«Los niños cada vez preguntan antes y más veces por la muerte»
Al contrario que las matemáticas o los idiomas, la muerte no se trabaja en las clases. Es una de las asignaturas pendientes en los entornos ... educativos de los centros. Patxi Izaguirre centra el foco en la gestión del duelo en las aulas.
– ¿Cómo se aborda en un entorno educativo un tema tan complicado como la muerte?
– Existen dos vertientes: las situaciones de crisis y la cuestión didáctica. La primera de ellas requiere de una intervención rápida y eficaz en la que los educadores reciban ayuda experta. Conviene organizar actividades para que los alumnos abran su pensamiento y su emoción sobre lo que haya ocurrido, que aún se mantiene reciente. La segunda consiste en diversas dinámicas educativas enfocadas a las pérdidas.
– ¿Se debe concienciar sobre la muerte a una edad más temprana en las clases?
– Totalmente, es fundamental que escuchemos a los alumnos en una etapa clave como lo es el paso de la educación infantil a la primaria. Desde la psicología, sabemos que en ese periodo de tiempo que transcurre de los cinco a los seis años se produce un cambio cognitivo. Dejan a un lado el pensamiento simbólico, la imaginación, para empezar a entender lo que es el pensamiento concreto.
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– ¿Cómo se debe tratar el tema de la muerte en esas edades?
– Es en esta etapa, al iniciar la primaria, cuando los alumnos comienzan a darse cuenta de que la muerte existe. Entonces hacen preguntas, desde la angustia, para saber más acerca de algo que desconocen. En la educación, hay una oportunidad inmensa para conectar a través de la muerte con ese vacío existencial, con esas dudas que empiezan a surgirles a los alumnos en ese paso a la educación primaria. Muchas veces, cuando los niños dejan de ser sujetos pasivos para convertirse en activos y preguntan por temas como la muerte, los profesores, educadores o familiares no saben qué responder. La tarea de los adultos debe ser reformular esas preguntas para que ellos mismos busquen sus propias respuestas. En muchos casos, con la didáctica tendemos a sobreproteger a los alumnos cuando en realidad los estamos desprotegiendo de la frustración y la tolerancia. Tienen que aprender a tolerar la frustración.
– ¿Cómo se debe trabajar la muerte en las aulas?
– De forma didáctica, mencionarla tranversalmente en las diferentes asignaturas. Hablar acerca de las pérdidas irreversibles en espacios dirigidos a la reflexión es una manera muy concreta de trabajarlo. También se puede hacer uso de material didáctico, desde libros hasta obras de teatro, que pueden generar debates en clase sobre los sentimientos que suscita la muerte en los alumnos. Sería interesante crear un 'txoko' en todas las aulas para que, en caso de que se hable de pérdidas significativas, los alumnos puedan dejar sus reflexiones por escrito o con algún dibujo.
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