Los rastreadores se suman a la detección de problemas emocionales provocados por la pandemia

Los rastreadores de Osakidetza no solo perseguirán casos positivos de coronavirus. De aquí en adelante también intentarán detectar a ciudadanos que están sufriendo secuelas psicológicos derivados de la pandemia. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha anunciado este miércoles que los equipos de rastreo y vigilancia de casos de Covid-19 se sumarán al programa de apoyo emocional a personas infectadas por el virus, a sus familiares y a los profesionales sanitarios que hacen frente a la pandemia.

«Los rastreadores son los que tienen un primer conocimiento de las personas contagiadas, así como de sus contactos directos, por lo que pueden observar de forma precoz la situación de quienes pueden requerir un apoyo emocional debido al impacto que les ha causado el coronavirus», ha argumentado a la hora de presentar esta iniciativa que ya se ha puesto en marcha en la OSI Donostialdea, fórmula que tras esta experiencia piloto se irá ampliando al resto de Euskadi, según ha explicado en la Comisión de Salud del Parlamento Vasco.

Este programa, que se desarrolla a través de la red de salud mental de Osakidetza, se puso en marcha en marzo del año pasado y, desde entonces, ha prestado 5.000 asistencias a través de sesiones individuales, grupales, presenciales o por vía telemática. Durante estos quince meses de funcionamiento, la iniciativa ha ofrecido «muy buenos resultados». Sagardui ha subrayado «la importancia» de combatir no solo los efectos físicos sino también los problemas psicológicos derivados del coronavirus.

Sagardui ha explicado que a partir de la detección por parte de los rastreadores de alguna persona que se encuentra en situación de requerir ayuda psicológica, estos equipos derivarán a estos pacientes al programa de apoyo emocional que desarrolla la Red de Salud Mental de Osakidetza. «Se trata de adelantarnos a la pandemia y a sus posibles efectos», ha explicado la consejera.

El programa está desarrollado por los profesionales de salud mental de Osakidetza, «de una manera multiprofesional», a través de un apoyo prestado por psiquiatras, psicólogos clínicos y enfermería de salud mental y sus respectivos residentes «que cuentan con una experiencia clínica contrastada y dilatada», ha subrayado la consejera.

El programa contempla diferentes niveles de actuación. Para el apoyo a pacientes y a familiares de hospitalizados se han habilitado medios telefónicos y digitales con el fin de posibilitar las comunicaciones de los enfermos con sus allegados y de éstos con los profesionales, un aspecto que se ha atendido «tanto presencialmente como por teléfono a pacientes contagiados, tanto hospitalizados como no».

Además, se presta apoyo al personal sanitario con el objetivo de «prevenir y atender los efectos del estrés y manejar la carga emocional en su trabajo», a través de consultas individuales del programa en cada hospital y centro. Asimismo, Sagardui ha explicado que se ha facilitado el apoyo en formato de grupos pequeños, «especialmente con aquellos servicios más directamente relacionados con esta epidemia» y también se realizan reuniones virtuales, para hacer ejercicios sencillos de relajación y de regulación emocional.