Destapan una banda que llegó a estafar 8.000 euros a clientes de bancos mediante SMS falsos
Los dos cabecillas entraron en prisión en junio por otros delitos pero dejaron instrucciones al resto para seguir desarrollando el timo
A. Algaba
Viernes, 21 de octubre 2022, 11:27
Engañaban a sus víctimas a través de SMS recibidos en sus teléfonos móviles. Unos mensajes provinientes, supuestamente, de sus entidades financieras, comunicando algún tipo de incidencia que les alertaba de la necesidad de solucionar el problema abriendo un enlace de internet que, tras ser activado, les mostraba una página web del banco. Mediante este engaño, facilitaban las claves de acceso y datos personales necesarios para que los delincuentes operaran a su antojo. Unas estafan que, en algunos casos, han hecho perder a los afectados hasta 8.000 euros.
Agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional en Vitoria han llevado a cabo la 'Operación Lamuza' y han logrado desarticular un grupo criminal organizado dedicado a cometer estafas a través de internet por todo el territorio nacional. Se les imputan presuntos delitos de estafa, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal. La banda estaba compuesta por al menos ocho individuos, cuyos cabecillas eran un español y un marroquí que actualmente cumplen condena en las prisiones de Zaballa y Dueñas. Estos ingresaron en la cárcel en junio por otros delitos, pero dejaron instrucciones al resto del grupo para seguir con el timo.
La investigación se inició a partir de las denuncias presentadas en diferentes ciudades de España. Las víctimas se percataban del engaño cuando su banco les enviaba al móvil un aviso comunicando que se había realizado el pago o transferencia deseados.
Esta actividad delictiva, conocida como 'phishing', consiste en la obtención de datos personales y claves para realizar operaciones financieras no autorizadas desde las cuentas bancarias de las víctimas hasta tarjetas prepago, a entidades bancarias que operan exclusivamente a través de internet o mediante la transformación de los fondos extraídos en criptomonedas.
Una red de engaño
Los miembros del grupo captaban a otros jóvenes para que abrieran a su nombre cuentas online donde irían los fondos extraídos ilícitamente ofreciéndoles 100 euros en criptomonedas para la apertura de la cuenta y 50 más en efectivo, de forma que ejerciesen el papel de 'mulas'. Para burlar los controles bancarios y policiales, estas cuentas eran vinculadas a números de teléfono también de terceros, los cuales facilitaban su uso para la obtención del código de verificación que se suele enviar al abrir las cuentas online, logrando de esta forma la organización un control absoluto de los fondos obtenidos, de manera que a la mayor brevedad posible reenviaban ese dinero a otras cuentas, en ocasiones ubicadas en el extranjero, para, finalmente, ingresarlo en cuentas bancarias de entidades físicas desde donde sacaban el dinero utilizando cajeros automáticos en los que no había cámaras de vigilancia.