«Algunos compañeros se marchaban a la privada o a otras comunidades»
El médico Luis Barrios, residente en el Hospital Donostia, celebra una ley que le abre la puerta a trabajar «donde me han formado»
Luis Barrios llegó a Gipuzkoa hace tres años y medio desde Cartagena de Indias, Colombia, y en mayo terminará su formación como médico interno ... residente (MIR) en el Hospital Universitario Donostia, donde ejerce como radiólogo residente. Este facultativo es uno de los tantos que Osakidetza podrá contratar después de que ayer el Parlamento Vasco aprobase la nueva ley de Empleo Público, que abre la puerta al Servicio Vasco de Salud a fichar personal extracomunitario respondiendo a las «razones de interés general» que imperan en la sanidad ante las dificultades para cubrir plazas de facultativos y personal de enfermería. «Era una pena que la Unidad necesitase radiólogos y no nos pudieran contratar», se lamenta.
Barrios se licenció en Medicina en su país natal y en 2019, antes de que estallara la pandemia, decidió especializarse en Radiología en Donostia. «La razón fundamental para venir fue la docencia. Tenía un amigo que ya estaba haciendo su especialidad en España y me recomendó varios sitios en los que él ya había preguntado, y me habló muy bien del Hospital», recuerda. Para ello, primero tuvo que pasar por la «odisea» de que el Ministerio convalidase su titulación, un proceso que se alargó «entre 10 meses y un año», pero que le permitió prepararse mientras tanto para el examen a pesar de la «incertidumbre» de saber si esa convalidación llegaría a tiempo o no. «La prueba requiere bastante preparación porque tiene mucho contenido», asegura. En ese sentido, admite ser un afortunado. «Un amigo quiso hacer lo mismo que yo, le pilló la pandemia de por medio y aún no se ha podido presentar porque no le han homologado el título», detalla.
A falta de unos pocos meses para terminar su residencia, el cambio de normativa en la ley de Empleo Público es celebrado por facultativos extracomunitarios como Luis, que desean seguir trabajando en Euskadi una vez finalicen su formación especializada. «Me parece una buena noticia para ambas partes, tanto para Osakidetza como para nosotros. Era una pena que, después de que Osakidetza nos haya formado y haya dedicado recursos económicos y personales para que aprendiésemos, después la gente se terminara marchando a otros sitios. Y que esos vuelvan después es muy difícil».
Esas circunstancias las conoce a la perfección. «Ha habido compañeros que han tenido que irse de Osakidetza a otras comunidades autónomas o a la privada porque aquí no había manera de contratarles», asegura. Y eso es precisamente lo que no quiere que le suceda. «No tengo claro lo que me va a deparar el futuro, pero quiero quedarme aquí en Donostia. Me gustaría quedarme en el Hospital Donostia, donde me han formado, aunque no me quiero cerrar ninguna puerta», sostiene, reconociendo que debido a su especialidad el trabajo no le faltará. «Actualmente tenemos bastante oferta laboral», apunta.
Déficit de personal
Luis Barrios conoce de primera mano la situación que está atravesando la sanidad vasca y las dificultades que tiene Osakidetza para cubrir ciertas plazas de facultativos, una situación que se ha visto agudizada desde la crisis sanitaria del coronavirus. «Es algo que comentan los jefes de servicio, que muchas veces necesitan contratar a más gente pero no pueden porque los que están son de fuera. Buscan y buscan y no encuentran a nadie», apunta este colombiano, consciente de que el nuevo texto podrá revertir ese déficit de facultativos. «Esta ley puede ayudar a paliar el déficit de personal que hay en la sanidad en Euskadi. Incluso podría hacer que gente de otras comunidades autónomas viniese aquí a trabajar, a la inversa de lo que ha estado pasando hasta ahora, que la gente se marchaba porque les ofrecían un contrato», sentencia.
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