Las sociedades permanecerán cerradas un mes más y no habrá público a corto plazo en los estadios

Zupiria ha querido subrayar que las nuevas medidas comunicadas ayer por el lehendakari Iñigo Urkullu y que entrarán en vigor el próximo sábado «no se deben entender como una incitación a la movilidad o a la vida social. Si fuese así es que no hemos comunicado bien el mensaje». El portavoz ha descrito que la situación epidémica actual «es mejor que la de hace un mes o la de mediados de agosto, pero peor que en junio o en julio».

El objetivo de las medidas es «buscar el equilibrio entre salud y economía, bienestar, deporte o cultura, y depende de todos que salga bien». Zupiria ha recordado que en estas semanas «nos jugamos el equilibrio de los próximos meses», pero ha adelantado que todavía «quedan muchos meses de restricciones por delante».

Zupiria ha insistido en que el consejo sigue siendo el mismo, el de reducir la movilidad lo máximo posible. Así, ha recordado que pese a que decaiga el confinamiento municipal y se permita la movilidad dentro del territorio a partir del sábado, «un irundarra -por ejemplo- no puede cruzar la muga» sin justificación.

Además, pese a que Navarra ya contempla el regreso de público a los recintos deportivos, el portavoz del Ejecutivo vasco ha apuntado que ese tema en Euskadi se ha dejado «para más adelante». Y también ha pedido a los ciudadanos «que no queden con cuatro amigos para hacer deporte» ya que se permite la práctica individual del mismo y no esas quedadas de aficionados.

Zupiria también se ha referido a la «presión» que ha ejercido el sector de la hostelería para su reapertura y el efecto que ha tenido en el Ejecutivo. «Hemos sentido presión en todos los departamentos. Tapia, con la industria a la mitad de su actividad; Mendia, por el empleo; Hurtado, por el turismo y la hostelería; y yo mismo con la cultura. Todos estamos sintiendo la presión de una sociedad que se encuentra con su vida diaria ralentizada», ha explicado.

En referencia a la hostelería, ha declarado que «no echamos la culpa a los hosteleros. La responsabilidad es de todos. De los que no nos comportamos bien en esos locales y de algunos responsables de los mismos que tampoco han cumplido». Por ello, ha apelado a poder lograr ese equilibrio entre salud y hostelería «que no hemos podido conseguir antes» y ha apelado a que «seamos exigentes» en esta ocasión en el cumplimiento de las medidas.