«Tranquilidad, el abastecimiento de comida está garantizado»

Igual de atareados se encontraban los reponedores, que se afanaban en rellenar los huecos de las baldas a contrarreloj. Otros empujaban carros llenos de cartones y cajas de fruta y verdura vacías. Bolunburu explica que, ante tal escenario, «hemos tenido que reforzar los equipos y vamos a hacer más contrataciones». A las seis de la mañana es cuando este centro de alimentación realiza «una reposición masiva y durante el día se van cerrando frentes, no damos abasto». Tampoco en internet, donde las compras online se han disparado y las avalanchas de pedidos no cesan, según indica esta responsable, que destaca que «se ha habilitado un protocolo especial para preparar estos pedidos, como el uso de guantes y el lavado constante de manos con gel desinfectante. En la entrada también hemos colocado un stand con alcohol y toallitas húmedas para que la gente se pueda lavar las manos al entrar y salir y la mayoría lo hace. Hace tres semanas muchos clientes nos pidieron mascarillas y geles desinfectantes pero están agotados, no hay 'stock'». Para evitar situaciones parecidas en productos como la leche, el agua o los congelados «se han hecho 'empujes' especiales ya a nivel nacional, por el coronavirus».

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En este sentido, las cadenas de supermercados han llamado a la «tranquilidad» y han descartado que exista el riesgo de desabastecimiento en sus tiendas. Todos los establecimientos guipuzcoanos consultados por este periódico apuntan a que «el suministro está garantizado» pese a registrar una mayor afluencia de clientes de lo normal. En el supermercado Alcampo de Oiartzun los clientes hacían acopio de paquetes de pasta y legumbres sobre todo, aunque el resto de pasillos presentaban la imagen habitual. Pero sin duda alguna, donde más se notó la compra compulsiva y el miedo a quedar con la despensa desprovista fue, una vez más, en los supermercados de Mercadona. Las estanterías del papel higiénico y el pollo estaban completamente vacías a primera hora de la tarde. «¿Y si cierran los colegios como en Vitoria y tenemos a los niños dos semanas en casa? En la nuestra la leche vuela», comentaba una clienta en la cola de caja. Al igual que las grandes superficies, las tiendas pequeñas de barrio también están notando un mayor movimiento de clientes. Una dependienta de un local en el centro de Donostia explicaba que «aquí los carros no se llenan tanto porque la gente viene a hacer compras pequeñas, como pan bimbo, yogures y algo de embutido y sigue habiendo de todo, pero estos días se está notando que cada vez las compras son más grandes».