La oposición advierte de que el conflicto en la OSI Donostialdea refleja la «enfermedad» de Osakidetza
El Parlamento Vasco recupera su actividad con una discusión en torno al cisma en el Hospital Donostia y la crítica de la oposión sobre el veto de PNV/PSE a la comparecencia de las directoras cesadas
La actividad ha vuelto al Parlamento Vasco. Tras el parón de un mes, los grupos parlamentos han retomado los plenos en la mañana de este ... jueves, y lo han hecho con un debate sobre los ceses la cúpula directiva de la OSI Donostialdea hace ya dos meses. La mayor organización sanitaria de Gipuzkoa está inmersa en una crisis sin precedentes, tras las destituciones fulminantes de la directora gerente y la directora médica, así como las dimisiones de los subdirectores médicos y la subdirectora de enfermería. Tras los «pocos avances» logrados en las últimas semanas, la oposición ha critiado la «mala gestión» del departamento de Salud en Osakidetza y ha pedido al Gobierno Vasco «autocrítica» en el pleno de este jueves.
El conflicto en la OSI Donostialdea «es un síntoma de la enfermedad de Osakidetza», ha dicho la parlamentaria de EH Bildu, Rebeka Ubera, que ha insistido en que «hay mucho trabajo por hacer» para llegar a una solución que «solo se va a alcanzar escuchando a los implicados». Itziar Pérez, exdirectora gerente de la OSI Donostialdea, e Idoia Gurrutxaga, exdirectora médica de la misma organización sanitaria, llevan dos meses esperando a que la comisión de Salud del Parlamento Vasco les convoque para poder dar su versión sobre las causas de la crisis. Sin embargo, PNV y PSE vetarán esta comparecencia. «Todavía no hemos tenido oportunidad de escuchar a las implicadas», se ha lamentado Ubera en este sentido. «Lo mínimo» en el Parlamento «es escuchar a todos. Nos guste o no. El camino tomado no es el adecuada para solucionar los problemas, sino lo contrario» les ha dicho a los socios de Gobierno (PNV y PSE). «A esto se le llama censura».
Para solucionar un problema, además, «es necesaria la autocrítica. El departamento de Salud y Osakidetza tienen mucho que revisar». Por eso, desde EH Bildu les han pedido «autocrítica. Desde la dirección central de Osakidetza están ahora dialogando con los profesionales sanitarios, pero no ha surgido por voluntad propia, se han visto obligados a ello. Hasta ahora lo que ha hecho Salud es mover a una persona de un lugar a otro. Agustín Agirre estuvo en la OSI del Bidasoa antes de llegar a Donostialdea, pero antes había estado en Debagoiena, Tolosa, Basurto... Y también en Donostialdea. Pero cambiando a las personas no se soluciona el conflicto».
Desde Elkarrekin Podemos-IU, Jon Hernández ha insistido en que «el estallido en la OSI Donostialdea el pasado mes de diciembre ha visibilizado una vez más una gestión criticable que viene realizando el Gobierno Vasco en la sanidad pública. En realidad no es nada nuevo. Se trata de unas políticas sanitarias que vienen siendo criticadas por los trabajadores de Osakidetza desde hace mucho tiempo». Lo «importante» para Elkarrein Podemos-IU «no es que los jefes de servicio se hayan revelado, sino que han puesto sobre la mesa un descontento que no deja de ser consecuencia de las políticas de sanidad del Gobierno Vasco y de la mala gestión que ya venían criticando los profesionales de todas las categorías en Osakidetza». Como consecuencia, ha asegurado Hernández, «se está dando un deterioro de nuestra sanidad pública motivada por decisiones políticas. Las decisiones que deben producirse a debate se hacen por mandato».
Las mociones de interpelación de este jueves han partido de EH Bildu y el grupo Popular-Ciudadanos. «Mucho nos tememos que pueda cerrarse en falso sin dar soluciones a los problemas de fondo que realmente subyacen a esta situación», ha asegurado Laura Garrido. «Hablamos de un conflicto en toda regla cuando jefes de servicio suscriben un documento con peticiones muy concretas. Osakidetza está inmersa en una crisis sin precedentes debido a su forma de hacer las cosas desde el autoritarismo. Esta deriva de Osakidetza lleva a una perdida se confianza entre profesionales y usuarios». Desde Vox, por su parte, Amaia Martínez ha criticado la «amenaza velada» de Salud «para quien a partir del momento de los ceses osara discrepar con el Gobierno Vasco. Es lamentable que en un sector con profesionales de tan alto nivel se castigue el criterio propio. Esto se llama autoritarismo», ha coincidido con Garrido.
PNV y PSE, que el lunes vetarán la comparecencia de las directivas cesadas, se han limitado a defender la participación de los profesionales sanitarios en las tomas de decisión de Osakidetza. «Estamos en campaña y cualquier bache lo convertimos en socavón», ha señalado el jeltzale Luis Javier Tellería sobre la reacción de la oposición a las destituciones de Pérez y Gurrutxaga. «Los ceses por no compartir el proyecto llaman especialmente la atención, pero son los más razonablemente exigibles», ha añadido, y ha defendido que su grupo, «siempre ha exigido que los planes de las diferentes áreas deben hacerse con la participación de los profesionales» sanitarios.
«Nadie puede poner en duda que la consejera tiene competencia para nombrar o cesar a las personas que considera adecuada en los puestos de libre designación, pero es innegable que los cambios en la OSI Donostialdea han generado un malestar al que se tiene que hacer frente. Es más necesario que nunca que cualquier actuación se haga con transparencia. ¿Autocrítica? Siempre es necesaria para mejorar. Debemos seguir avanzando para implicar a los profesionales del sector en las decisiones», ha asegurado por su parte el socialista Ekain Rico.
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