima con diferentes objetos, atemorizándole con pegarle con una chancla». Para tratar de mantener encubiertas sus actuaciones, le amenazaba además con «romperle la vídeoconsola -su juguete favorito- si relataba lo ocurrido a alguien».

Por todo ello, el Ministerio Fiscal acusa al procesado de un «delito continuado de agresión sexual con acceso carnal a menor de 16 años con prevalecimiento de relación de superioridad y empleo de violencia e intimidación». Reclama para él una pena de 15 años de prisión, inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena, e inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve el contacto regular y directo con menores durante 15 años adicionales a la pena que en su caso se aplique.

También pide una indemnización de 20.000 euros, libertad vigilada durante diez años y una orden de alejamiento de 200 metros sobre su víctima durante ocho años adicionales a la pena impuesta. En la actualidad el procesado ya tiene prohibido acercarse al menor a menos de 200 metros y comunicarse con él desde el 10 de enero de 2023 y hasta que se dicte una resolución firme que ponga fin al proceso.