Inteligencia artificial para ayudar en la vejez
Cuidados. Robots, gafas de realidad virtual, exoesqueletos... El congreso de Adinberri expone en el Kursaal hasta hoy los avances en el sector emergente de la 'silver economy'
La tecnología es lo único que nos puede salvar». Eduardo Gómez, CEO de la empresa de desarrollo de aplicaciones Alisys, imagina su vejez en su hogar, acompañado de robots inteligentes que puedan hacerle el día a día más sencillo. Él lo tiene claro. «De aquí a unos veinte años va a haber muchos mayores a los que atender y pocas personas jóvenes dispuestas a ello», dice. De ahí que su empresa desarrolle, a través de la inteligencia artificial (IA), distintas herramientas que permiten un seguimiento en el hogar. Junto con otra treintena de empresas, presentó sus creaciones ayer en el primer día de 'Adinberri Silver Forum' en el Kursaal donostiarra, que acoge hasta hoy el congreso.
Centenares de personas se pararon ayer frente al busto parlante de la mesa del puesto de Alisys, donde Eduardo y Beatriz Gómez, desarrolladora de negocio robótico, charlaban con uno de ellos, de 20.000 euros y pensado para hacer triaje en un hospital. A su lado estaba otro, de 300 euros. «Es el que mantiene una vigilancia del mayor en casa, ahora que cada vez más personas prefieren envejecer en sus domicilios», explican. «Si siempre te despiertas a las ocho de la mañana y, de repente, empiezas a levantarte a las once manda un aviso» al centro sociosanitario con el que esté conectado para que tomen las medidas que consideren oportunas.
Las nuevas tecnologías llenaron el Kursaal de diferentes inventos que trabajan por el envejecimiento activo, como Oroi. Con miles de dipositivos vendidos en diferentes residencias de mayores, las gafas de realidad virtual que han desarrollado permiten «una estimulación cognitiva» del usuario. «Además de trasportarle a lugares de su infancia o niñez, le permite realizar actividades como cocinar o hacer la comprara para entrenar y que cuando tenga que hacerlas en la vida real no esté preocupado», dice Iñaki Aramburu, uno de los fundadores de Oroi, que asegura que estas gafas «a nivel emocional son increíbles para los mayores. Les gustan mucho y son muy útiles».
Unos metros más adelante, David Calvet, técnico de producto de Healthy Suits, probaba un exoesqueleto de fuerza asistida, que permite al trabajador de una residencia de mayores mover a la personas con más facilidad, «sin cargar las lumbares y manteniendo una postura correcta», dice mientras muestra cómo funciona en el stand de la empresa guipuzcoana Zenta.
Otras empresas como Euskaltel también estuvieron presentes en la cita, con «un ecosistema tecnológico de telecomunicaciones conformado por dispositivos como relojes inteligentes, tablets y sensores diseñados y fabricados 'ad hoc' para los mayores y sus hogares». Estos dispositivos, entre otros, estuvieron expuestos en el 'living lab' del cluster de equipamiento mobiliario y diseño de Euskadi.
«Persona y comunidad»
Coincidiendo con el primer día del congreso, la diputada foral de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, explicó en el pleno cómo Gipuzkoa aplica la estrategia de cuidados europea. «La persona y la comunidad son nuestros ejes», dijo. «Para ello estamos desarrollando una política que garantice los cuidados y apoyos que cada persona necesita desde un enfoque universal, personalizado, comunitario e innovador».
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