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La resistencia a los antibióticos mata a más gente en España que los accidente de tráfico

La resistencia a los antibióticos mata a más gente en España que los accidente de tráfico

Los expertos denuncian que España está a la cabeza mundial en el consumo de estas medicinas «sin razón epidemiológica que lo justifique»

Europa Press

Madrid

Miércoles, 12 de diciembre 2018, 12:08

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En España mueren ocho veces más personas por la resistencia a antibióticos que por accidentes de tráfico, según han alertado la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, el Foro Español de Pacientes, la Alianza General de Pacientes y la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.

Estas asociaciones se han pronunciado así con motivo de la publicación de un documento de consenso que han realizado con las conclusiones obtenidas en el I Foro Multidisciplinar sobre Resistencias Bacterianas, celebrado el pasado 22 de octubre de 2018 en el Congreso de los Diputados.

En el mismo, han recordado que España, siguiendo las indicaciones del Consejo Europeo, puso en marcha en 2014 el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN), aunque las infecciones por bacterianas multirresistentes siguen siendo uno de los «mayores problemas» sanitarios de España.

De hecho, es el país a la «cabeza del mundo» en consumo de antibióticos en humanos «sin razón epidemiológica que lo justifique», y se encuentra entre los primeros países de Europa en infecciones por bacterias resistentes a los antimicrobianos, incluidas las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria. Además, el Eurobarómetro reveló que los españoles están a la cola de Europa en conocimiento sobre la función de los medicamentos antibióticos y cómo se previenen las infecciones.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha publicado recientemente los datos sobre ventas de antibióticos en animales en 30 países europeos correspondiente al 2016, y España se sitúa entre los países más consumidores de antibióticos en animales, junto con Chipre e Italia.

Entre las principales razones que favorecen el desarrollo y la diseminación de las bacterias multirresistentes se encuentran el uso injustificado e inadecuado de antimicrobianos, tanto en humanos como en animales; la «deficiente» aplicación de medidas higiénicas en hospitales y centros sanitarios; el «déficit» estructural de formación, de trabajo en equipo y de recursos materiales y humanos necesarios para combatir la problemática; y la diseminación global de bacterias multirresistentes a través del turismo, el comercio globalizado de alimentos contaminados y la migración de aves.

«Existe un déficit de formación profesional y de los ciudadanos sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades infecciosas en España que explica estos resultados y su variabilidad. A pesar de estos datos dramáticos, el impacto clínico y económico y de las carencias y déficit existentes, las infecciones por bacterias multirresistentes no ocupan un lugar destacado en la conciencia colectiva, tampoco ocupan espacio en los medios de comunicación generalistas, no preocupan a la sociedad, no figuran como tema prioritario en la agenda política y no cuentan con financiación en los Presupuestos Generales del Estado«, han señalado las organizaciones.

Acabar con el problema

Las organizaciones han avisado de que hacer frente a este problema transversal que se extiende desde la Atención Primaria hasta los hospitales, sólo es posible con equipos multidisciplinares motivados por objetivos comunes y dotados con los recursos necesarios.

Del mismo modo, han solicitado destinar recursos humanos para que los programas de higiene y control de la infección, de diagnóstico microbiológico precoz y de optimización del uso de los antimicrobianos, formen parte de la tarea diaria de los profesionales de la salud; impulsar la investigación clínica y experimental relacionada con estos problemas; y disponer de sistemas de información transparentes, con los indicadores básicos comunes y en tiempo real, que permitan conocer la situación actualizada, los avances que se produzcan y la comparación para mejorar.

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