«Es importante que la comida deje de ser el tema central»

Así, los padres también se comprometen a planificar los menús, comprar los alimentos intentando eliminar productos 'light', 'zero', 'keto' o de otra índole para no favorecer más esa forma de 'vivir a dieta'. «Los padres o personas al cargo también serán los que preparen y sirvan todas las comidas», explica al tiempo que incide en la necesidad de no presionar con las cantidades. «Les recomendamos un tiempo máximo en cada una de las ingestas siendo firmes, pero intentando también que comprendan las dificultades que presentan, sin llegar a presionar. Es importante que la comida deje de ser el tema central en casa, ya que la supervisión excesiva suele aumentar la ansiedad de las pacientes, lo que no ayuda en su proceso. Después de las ingestas, las hayan podido completar o no, recomendamos un tiempo de descanso, preferentemente acompañadas, en el que poder hablar, ver la tele juntos...».

En este sentido, al hablar de recuperación, esta sanitaria pone de manifiesto varios aspectos. Según explica, «la evolución de los trastornos de la conducta alimentaria depende de diversos factores, entre ellos la severidad de los síntomas, el tiempo de evolución de la enfermedad, la respuesta al tratamiento y la coexistencia o no de otra patología psiquiátrica. No debemos olvidar que estos trastornos presentan elevadas tasas de comorbilidad, es decir, de otras enfermedades que aparecen simultáneamente y que empeoran el pronóstico. Las más frecuentes son los trastornos de ansiedad, los trastornos depresivos o los trastornos de la personalidad».

Antunez describe la evolución de la anorexia 10 años después del siguiente modo, según diversos autores: un tercio de los casos presenta una recuperación completa; casi el 50% cursa con una remisión parcial y en torno al 20% se cronifica.