Sánchez decretará este domingo el estado de alarma

La Moncloa ultima un estado de alarma que, salvo imprevistos, será aprobado en el Consejo de Ministros extraordinario que se celebrará mañana. De esta forma, el presidente Pedro Sánchez responde a la petición del lehendakari Iñigo Urkullu, el primer presidente autonómico que el viernes reclamó su aplicación en todo el Estado con el fin de contar con un paraguas jurídico para poner en marcha algunas medidas restrictivas, como la limitación de agrupaciones máximas de seis personas, que la víspera tumbó el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). A la petición de Urkullu se sumaron en cascada otras comunidades a lo largo de la tarde de ayer, como Asturias, Extremadura, Navarra, Cataluña, La Rioja, Castilla La Mancha, Cantabria, la Comunidad Valenciana o la ciudad autónoma de Melilla. Madrid ha optado por limitar la movilidad entre la medianoche y las seis de la mañana, pero ampliará los horarios de la hostelería.

«La pandemia se encuentra en un incremento vertiginoso y hay que adoptar las decisiones cuanto antes», advirtió el lehendakari en una comparecencia ante los medios después de que Sánchez hiciera un llamamiento a la unidad ya que «vienen meses muy duros», pero en la que no espeficifó ninguna medida. Desde hace meses, el presidente del Gobierno ha invitado a las comunidades autónomas a pedir la figura consitucional del estado de alarma, pero hasta este viernes ningunolohabía hecho hasta que Urkullu telefoneó al presidente del Gobierno tras su comparecenia.

Posteriormente, le remitió una carta explicando su petición al sentirse en inferioridad de condiciones con comunidades como Navarra o La Rioja, con confinamientos perimetrales avalados por sus Tribunales Superiores. «Tras el fallo del TSJPV no tenemos las competencias suficientes», explicó el lehendakari, para poder responder a la «alta probabildiad» de tener que adoptar medidas «más restrictivas e intensas» en las próximas semanas. Una decisión avalada por el Comité Asesor de Protección Civil de Euskadi, y que cuenta con el respaldo de las autoridades sanitarias, tanto del Departamento de Salud como de la Comisión técnica del LABI.

«Creo que es necesario que haya una declaración de estado de alarma que afecte al conjunto del Estado y que faculte a los presidentes de las comunidades para su gestión», incidió el lehendakari. «La situación no es la misma en cada comunidad, pero lo que le puede pasar a una, le puede suceder más adelante a otras», sostuvo el lehendakari como una de las razones por las que solicitó el estado de alarma para el conjunto de España y no solo para Euskadi.

«La gravedad de la situación expresada por Sánchez», le impulsó a Urkullu a dar el paso para poder disponer de «las mismas herramientas» que otras comunidades para poder llegar a limitar movilidad, reunión o circulación de forma obligatoria si la situación lo requiere en los próximos días, tal y como apuntan los datos.

La cifra de contagios no para de crecer en el País Vasco, con picos que superan el millar de contagios diarios, y con cifras récord como las 545 nuevas infecciones detectadas del jueves en Gipuzkoa-, donde la alarma roja ya se ha encendido en 22 municipios Andoain, Astigarraga, Azkoitia, Azpeitia, Beasain, Deba, Eibar, Elgoibar, Hernani, Lazkao, Legazpi, Lezo, Oñati, Ordizia, Pasaia, Tolosa, Urnieta, Urretxu, Zumaia y Zumarraga. Arrasate y Bergara son las últimas localidades que han superado la barrera de los 500 casos positivos por 100.000 habitantes.

A diferencia de lo que sucedió en la primera ola, la entrada en vigor y posteriores prórrogas del estado de alarma no se encontrará con tantos obstáculos parlamentarios. El hecho de que los Gobiernos vasco y catalán se hayan decantado por esta figura constitucional, con la condición de que sean las autoridades competentes mientras esté en vigor, se traduciría en el apoyo parlamentario de PNV, ERC y JxCat. Ciudadanos también ha confirmado que apoyará esta declaración, lo que otorga al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos margen de maniobra, ya que contaría con la mayoría simple que se requiere, es decir, más votos a favor que en contra.

De esta forma, el Gobierno Vasco prevé aplicar unas medidas como la limitación de agurpaciones, de la actividad nocturna o toque de queda, los cierres perimetrales de zonas o municipios o confinamientos «más estrictos» que podrían afectar a áreas específicas o incluso a toda Euskadi.

«Habrá que adoptar medidas en caso de que haya un número importantísimo de municipios de un mismo Territorio Histórico, pero habrá que evaluar si eso incide en la movilidad de todos los vascos», explicó el lehendakari tras destacar que la movilidad entre Territorios es «muy alta» por razones de estudios y de trabajo.