Los primeros guipuzcoanos en vacunarse: «Lo hice muy tranquilo y estoy perfecto»

El anestesista donostiarra Iñigo Sánchez se puso la primera dosis del fármaco de Pfizer hace una semana en Inglaterra y no ha tenido reacción adversa

Macarena Tejada

San Sebastián

Lunes, 21 de diciembre 2020, 06:16

Probablemente sea el primer donostiarra -o incluso el primer guipuzcoano- en haberse vacunado contra el Covid-19. «Eso me dicen mis amigos», apunta Iñigo ... Sánchez, anestesista, al otro lado del teléfono desde su casa de Leicester, al noreste de Londres, donde reside desde hace siete años. Inglaterra se ha adelantado al resto de Europa con el comienzo de la campaña de vacunación masiva contra el SARS-CoV-2, que dio inicio el pasado miércoles día 8, más de dos semanas antes que Euskadi, con los mayores de 80 años y los trabajadores sanitarios y sociales que en primera línea hacen frente a la pandemia. Sánchez es uno de ellos. Recibió la primera dosis de la farmacéutica Pfizer hace justo una semana, el domingo 13. «Y desde entonces estoy perfectamente», indica.

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Como en España, el plan inicial del Gobierno británico para terminar con la pandemia era comenzar a inmunizar a los usuarios de residencias de mayores y sus trabajadores, el colectivo más azotado por el coronavirus durante toda la crisis sanitaria. En Euskadi, sin ir más lejos, la campaña se iniciará el próximo lunes 28 con los residentes y empleados de los geriátricos, tal y como adelantó este periódico. Pero la estrategia del Ejecutivo de Boris Johnson se vio alterada por problemas logísticos y de distribución -entre otras cosas, necesita mantenerse a -70º centígrados-. Ante las complicaciones, se pasó al segundo grupo en la lista, en el que se incluía a los sanitarios como Sánchez, que no dudó en acudir a la cita en cuanto recibió el email con la invitación. «Me he vacunado del Covid-19 con total tranquilidad», asegura ocho días después de haberse puesto la primera dosis.

«No he tenido ningún efecto secundario. El primer día me dolió un poco el hombro donde me pincharon, pero nada más»

secuelas

Además de por su trabajo, este donostiarra de 44 años se encuentra dentro del grupo de personas de riesgo porque «por problemas de salud» necesita inmunosupresores. «Durante la primera ola no pude trabajar. Me mandaron a casa», explica. Cuando la tendencia volvió a estar a la baja se reincorporó a su puesto de anestesista en el hospital de Leicester «y en cuanto llegó la vacuna, fui de los primeros del centro en ponérmela», recuerda. Era la única opción para poder seguir con sus labores con cierta tranquilidad, aunque sin despegarse de las gafas protectoras ni de la mascarilla ffp2 o ffp3. Esta última, en versión «reutilizable», la usa «para realizar cualquier procedimiento que genere aerosoles. El resto del tiempo, mascarilla normal». Además de la vacuna, este es su sistema de protección más eficaz contra el virus. «Porque si me contagio, puedo llegar a estar muy grave o incluso fallecer», admite.

«Concienciado» de la gravedad de la situación, Sánchez y su mujer se han vacunado «sin miedo alguno. Cuando eres médico y conoces cómo ha sido el proceso de creación de la vacuna, todas las fases y las pruebas que se han hecho, tienes menos miedo. Se la han puesto miles de personas ya», explica, y recomienda «a todos que se vacunen». Es más, él, insiste, «no daría opción a la gente. El mundo está patas arriba y los efectos secundarios, en su mayoría, han sido muy leves».

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«Fui de los primeros del hospital en vacunarme. Cuando eres médico y conoces el proceso de creación no tienes miedo»

confianza

Sánchez, que habla desde su propia experiencia, asegura que «aunque en la primera semana se han visto casos de fiebre o dolores en el brazo como reacción adversa a la inyección, los síntomas no han ido más allá. Yo, por ejemplo, no he tenido prácticamente ningún efecto secundario. El primer día me dolió un poco el hombro, donde me pincharon, pero nada más». Sobre las reacciones alérgicas severas de las que han informado el mismo Reino Unido o EE UU, reitera que «son la minoría y normalmente se trata de personas dadas a tener una gran hipersensibilidad».

No es su caso. Para él, como para el resto de la sociedad, la vacuna es solo un puente para acortar el camino hacia la 'antigua normalidad', cuando las mascarillas solo las utilizaban los sanitarios y lo más parecido al coronavirus era una gripe de un par de días, sin aislamientos ni pruebas PCR. Sánchez confía en poder volver a esos días, aunque todavía haya mucho que hacer. A la espera de recibir la segunda dosis, que será en un par de semanas, deposita su esperanza en la tarjeta que le entregaron el día que le vacunaron.

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«Espero que la tarjeta me sirva en el futuro para viajar sin restricciones, aunque eso está todavía por ver»

cartilla de vacunación

Antes de salir del 'Covid-19 vaccination centre', creado para la ocasión en uno de los tres edificios del hospital donde trabaja en el centro de Leicester, le dieron una especie de 'cartilla de vacunación' del SARS-CoV-2. En ella se acredita que Iñigo Sánchez se ha puesto la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 el 13/12/2020 y se recuerda la necesidad de acudir a por la siguiente dosis para tener «la mejor protección». Cuando le pongan la segunda inyección, el sanitario correspondiente rellenará los datos de ese día y Sánchez podrá acreditar que está inmunizado contra el coronavirus. «Espero que me sirva en el futuro para viajar sin restricciones, aunque eso está por ver», admite.

Veintiún días

Mientras tanto, este anestesista continuará con sus labores sanitarias con total precaución. Aunque desde Pfizer aseguran que existe una eficacia del 95% a partir del día 28 después de la primera dosis, es importante terminar el proceso a los veintiún días. Sánchez, en estos momentos y por su situación personal, evita tratar con pacientes Covid en la UCI. «Puede que me cruce con alguno que no está diagnosticado de coronavirus, pero por ahora no arriesgo. No ha pasado el tiempo suficiente». Como él, hay cantidad de médicos que toman inmunosupresores y que han sido de los primeros en recibir la vacuna en Inglaterra para evitar riesgos en el trabajo.

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«La mayoría» de médicos del centro sanitario en el que trabaja Sánchez se han vacunado ya o están en proceso de hacerlo, pero a este donostiarra le «preocupan» quienes defienden que «vacunándonos nos están metiendo un chip. Hace tiempo que nos controlan por los teléfonos móviles u otros aparatos electrónicos. He tenido que escuchar millones de teorías conspiratorias, pero la única realidad es que para salir de esta debemos vacunarnos».

En una semana clave para que empiece la campaña en Euskadi, Sánchez aprovecha para hacer un llamamiento a sus compatriotas. «Los médicos en Inglaterra nos estamos vacunando y salimos dando palmas. Debemos concienciarnos de la importancia de vacunarnos y terminar con la cultura del miedo y con paranoias ridículas que no se sostienen».

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La cuenta atrás para que comiencen a dispensar las vacunas en Gipuzkoa ya ha comenzado. Las residencias del territorio ya han recibido las primeras indicaciones. A los centros acudirá personal sanitario de Osakidetza para suministrar el fármaco de Pfizer. La primera dosis se inoculará en todo el colectivo -usuarios y trabajadoras- entre el próximo lunes y el 17 de enero. La segunda se administrará entre el 18 de enero y el 7 de febrero. Para entonces Sánchez estará ya totalmente inmunizado.

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